Después de la felicidad inagotable e infinita que tuvieron al descubrir que Don Carlos Villanueva estaba vivo, Emilia y Dante perdieron la noción del tiempo, estaban impactados por todo lo que había vivido, todo lo que había descubierto y lo que planeaba hacer para destruir Aguirre y todos sus cómplices.—Todo ya está organizado, sólo es cuestión de cerrar unos detalles y la bomba explota— dijo el abuelo hablando figurativamente.—Pues yo me siento impactada aún —Emilia no había tenido noción de la importancia de lo que estaba haciendo el abuelo —No puedo imaginar el estrés, la impotencia y el dolor de todos los padres que saben que en cualquier momento les puedan arrebatar a sus hijos y convertirlos en unas marionetas listas para matar.- Ella estaba nerviosa ante lo que su mente le mostraba, sólo imágenes que le llegaban de películas que había visto con anterioridad y ella en su ignorancia pensaba que eran sólo ficción.— Es la triste realidad de muchas personas querida niña— le dijo
Ruiz llega en el segundo auto al lugar que indica el localizador que se encuentran y lo que mira no hace ningún sentido.En el parque, donde todos estaban jugando se encuentra García furioso, pateando cuanta cosa se encuentra en su camino, Alfredo sentado con la cabeza gacha tallándose el rostro y todos los demás investigadores rastreando el lugar para encontrar algún tipo de pista.— García ¿qué demoni0s sucedió aquí?— reclama Ruiz, ya que él había confiado ciegamente en su compañero para esta tarea, la cual así de sencilla como parecía también era importantísima.—No hay disculpas que sirvan de nada —dijo García apenado molesto y furioso con el mismo por lo que había pasado, mientras él estaba encargado de la seguridad del niño— pero nos lanzaron unos dardos— le muestra una prueba, en su mano tenía una pequeña aguja con un especie de capsulita al final.— ¿Cómo?— preguntó Ruiz confundido.— Como lo oyes, esta técnica tenía mucho tiempo que no la veía desde…— García se quedó en sil
La investigación se mantenía estancada, tenían días en un infierno tratando de localizar al pequeño Damián, sin éxito.— Díganme ¿qué es lo que han descubierto?— preguntaba Alfredo desesperado, para este punto en ocasiones lo dejaban salir de la prisión que se había vuelto su habitación.— No sabemos nada —respondió Ruiz, y aunque lamentaba que eso fuera verdad, si no lo fuera él era un sospechoso más y no tenía derecho a saber absolutamente nada de lo que descubriera.— ¿Cómo va a ser que no tengan ninguna noticia? ¿No han pedido rescate? ¿No han pedido dinero? ¿Por qué se lo llevaron? tienen alguna idea — pregunto Alfredo.— ¡Que no!— gritó Dante frustrado ante tantos cuestionamientos, ¿quién se creía él para estar interrogando y poniendo en duda sus estrategias para recuperar a Damián?Emilia le tomó el brazo a Dante, no era momento para perder los estribos, en este instante cualquier cosa era buena si los ayudaba a recuperar a su hermanito.— Por favor — dijo Alfredo— Yo también
En la mansión Villanueva todo se había vuelto sombrío y frío, la ausencia del pequeño Damián, la luz de la casa se hacía notar con cada segundo que pasaba. Emilia ya no quería comer, solo estaba pendiente de lo que sucedía fuera de la ventana, específicamente, la ventana que daba en dirección al camino que llegaba de la entrada de la barda frontal, deseaba ser la primera en ver que su hermano había regresado y poder abrazarlo para no soltarlo jamás. — Él va a regresar, tiene que regresar— Susurraba ella entre una tormenta de pensamientos. — Aún falta mucho por hacer y crecer, tiene que regresar, le compre mucho helado de chocolate.— se consolaba a sí misma. A su lado, comprensivo y siendo un apoyo, se encontraba el abuelo, quien discretamente por momentos se alejaba para manejar a sus investigadores y revisar los avances. — Claro pequeña, moveré cada una de las piedras del mundo si es necesario para traer a tu hermanito aquí, con nosotros, solo necesitamos un poco de tiempo, y lo t
Dante llega derrapando a una bodega que parecía estar abandonada, todo alrededor era un lugar vacío y sin un alma que pudiera ayudarle en caso de alguna emergencia.Él sabía que quien quiera que estuviera detrás de todo esto lo estaba haciendo a propósito, pero eso era algo que no tenía importancia en ese momento, al llegar a la puerta principal comenzó a empujarla desesperadamente.— ¡Damián, Damián! ¡Aquí estoy! — gritaba al mismo tiempo que jalaba la puerta para entrar.— ¡Aquí!— la voz aguda y llena de miedo de Damián, fue la motivación necesaria para catapultar la decisión de Dante, el regresó sobre sus pasos para tomar impulso y con toda su fuerza corrió para impactar con una patada en la puerta consiguiendo abrirla.— ¡Damián ya voy!— gritaba Dante desesperado buscándolo entre cajas, mesas y cosas abandonadas que llenaban el lugar impidiendo que lo localizara con mayor rapidez.— ¡Aquí!— gritaba Damián— ¡aquí ven!Dante sentía que su corazón iba a explotar de la fuerza con
Dante abre los ojos intenta moverse al mismo tiempo que trata de enfocar su vista la cual tenía borrosa para descubrir que se encuentra amarrado. — Por fin despiertas, parece que le agarraste amor a estar dormido— Angulo salió de entre las sombras que hacía un montón de cajas que los estaban rodeando en la bodega. — ¿Dónde está Damián?— preguntó Dante preocupado. — El niño está bien, no te preocupes, si te fijaste no le hicimos nada. — Ya déjalo pues ya estoy aquí, ¡libéralo!— Dante quería asegurarse que Damián estuviera fuera de peligro. — No,— dijo firme el hombre— aquí no eres el presidente de nada, aquí tú no indicas nada, aquí eres solo un pobre rehén. — ¿Qué es lo que quieres?— Dante estaba nervioso, deseaba saber qué era lo que quería ese hombre para poder liberarlos, deseaba regresar con su amada esposa. — ¿Qué es lo que quiero?— repitió Angulo — ¿de querer? no quiero nada, deseo, que es diferente, deseo estar libre, deseo estar cómodo y para eso necesito deshacer
Ruiz se encontraba estratégicamente colocado a un lado de una puerta de escape, él y su equipo de mayor confianza se encontraban identificando el área para proceder de la mejor manera. En el lugar donde se encontraba Ruiz, alcanzaba a escuchar cada una de las palabras que el idiot* de Angulo decía. Después de haber sacado la información de Alfredo, a base de golpes les había dicho todo lo que recordaba haber escuchado sobre el plan de Aguirre. — Ruiz estamos listos — se escuchó por el pinganillo a García — estoy desesperado por tronarme a estos hijos de su put* mad... — Calma —les dijo Ruiz— recuerden que no deben ceder ante el impulso o las emociones. Un silencio siguió a esa indicación, para ser roto por Gutiérrez quién dijo: — Encontré al pequeño, solo es cosa de llegar a él. — Avísame cuando lo tengas asegurado— pidió Ruiz— después de eso ingresaremos para detener al maldito este de Angulo Todos afirmaron indicando que habían recibido la orden En ese momento sorpresivament
Golpes huecos comenzaron a escucharse por todos lados, los balazos eran algo que sobraban en ese momento, Dante preocupado por Damián utilizó toda la fuerza que tenía en los brazos para romper el restante de la cuerda. Sin importarle que una bala pudiera alcanzarlo, corrió desesperadamente hasta encontrarse en posición de resguardar a Damián. —Damián ven conmigo —le pidió el desesperado por mantenerlo a salvo. Dante abrazó al pequeño y corrió hacia la salida que ya tenía localizada pero a medio camino sintió que algo frío y duro se ponía en su nuca. — No creas que te vas a ir tan fácil— dijo Aguirre a su espalda— crees que voy a permitir que te vayas y arruines todos mis planes, maldit0 desgraciad0 malnacid0— le dijo lleno de furia Aguirre a Dante. Él no hizo más que apretar a Damián a su cuerpo y pedirle que se calmara. —Tranquilo Damián, todo está bajo control, no te preocupes — Dante había alcanzado a observar qué Ruiz se encontraba entre los agentes que estaban dando respues