(Punto de vista de Lily)

Gruñí al despertar, encontrándome acostada sobre algo duro en lugar de la cama superblanda en la que me había dormido. Me pregunté si había caminado mientras dormía y, de ser así, sobre qué estaba encima ahora mismo. Cuando empecé a moverme, intentando en mi aturdimiento averiguar sobre qué estaba acostada antes de abrir los ojos, sentí algo duro en el muslo. Fue entonces cuando me di cuenta de que no estaba sobre NADA, sino sobre ALGUIEN.

Inmediatamente abrí los ojos y me incorporé. Sí, efectivamente, estaba medio acostada encima de James. Por suerte, toda nuestra ropa seguía en su sitio, aunque esa cosa dura contra mi muslo era exactamente lo que cabría pensar que sería dada la conversación de ayer.

James se despertó cuando me incorporé y me miró sorprendido.

“Buenos días”, dijo vacilante.

“Um, buenos días. ¿Por qué... por qué estás en mi cama?”.

Me dedicó una media sonrisa. “Tú estás en la mía”.

Miré a mi alrededor y me di cuenta de que tenía razón. M