¿Sera una treta de Carla o tendrá una información importante?
Capítulo 70 Los días siguientes a su partida, ambos cumplen con su parte del trato. Es poco lo que le cuenta Jann sobre lo que está sucediendo, pero hay una frase que le repite cada vez que están a punto de colgar la llamada: Voy a estar bien, confía en mí. Aún no había amanecido cuando se despierta sobresaltada, intenta volver a dormir pero no lo logra, por lo que se va a la cocina por un poco de leche tibia para luego acostarse, logrando conciliar el sueño. —Señora —dan dos toques en la puerta— señora. Leticia se remueve en la cama colocando una almohada en su cara cuando escucha que la puerta se abre. —Leticia, hija. Escucha la voz de su padre y sus pasos acercarse a ella, por lo que se quita la almohada de la cara y se sienta de golpe asustada. —¿Qué haces aquí? —le pregunta con un nudo en la garganta al ver sus ojos. —Vístete, te espero abajo, no tardes por favor. Sin decir una sola palabra, Leticia sale de la cama y entra al baño, se alista lo más rápido posible y al sal
Capítulo 71 Leticia llega donde tienen retenida a Carla, Humberto, su jefe de seguridad, va en busca de sus contactos para que la dejen entrar. Se siente impaciente, caminando de un lado a otro mientras espera. —Señora —Humberto se acerca a ella, con su respectivo semblante impasible sin una pisca de emoción. —Dime, por favor, que lograste algo —más que pedirle, le ruega, sintiendo su corazón oprimirse más de lo que ya está. —Solo 10 minutos, espero que sea suficiente. —Cinco serán más que suficiente —responde aliviada— llévame con ella. Humberto hace lo que le pide. La lleva a la sala de visitas, mientras que la traen, le dan ciertas indicaciones de seguridad. La puerta se abre, Carla entra al lugar sorprendida, lo menos que esperaba era que ella estuviera allí. —Realmente me ha sorprendido tu presencia —comenta aun sin creer que la tenga frente a ella. —No vine a ser amigas, quiero que me digas que fue lo que hablaste con mi esposo la última vez que estuvo aquí —su tono de
Capítulo 72 Por suerte, Leticia nunca vendió su apartamento, por lo que sin querer meterse en más problema o ponerse en peligro, contacta a la niñera para que lleve a su hijo a su apartamento, donde después de dormirlo, saca unas cuantas botellas y se encierra desconectándose de la realidad. A la mañana siguiente el dolor de cabeza no era nada normal, por lo que va por una pastilla a la cocina. —El señor no ha dejado de llamar desde temprano —le informa la niñera. —Sigo con vida, es lo único que necesita saber —responde haciendo a un lado el teléfono. Fue tanto el enojo del día anterior que, ha olvidado por completo a la persona por la que todo esto estaba sucediendo, su prima Aimara. Por lo que después que se le pasa la resaca y de encargarse de su pequeño, se va a casa de sus tíos para hablar con ella, necesita saber que al menos lo sucedido en algo la ayudo. —Leticia, ¡qué sorpresa verte por aquí! te hacía en Washington —Laura no es capaz de ocultar lo sorprendida que está. —
Capítulo 73 A la mañana siguiente, Leticia se pone al corriente de las noticias y las cuentas de la empresa, quedando realmente alarmada con lo que descubre. Se levanta de la mesa para ir a cambiarse, necesita ir a la oficina y escuchar una buena explicación de su tío, no puede creer que en tan solo semanas la empresa se haya ido a quiebra y no solo eso, el escándalo que hay en los medios. —¿A dónde vas? pensé que pasaríamos el día juntos —le pregunta al ver que saca ropa y se empieza a vestir apresurada. —¿Acaso no has escuchado lo que ha sucedido en la empresa? se ha ido a quiebra, es todo un escándalo. Antes de irme las finanzas estaban bien, todo estaba en orden, solo algunos pedidos atrasados y obviamente eso tenía algunos clientes descontentos, pero nada que con un poco de organización no se pudiera lograr. Le responde indignada con todo lo que está ocurriendo, sin reparar en la reacción de Jann, solo quiere llegar a la empresa y saber el porqué de todo ese desastre. —Todo
Capítulo 74 Estacionan frente a la casa de sus abuelos y antes de bajar, Jann la detiene. —Ten cuidado de lo que dices frente a tu abuelo, creo que es mejor decirle que nos vamos por motivos de negocios, ha tenido muy buena mejoría, no queremos que nada lo empañe. Le recuerda. Aunque a Mía la lograron estabilizar, lo mejor es mantener las cosas como están, al menos para ella. —Lo sé, tampoco es que soy una insensible. Leticia baja del carro y entra a la casa encontrando a Mía y a Maite sentadas en la sala. —Hola, ¿Cómo están ustedes? —las saluda haciéndose notar. —¡Que hermosa estas! El cambio de ambiente te ha hecho muy bien, te vez radiante —comenta Mía acercándose a ella dándole un abrazo, luego a Jann— sí que has cumplido con tu promesa, la has cuidado bien y ¿mi bisnieto dónde está? —Se ha quedado con la niñera, no esperábamos pasar por acá hoy, pero el viaje se nos adelantó —comenta viendo a su esposa con disimulo. —¿Tan rápido se regresan a Washington? —pregunta decepci
Capítulo Final Un año ha pasado de que se fueron a Canadá y todo ha sido un caos, sus abuelos se tuvieron que venir a Canadá, pasaron por un momento bastante difícil al vivir el duelo y ahora, Leticia lo único que espera es tener un poco de paz y tranquilidad. —¿Que te tiene tan pensativa? —Jann entra a la habitación encontrándola junto al ventanal. —Cuando nos tocó venirnos a Canadá, yo no sabía si era lo mejor, estar lejos de la familia cuando estábamos en medio de una guerra. Aunque ahora las cosas se han calmado un poco no sé si sea lo más conveniente regresar. Aquí hemos podido tener una vida tranquila, en cambio allá, no sé si podamos tener lo mismo. Le explica exteriorizando sus temores y dudas, tiene miedo, de que el siguiente sea su hijo o su propio esposo. Después de experimentar la tranquilidad, no quiere regresar a una vida llena de incertidumbres. —Tu familia desea tenerte cerca otra vez, ya no hay razón para estar lejos, además de que tu prima está por regresar y tod
Epílogo El día a llegado, el momento en que Leticia y Aimara se van a reencontrar después de tanto tiempo. La razón por la que esto la tiene tan fuera de sí, es que debe tomar una decisión: aceptar a George en la familia y hacer las paces con Aimara o no asistir a la reunión que se va hacer para darle la bienvenida y con eso, dejar claro que no está de acuerdo. Pero eso no es todo, frente a ella una prueba de embarazo a nada de arrojar un resultado. —Leticia, ¿Estas bien? —Jann está preocupado, tiene mucho rato allí y no sale. —Sí, ya salgo. Leticia agarra fuerzas y toma la prueba entre sus manos, fijando la mirada en la pequeña pantalla donde está el resultado. Positivo. Empieza a llorar sin poder contenerse, no sabe si es de felicidad o tristeza. Solo que tiene el deseo de dejar salir el llanto, se siente desbordada por las emociones que percibe en ese momento. Jann logra escucharla llorar desde el otro lado de la puerta, por lo que se asustado fuerza la cerradura para entra
Limando asperezas Es sábado y Aimara se ha confabulado con Jann para tener el sábado con su prima, aunque eso significa que le deberá una. George, al enterarse del día de chicas, se encuentra con Marcus para terminar unos pequeños detallitos que no se pueden quedar así. —Recuerda escuchar y luego hablar, no te desesperes y no juzgues demasiado rápido sus decisiones —le pide Jann estacionando frente a la casa de George y Aimara. —Lo sé, ya me lo has dicho —deja escapar un suspiro—, temo entrar y escuchar toda la historia, algo me dice que me voy a molestar mucho. —Ella es feliz y es lo único que importa —se acerca a ella y le da un beso en los labios—, ya ve y disfruten su día de chicas. Leticia baja del carro y se dirige a la puerta principal, aun par de pasos, se abre la puerta y Aimara se asoma por ella. —Me preocupaba de que no vinieras —la abraza, para luego despedirse de Jann y hacerla entrar. —Aquí estoy, lista para un día de chicas y ponernos al día de los principales ac