Horas despuésLa angustia invadía a la familia Delacroix que esperaba en la habitación donde Asher dormía después de comer algo más que frutas. Durante la esperaba, Alessandro le cuenta todo lo que había pasado y Gabriela, limpia sus mejillas, después de dejar de llorar. — Ya no volveré a confiar en esos malditos reportes climáticos. — se queja Gabriela. — Lo importante es que estamos bien, madre. Pudo haber sido peor. — No lo digas o podría darme un infarto — dice Gabriela angustiada. — Estaremos bien. Ya todo pasó — murmura Lucía acariciando la cabeza de Asher.Alguien toca a la puerta y ellos permiten el acceso, mostrando al abrirse, a la mujer que saluda, sentada en una silla de ruedas.— Hola, chicos. — saluda Kim— ¡Kim! — grita Lucía y Gabriela corriendo hacia ella, mientras Asher se despierta asustado por el grito.— Estoy bien, no necesitan gritar.Gabriela y Lucía la revisan mientras lloran. Asher, quien se limpia sus ojos, dirige su atención hacia la fuente del ruido y e
Alessandro camina hacia el hospital y en una de las oficinas de administración, analiza todas las cosas que habían sucedido en su ausencia. Sonríe molesto por todo lo que ha sucedido y suspira profundo pensando seriamente sobre lo que tiene que hacer. — Madre, tendré que…— No, dime de una vez si vas a irte, Alessandro. Dime si estarás más ocupado que tu padre cuando tenías la edad de Asher, porque si es así, no me enojaré si Kim se busca un amante.— Madre, ¿cómo puedes decirme eso? — Sé lo que se siente, Alessandro. Bill no estuvo conmigo durante el embarazo por sus compromisos. Tampoco estuvo mientras crecías y sabes perfectamente cuanto te dolía que se perdiera incluso tus cumpleaños. Así que, si vas a hacerle eso a tu hijo, avísame.— No pienso hacerlo. — Acabamos de rescatarlos de una m*****a isla, mañana es navidad y en vez de pensar en pasarlo con los tuyos, ¿Quieres irte? — pregunta Gabriela molesta y Alessandro suspira profundo — Sí vas a ser igual, dímelo, para dejarlos i
Narra KimLa felicidad me invade cuando entramos al salón. Aunque es un lugar muy grande y por los inconvenientes del rescate y el tiempo en la isla, no pudimos ir a nuestra casa y decorar todo, puedo decir que sin ello, puedo sentir que está navidad es la mejor de mi vida. Alessandro, me lleva hacia Gabriela y nos abrazamos felices por estar en estos momentos, tranquilos. Asher y todos los demás, se ven relajados, excepto Alessandro, quien mira todo a su alrededor.— No está aquí, es muy pronto. No necesitas preocuparte por ello. — digo y él me sonríe intentando mostrar la tranquilidad que no tiene.— No sabemos dónde está, confiarnos, podría costarnos la vida.— Tenemos un ejército cuidándonos y el que ella esté escondida, justamente en este país, sería demasiada coincidencia. Así que, no te desesperes, aún no está asechándonos.— Debí colocar un rastreador en ese chip. — murmura Alessandro molesto.— Eso no importa, ahora, vamos a disfrutar de una navidad juntos. Recuerda que la an
Abrazo a mi esposo hasta que Asher hace una protesta por estar tan cerca de su padre y por ello, cambia de puesto y se coloca en mis piernas.— Mamá mía. — dice Asher serio.— Cariño, espero que los hijos que tengamos sean niñas. No quiero más competencias en mi casa — comenta Alessandro y su hijo, le saca la lengua, para después, aferrarse a mí.Todos se ríen y la comida llega haciendo que nos concentremos en esa comida que no es de hospital o es fruta. Asher, devora el pavo mostrando cuanta falta le hacía la comida fuera de la isla, mientras todos sonreímos al verlo tan energético. La cena termina y veo como Gabriela, camina hacia el balcón del salón y se sienta a mirar el cielo. Alessandro toma mi mano y la aprieta haciendo que lo observe.— Ve con ella.— Pienso que sería mejor que tú fueras, eres su hijo y podrás compartir recuerdos con ella.— Créeme, eres la mejor para eso. En términos de favoritismo, estoy en el último puesto. — se queja Alessandro y yo sonrió — Además, siempr
Los aplausos no se hacen esperar, aunque realmente no comprendo cómo fue que hizo todo esto cuando apenas hemos regresado. Eso y que la propuesta con anillo, llego meses tarde. Pero, al embarazarme antes de enamorarme del dueño del esperma, recibir la propuesta de matrimonio, después de casarme, no es tan extraño.— Entonces, será nuestro secreto. No quiero que tengas pensamientos erróneos de nuestro matrimonio, por habernos casado tan raro. — murmuro sonriente.— Dos semanas. — dice Alessandro y yo lo observó confundida.— ¿Dos semanas?— En dos semanas nos casamos, cariño. — ¿Qué dices? — pregunto confundida. — En dos semanas vamos a tener la boda por la iglesia — ¿Estás loco? En una semana es año nuevo. ¿Nos vamos a casar el siete de enero?— ¿Por qué? ¿Es mucho tiempo?— Alessandro, ¿Estás loco?— Llevamos meses pensando en casarnos. Dos semanas es lo máximo que puedo esperar. Además, con organizadores, podemos hacerlo incluso en dos días. — ¿Por qué la prisa?— Quiero tener es
Las travesuras de mi esposo, me hacen sentir un hormigueo en mi cuerpo, mientras intento alejar al pequeño que se aferra a este. Sin embargo, un movimiento, hace que él se espante y yo respiro profundo al saber que todo va a ser complicado con Asher. Una idea pasa por mi mente antes que Alessandro me haga perder la razón y de inmediato, lo alejo de mí, para que la idea no desaparezca con su contacto.— Trae el vestido que me quité y colócalo en una almohada, por favor.— ¿Por qué?— ¿Quieres que Asher me deje ir? Necesito que siga sintiendo mi olor. — comento y él asiente de inmediato. Acatando mis ordenes, colocamos la carnada que nos ayuda a liberarnos de Asher. Por lo que, me levanto de la cama y antes que mi esposo y prometido me ataque, lo llevo al baño donde me preparo para el ataque de Alessandro y todos los orgasmos que mi esposo puede darme. Los gemidos son acallados por el agua que se mezcla con nuestros fluidos. Mis piernas tiemblan en el tercer orgasmo y Alessandro lo ca
Horas después.Estoy a punto de volverme loca y no precisamente de una forma placentera. Tanta información, está por fundir mi cerebro y no es por dramatizar. Tengo toda una habitación llena de documentos valiosos que nadie más puede leer excepto Alessandro y yo.— ¿Por qué tienen tanto dinero? — Pensé que te gustaría saber que tienes un marido tan poderoso.— No si me toca hacerme cargo de todos sus posibles problemas administrativos. — murmuro frustrada.— Bueno, tener varias empresas en varios negocios, hace que las cosas se compliquen un poco con todo el papeleo de administración. Sin embargo, no es necesario sentir demasiada presión. Recuerda que tendrás un equipo que te respalde. — Aun así… — digo y él extiende su mano para que me siente sobre sus piernas.— Ven, necesitas recibir un masaje. — murmura Alessandro y yo niego sonriendo al saber cómo terminará el masaje. Sus labios acarician mi hombro y cuando creo que debo salir huyendo por tanta acción sexual, alguien abre la pu
Tenía frío, su mirada, me daba demasiado miedo y frío, al punto de quedarme inmóvil. Sabía que si salía, tenía que ser parte de sus celos que muestra él con orgullo por creer que ser posesivo es normal. — Kimberly… — dice Alessandro y eso confirma que está más que molesto.Varias chicas entran a la piscina y unos cuantos hombres, se quedan en las sillas, mientras mi esposo está por acabar con mi existencia, con una mirada asesina. — Augustus Alessandro — respondo, sabiendo que a ambos nos molestar ser llamados así. Alessandro suspira profundo y camina hacia mí, sentándose en el borde de la piscina, para después llamarme para que me acerque a él.— ¿Qué sucede?— ¿Por qué estás vestida así?— Estamos en una piscina y como dice tu madre, no debo avergonzarme de lo que tengo — menciono mirando a la mujer que me traicionó primero al lanzarme a la piscina.— Deberías cambiarte Sabía que tenía razón, tengo un hijo y este bikini, no me hace sentir cómoda al ser tan diminuto. Pero, ¿por qu