Las travesuras de mi esposo, me hacen sentir un hormigueo en mi cuerpo, mientras intento alejar al pequeño que se aferra a este. Sin embargo, un movimiento, hace que él se espante y yo respiro profundo al saber que todo va a ser complicado con Asher. Una idea pasa por mi mente antes que Alessandro me haga perder la razón y de inmediato, lo alejo de mí, para que la idea no desaparezca con su contacto.— Trae el vestido que me quité y colócalo en una almohada, por favor.— ¿Por qué?— ¿Quieres que Asher me deje ir? Necesito que siga sintiendo mi olor. — comento y él asiente de inmediato. Acatando mis ordenes, colocamos la carnada que nos ayuda a liberarnos de Asher. Por lo que, me levanto de la cama y antes que mi esposo y prometido me ataque, lo llevo al baño donde me preparo para el ataque de Alessandro y todos los orgasmos que mi esposo puede darme. Los gemidos son acallados por el agua que se mezcla con nuestros fluidos. Mis piernas tiemblan en el tercer orgasmo y Alessandro lo ca
Horas después.Estoy a punto de volverme loca y no precisamente de una forma placentera. Tanta información, está por fundir mi cerebro y no es por dramatizar. Tengo toda una habitación llena de documentos valiosos que nadie más puede leer excepto Alessandro y yo.— ¿Por qué tienen tanto dinero? — Pensé que te gustaría saber que tienes un marido tan poderoso.— No si me toca hacerme cargo de todos sus posibles problemas administrativos. — murmuro frustrada.— Bueno, tener varias empresas en varios negocios, hace que las cosas se compliquen un poco con todo el papeleo de administración. Sin embargo, no es necesario sentir demasiada presión. Recuerda que tendrás un equipo que te respalde. — Aun así… — digo y él extiende su mano para que me siente sobre sus piernas.— Ven, necesitas recibir un masaje. — murmura Alessandro y yo niego sonriendo al saber cómo terminará el masaje. Sus labios acarician mi hombro y cuando creo que debo salir huyendo por tanta acción sexual, alguien abre la pu
Tenía frío, su mirada, me daba demasiado miedo y frío, al punto de quedarme inmóvil. Sabía que si salía, tenía que ser parte de sus celos que muestra él con orgullo por creer que ser posesivo es normal. — Kimberly… — dice Alessandro y eso confirma que está más que molesto.Varias chicas entran a la piscina y unos cuantos hombres, se quedan en las sillas, mientras mi esposo está por acabar con mi existencia, con una mirada asesina. — Augustus Alessandro — respondo, sabiendo que a ambos nos molestar ser llamados así. Alessandro suspira profundo y camina hacia mí, sentándose en el borde de la piscina, para después llamarme para que me acerque a él.— ¿Qué sucede?— ¿Por qué estás vestida así?— Estamos en una piscina y como dice tu madre, no debo avergonzarme de lo que tengo — menciono mirando a la mujer que me traicionó primero al lanzarme a la piscina.— Deberías cambiarte Sabía que tenía razón, tengo un hijo y este bikini, no me hace sentir cómoda al ser tan diminuto. Pero, ¿por qu
La vergüenza me invade mientras a Alessandro, le parece de lo más normal, darme comida en la boca y limpiarme los costados de mi esta, diciendo palabras dulces, como si fuera una bebé. — Venga, cariño, come un poco de ensalada, eso va a nutrir tu cuerpo y crecerás mucho, bebé. — murmura Alessandro y yo suspiro profundo al ver que se ha tomado en serio eso de atenderme.— No me llames bebé y tampoco digas que creceré, ya mi tiempo para crecer, pasó hace rato. El que tiene que crecer es Asher.— Déjame practicar contigo. Necesito enseñarle a comer a nuestro futuro hijo — murmura Alessandro. — Puedes enseñarle a Asher. — murmuro.— Él ya sabe comer. Hace todo su desastre. Pero, come. — dice Alessandro con tristeza — Esa parte me la perdí por estar trabajando. Lo siento.— Aliméntame, entonces. Es bueno que vayas practicando. Darle de comer a un bebé es complicado — murmuro sabiendo que la culpa volvió a él.— Por eso, cuando tengamos nuestro siguiente hijo, le haré todo. Yo me haré carg
Narrador OmnipresenteAlessandro mira fijamente la escena, mientras el chico, unta sus manos con bloqueador solar. Él, estaba tan enfocado en eso, que ignoró como más de una mano, tocaba su cuerpo, invadiendo tanto su espacio personal que Asher se quejó. Fue allí cuando Alessandro regreso su atención a lo que sucedía y viendo como Asher intentaba apartar las manos que estaban encima de las de Alessandro, su enojo aumentó.— ¿Cuándo les dije que podían tocarme? — pregunta Alessandro molesto.— Señor…— A dos metros de mí o sabrán cuán rápido puede una carrera como modelo ir en picada. — Pero señor…— Uno y solo llegaré a dos para dar la orden. — advierte Alessandro y todas huyen asustadas. Asher, observa la escena confundido, mientras su padre hiperventila de la ira. Con su hijo en brazos, camina hacia la salida, mientras ve como el chico acerca peligrosamente la mano en la espalda de Kim. Molesto, se acerca con Asher en sus brazos y en un tono tan frío, habla:— Tócala y perderás es
Alessandro besa a Kim, antes que la conversación se vuelva más larga. Si algo estaba seguro Alessandro, era que sabía cómo relajar a su esposa. Por lo que, iba a usar sus tácticas deseando cerrar el capítulo amargo de los celos que la posesividad de ambos, había causado. — No voy a caer, Delacroix. Aunque no lo creas, no todo el tiempo estoy interesada en tus juegos — dice Kim cruzándose de brazos. — Entiendo lo que dices. Soy yo quien siempre te busca. Yo no te provoco ni un mal pensamiento, por eso, no tomas la iniciativa — dice Alessandro con fingido dolor.— Hollywood está perdiendo un gran actor. Ahora, apártate, si me trajiste aquí es para que me den un masaje y no para escuchar tu drama. — dice Kim acostándose. Alessandro, sonríe y comienza a masajear un poco una de sus piernas.— Delacroix, ya te dije.— Estoy preparando tu cuerpo para el masaje.— Sé cómo terminan tus masajes y no lo deseo. Así que, aléjate. — Tendré que alejarte de mi madre — dice Alessandro molesto, mien
Kim salió del spa, más tensionada de como entró y Alessandro lo sintió. Sabía que, aunque ella quería mostrarse dura, de cierto modo, el tema sobre sus padres, la afectaban. Lo había notado cuando su madre habló de ello y ahora. ‘¿Por qué tuvimos que quedarnos aquí? ¿Por qué no le seguí el rastro a esa familia que la lastimó en el pasado y ahora, volvió a hacerlo?’ pregunta Alessandro mentalmente molesto. Estaba frustrado. Se sentía culpable por no haber evitado el dolor de Kim en este momento y más aún, le preocupaba no saber cómo disminuir el dolor y malestar que en estos momentos sentía Kim.— Cariño…— Estoy bien. — No lo estás — dice Alessandro entrando al ascensor — No necesitas ser fuerte. Puedes derrumbarte en mis brazos si lo necesitas. Te aseguro que mientras estás rompiéndote, yo estaré aquí para protegerte de cualquier persona que quiera hacerte daño.Kim miro hacia su esposo que le sonreía mirándola de una forma que le aseguraba que todo estaría bien. Que podría derrumb
Cuatro días después Los días que habían tenido como ‘vacaciones’, los habían gastado trabajando hasta que Gabriela y Asher se despertarán y así, disfrutar del resto del día, haciendo compras o disfrutando de un parque de diversiones, el zoológico, acuario y todo tipo de actividades para pasar en familia. Era cierto que se estaban esforzando en priorizar a su hijo, como también, era cierto que intentaban con esmero en ser padres nuevamente. Ellos se encontraban intentando ser felices con lo que tenían, mientras se preparaban para un futuro triunfante. Todo eso, lo habían fotografiado y publicado en redes sociales, aumentando la ira de Dante, quien, había pensado que Yocelyn estaba loca por marcharse sin avisarle. Pero, con tantas fotos llenas de amor, él también se encontraba furioso.— ¿Dónde estará esa mujer? Necesito encontrarla antes que haga un desastre o me quedaré sin marioneta — se queja Dante mientras busca en los barcos que llegan al puerto internacional de Australia.El de