El tiempo pasó y todo inconveniente durante el procedimiento de Alessandro, había terminado. Había perdido mucha sangre y eso, complicó la intervención, por eso, fue la demora. Pero aun cuando terminaron casi a la medianoche, Kim no se había dormido. — Llama a Gabriela. Aunque no tenga noticias deja la llamada abierta. Solo así sabré cuando tenga noticias. — pide Kim mientras ve a su hijo dormir a su costado. Lucía asiente y llama a Gabriela que seguía sin respuesta. Así, duró más de una hora, hasta que los médicos salieron con noticias. Apenas escucharon su nombre, Kim y Gabriela abrieron sus ojos angustiadas — Perdió mucha sangre y por eso, se complicaron las cosas.— No…— susurro Kim.— Las balas perforaron su pulmón e intestino, así que, la cirugía tomó bastante tiempo. Por fortuna, pudimos afrontar todos los problemas que sufrió. — explica el doctor de inmediato, haciendo que las dos mujeres importantes para Alessandro, suspiran aliviadas.>> Salió bien de la cirugía, pero, por
La sorpresa invadía a todos los presentes que escuchaban a Kim. Nunca se había visto tan decidida y eso, emocionaba a Gabriela, quien había hecho muchas cosas para que terminarán juntos. Gabriela notó que todos estaban en silencio y decidió marcharse. — Iré a tomar un poco de aire fresco. — dice Gabriela y de inmediato, los deja solos.— ¿Qué respondes a mi propuesta? — pregunta Kim al no escuchar alguna respuesta de su parte.— No, Kim. No acepto. — responde Alessandro haciendo que Kim suspire profundo y su corazón, duela.— No importa, yo…— Soy un chico difícil, si no me cortejas y pides mi mano a mis padres, no puedo aceptarte. No quiero parecer un chico fácil que acepta una propuesta sin un cortejo, Kim. — dramatiza AlessandroKim, levanta su mirada observando la sonrisa de Alessandro.— Alessandro…— Además, no puedes pedirme ser tu esposo, cuando yo iba a pedírtelo, no es justo. — responde Alessandro y ella lo golpea en su pecho.— Eres un idiota, me asustaste — responde Kim gi
Los chicos a los que tanto les había costado reconocer sus sentimientos, se besaban con amor, después de haber visto ser lastimados y tener miedo por haber visto morir al otro. Ese miedo, les hacía perder el miedo a ser demasiado directos y por ello, se habían besado hasta que su cuerpo, se calentó demasiado. A regañadientes, Kim se alejó al saber que no era buena idea seguir y con cuidado, se cuidaban entre sí, mientras Gabriela y Lucía observaban desde la puerta. Se veía tan increíble la escena, que Gabriela no dudo en tomarles una foto. Fue allí, que fueron descubiertas.— Aquí está mi pareja favorita. Esa que me enseñó cuán complicado es el amor y por ello, sigo insistiendo en tener mi suggar Daddy. — dice Lucía con Asher profundamente dormido en sus brazos.— Trae a Asher, quiero abrazar a mi pequeño — pide Alessandro y Lucía lo acerca.— Hazlo con cuidado, recuerda que estás herido — dice Gabriela, pero su dolor poco importa al sentir el rostro de su hijo en su pecho. De inmedia
Narra KimSonrió victoriosa por su respuesta. Es evidente que pensó lo mismo que yo y eso, me hace sentir menos avergonzada de ser un poco posesiva. Complacida por su respuesta, espero que los hombres lo ayuden a entrar al ascensor.Después de digitar el código de acceso a nuestro pent-house, nos ubicamos después de varios días entre el hospital y casa. Suspiro profundo, ver a mi familia completa, es una alegría indescriptible que me hace sentir plena. Satisfecha, caminó hacia la sala donde dejo a Asher en su piso didáctico y con cuidado, ayudo a Alessandro a sentarse.Es allí cuando la calma me invade y sonriendo, los dos vemos a Asher que juega con sus juguetes como si fuera la primera vez que los viéramos jugando. — Esto si es vida. — murmura Alessandro. — Tienes razón. Estar así, es increíble — susurro.El silencio cómodo en el que estábamos, es interrumpido por la llegada de Gabriela y Lucía, quienes desaparecen de inmediato, causando que nosotros sigamos viendo lo más hermoso
El rubor me recorrió por completo. Sabía que no promesa, su sonrisa me da a entender que no bromea y aunque dude, no me atrevería a levantar las sábanas para estar segura. No quiero llevarme… sorpresas. Respiro profundo e intento no sucumbir al placer que mi mente me hace recordar cada encuentro sexual que hemos tenido.— Dormiré con Asher también.— Amo a mi hijo, nena. Lo sabes. Pero, estoy herido — dice Alessandro con una mirada de perro regañado — ¿Qué pasa si me lastima? Puedo ser fuerte, pero, ahora soy un paciente que solo quiere tener una buena noche.— ¿Y para eso necesitas quitarte la ropa?— Sí, es para estar más cómodo — murmura Alessandro y yo respiro profundo.— Buenas noches, Alessandro. Iré a dormir con Lu y Asher, entonces — digo girando mi cuerpo.— Pero, ¿Qué pasará conmigo?— No tengo idea. Llamaré a tu mamá para que te atienda — digo huyendo hacia la sala.— No creo que sea buena idea — escucho decir a Gabriela. — Claro que lo es. Kim es demasiado lenta, ¿no lo ha
Muchas veces crees que descubrir al ladrón, va a hacer que ese ladrón no cometa más crímenes. Pero, para una mujer como Lu, ocurre lo contrario y es por ello, que respiro profundo ante sus ataques y los que son sutiles y otros directos de parte de Alessandro.La noche, no fue muy agradable, claramente no dormí con Alessandro. Pero, eso no impidió que ante cada cosa, él me llamara por teléfono. Por lo que, terminé llevando a Asher a la habitación con Alessandro, siendo mi escudo para su calculador padre.Cinco veces fueron las ocasiones en las que llevé a Alessandro al baño y diez, para ayudarlo a acomodar en la cama. Porque no podía dormir el señor. Así que, estaba agotada. Demasiado para no tener ojeras tan notorias como las que tengo.— Buen día, prometida hermosa. — dice Alessandro a las cinco de la mañana.— Aún puedes dormir — le recuerdo.— Me despierto temprano siempre. Es complicado dormir cuando mi reloj biológico, tiene todo establecido. Respiro profundo recordándome que no
¿Cómo se define el placer? Muchas personas llegan a definirlo como ser satisfecho al estar llenos por comer algo rico, lograr una meta o llegar al éxtasis sexualmente y yo, estoy experimentando el más grande placer al ver al hombre que amo, completamente desnudo y sonriéndome. — ¿Realmente lo deseas? — pregunto y de inmediato, Aless me devora con sus labios, en un beso urgido que me demuestra que él lo desea tanto como yo. Su mano izquierda se posa en la pared a mi lado, mientras la derecha, está en mi cadera, esa que está bastante cerca de la suya. Sus labios, me hacen recordar porque volví a sus brazos y yo solo sonrió mientras rodeo su cuello con mis brazos. Las ganas me hacen olvidar todas las diferencias y obstáculos que hemos tenido y por ello, me dejo llevar. Es Aless quien intenta levantarme y un quejido hace que reaccione, cuando el movimiento brusco, lastima nuestras heridas. — Lo siento. — susurro, mientras Aless suspira frustrado. — Lo lamento yo, Aún no estoy bien. No
Días despuésHabía llegado a mi limite, era bastante molesto ser siempre vigilada por otros. Por lo que, había tomado distancia de Aless. Aunque habíamos llegado al acuerdo de no contratar enfermeros, contraté a uno mientras regresaba a mi trabajo, o más bien, buscaba un nuevo bufete en el que hacer las prácticas. Desde ese día, había tomado distancia de todos. No estoy para juegos absurdos de afrodisíaco y tentaciones que no deseo experimentar. Por lo que, me la pasé buscando un trabajo. Aunque, siempre termino regresando al bufete por trabajo que debo hacer. — Esto no va a durar mucho — murmuro cuando por décima vez, llega un mensaje de Alessandro pidiendo que hablemos. El cansancio me invade mientras termino de leer un caso, es allí, cuando tocan a mi puerta y yo permito el acceso, mientras limpio un poco mi escritorio. Lo único bueno de hacer tantas cosas es que cuando llegas a casa, no tienes más energía que jugar con tu hijo e ignorar el problema con tu pareja.— Abogada Morga