Narrador OmnipresenteDías despuésNo había cosa más difícil que soltar y ver que la persona que has soltado, le están saliendo las cosas bien. Eso sucedía con Dante, Dulce, Yocelyn e incluso, Alessandro, quien había cedido tanto por amor y ahora, se sentía mal por como ella era feliz trabajando en una firma en la que trabaja más que en la empresa. Alessandro salió lo más tarde que pudo de la empresa, a veces, llegaba a casa y Kim, no estaba. Pero, no podía molestarle por ello, cuando la veía tan feliz volviendo a ser ella. Agotado, subió a su auto y condujo hasta su casa, ignorando que un auto lo seguía. Detrás del volante, una mujer herida, lo seguía sin importar el riesgo que ello consistía. Porque, no le importaba lo que pudiera pasarle. Dulce estaba molesta, no había logrado pocas cosas en su vida y todas ellas, se relacionaban al hombre que se detenía fuera del edificio donde vive, porque Kim sale del mismo apresurada. — Kim — llama Alessandro a la mujer que de inmediato, gira
Dulce, estaba dispuesta a todo y por eso, empezó con lo que ella estaba seguro de que sería la mejor venganza; matarlos. Para ella, Kim merecía la muerte desde que se fijó en quién le gustaba y Alessandro, merecía morir por buscarla tanto, al punto de tener que vivir como una indigente que suplica por comida.— Esta canción es buena — dice Kim subiendo el volumen a la misma. Es allí cuando la loca mujer, los golpea por primera vez.— ¿Qué idiota no sabe manejar? — pregunta Alessandro arreglando el espejo retrovisor para saber quién es la persona. Kim gira su cuerpo para ver quien ha causado el golpe y el asombro la invade al ver cuán mal se encuentra Dulce. Realmente parece una loca. Tan loca que es capaz de todo. Kim lo sabía, esa mirada la había visto en aquella mujer que quiso matarla en la prisión del anciano Delacroix y por ello, temía. — Tus seguidoras no dejan de aparecer y dudo que quiera hablar con nosotros — dice Kim cuando los golpea por segunda vez.— Esto debe ser una m*
Alessandro estaba agotado. Había estado tanto tiempo buscando a la mujer que puso en peligro la vida de ambos, que no objeto más cuando Kim lo llevó a su habitación. Allí, ella se acostó en la cama y él hizo lo mismo sin tocarla. Él había prometido algo y, aunque ella lo abrazaba con fuerzas, Alessandro, no habló al respecto, porque era demasiado tarde y había varios problemas que resolver. Kim, quien tenía su cabeza sobre el pecho de Alessandro, podía sentir cuan agitado estaba su corazón.— No necesitas esforzarte tanto, Aless. La encontrarán y no volverá a intentar hacernos daño — asegura Kim y él suspira profundo.— Sé que la encontraremos. Pero, no quiero que cuando lo haga, sea tarde. No quiero fallar en protegerlos. Moriría si eso vuelve a suceder. — confiesa Alessandro, su más grande temor. Kim, se levanta de su pecho y lo observa. Su mirada, estaba perdida en el techo, pero, podía verse la preocupación en esta. Estaba asustado y nervioso. Dulce, no había causado muchos daños
Narra KimGabriela tenía razón. No era posible huir siempre. Pero, enfrentarse a uno mismo, a los miedos que uno ha creado y todas las barreras construidas, es difícil. Tanto, que saber que lo amo, no me da la fuerza que necesito para enfrentar mis miedos.— Yo…— Sé que se aman, Kim. Pero, además de eso, necesitan ser valientes. Cada día, a Alessandro se le van a complicar más las cosas y necesitará una compañera en su vida. Una que haga el papel de esposa, siéndola. Así que, no dejes ir tu oportunidad de ser feliz. — Hay muchas cosas que arreglar. Muchos miedo y heridas que sanar.— Eso no va a pasar ahora, Kim. Pasaste por mucho que necesitarás de mucho tiempo y amor, para eso. Todos lo necesitamos, pero, escondiéndonos no será posible.— ¿Qué me aconseja hacer ahora para dar el primer paso?— Tú lo sabes. Sólo tú sabrás cómo y qué tanto debes hacer para empezar. Una idea cruzó por mi mente. Por lo que, sonrió al tener todo para hacerlo posible. — Necesito su ayuda, Gabriela. Qui
Narrador Omnipresente Kim, estaba demasiado nerviosa. Había tenido varias citas con Alessandro en estas últimas semanas. Pero, cada detalle de esta, le hacían creer que la siguiente sería especial, y lo era.Mientras la guardaespaldas tocaba a su puerta, para llevarla al restaurante, Alessandro caminaba de un lado al otro revisando que todo estuviera bien.— Esas flores no van allí y la luz que me prometieron increíble, no la veo — dice Alessandro mientras Lucía y Gabriela, revisaban que las cosas fueran según el plan.— Hijo, debes calmarte. Todo va a salir bien — le dice Gabriela perfectamente arreglada.— ¿Qué pasa si vuelve a rechazarme? — pregunta Alessandro con nerviosismo.— No lo hará — interviene Lucía — Conozco a Kim. Ella ama estás cursilerías y te ama a ti.— Eso no ha impedido que me rechace las otras veces.— Eso es porque no has sido así de romántico. Dices cásate conmigo o se mi novia, sin demostrarle que lo haces de corazón y comprometido a no fallarle, por la forma e
Las cosas claramente no estaban saliendo bien y la noche que pudo haber sido especial, podría ser la más dura de Kim. Ella, quien vio a Alessandro cerrar sus ojos, se levantó y de inmediato, revisó a su hijo, mientras Lucía corría hacia ellos.— Pide una ambulancia. — ordena Kim. Lucía de inmediato, toma su teléfono, mientras Kim agarra a su hijo en brazos y corre hacia Gabriela, quien apenas sale del restaurante.— ¿Qué ha pasado?— Mantén seguro a Asher. Yo me encargo de Alessandro. — dice Kim corriendo hacia él.— Pero…— Una loca nos disparó, Gabriela. Una bala alcanzó a tocar la pierna de Asher, intenta calmarlo, por favor. — pide Kim arrodillándose al cuerpo de Alessandro — Vienen en cinco minutos — informa Lucía.— Ayuda con Asher, Gabriela debe estar mal — pide Kim mientras revisa si Alessandro tiene pulso.— También estás herida — murmura Lucía viendo la sangre en el cuerpo de Kim — Eso no importa. Ve a cuidar a Asher. — Kim— ¡Por favor, Lucía, ayúdame con Asher o no podr
El tiempo pasó y todo inconveniente durante el procedimiento de Alessandro, había terminado. Había perdido mucha sangre y eso, complicó la intervención, por eso, fue la demora. Pero aun cuando terminaron casi a la medianoche, Kim no se había dormido. — Llama a Gabriela. Aunque no tenga noticias deja la llamada abierta. Solo así sabré cuando tenga noticias. — pide Kim mientras ve a su hijo dormir a su costado. Lucía asiente y llama a Gabriela que seguía sin respuesta. Así, duró más de una hora, hasta que los médicos salieron con noticias. Apenas escucharon su nombre, Kim y Gabriela abrieron sus ojos angustiadas — Perdió mucha sangre y por eso, se complicaron las cosas.— No…— susurro Kim.— Las balas perforaron su pulmón e intestino, así que, la cirugía tomó bastante tiempo. Por fortuna, pudimos afrontar todos los problemas que sufrió. — explica el doctor de inmediato, haciendo que las dos mujeres importantes para Alessandro, suspiran aliviadas.>> Salió bien de la cirugía, pero, por
La sorpresa invadía a todos los presentes que escuchaban a Kim. Nunca se había visto tan decidida y eso, emocionaba a Gabriela, quien había hecho muchas cosas para que terminarán juntos. Gabriela notó que todos estaban en silencio y decidió marcharse. — Iré a tomar un poco de aire fresco. — dice Gabriela y de inmediato, los deja solos.— ¿Qué respondes a mi propuesta? — pregunta Kim al no escuchar alguna respuesta de su parte.— No, Kim. No acepto. — responde Alessandro haciendo que Kim suspire profundo y su corazón, duela.— No importa, yo…— Soy un chico difícil, si no me cortejas y pides mi mano a mis padres, no puedo aceptarte. No quiero parecer un chico fácil que acepta una propuesta sin un cortejo, Kim. — dramatiza AlessandroKim, levanta su mirada observando la sonrisa de Alessandro.— Alessandro…— Además, no puedes pedirme ser tu esposo, cuando yo iba a pedírtelo, no es justo. — responde Alessandro y ella lo golpea en su pecho.— Eres un idiota, me asustaste — responde Kim gi