La noche cubría la ciudad, y las noches más agobiantes eran las más difíciles de soportar.Walter no pudo sentarse ni un segundo. Estaba de pie en la puerta de la sala de emergencias, deambulando sin parar. Liberto había salido una vez, pero no volvió a aparecer.¡Nadie sabía cómo estaba su abuela!Abril, exhausta de llorar, casi se desmayó varias veces. Agustín, preocupado por la señora, también intentaba calmar a Abril.Walter bajó la cabeza, mirando los mensajes en su teléfono, esperando sin cesar noticias de Simón.María, María...Ese nombre se clavó en su corazón como una espina.No sabía si podría encontrarla.Si lograba encontrar a María, ¿sería de alguna utilidad si algo le sucedía a su abuela?El director había mencionado ese nombre con la esperanza de que él ahora encontrara a María para salvar a su abuela.Walter se sentía confundido.Mientras Walter deambulaba inquieto, varios individuos se acercaron de repente.Se giró, y uno de ellos, vestido con un traje de protección az
La mano de Walter se posó en el hombro de la persona, y su paso se detuvo por un momento.—Hola —Walter saludó de forma proactiva.El pasillo estaba vacío, y en el silencio se podía escuchar el fuerte latido de sus corazones.La persona bajó la cabeza, y Walter sintió que algo no estaba bien.¿Conocía a esta persona?¿Por qué era tan misteriosa? ¿Era una doctora?—Hola, ¿te conozco? —Walter preguntó directamente.La persona no era alta; claramente era una médico.De espaldas, se podía ver que tenía una figura delgada.No se giró.Walter, con la mirada seria, dijo: —Gracias por salvar a mi abuela.La mujer asintió con la cabeza, pero no dijo nada y trató de irse.Él la llamó de nuevo: —¿Puedo verte?La mujer sacudió la cabeza, apartó su mano y se alejó rápidamente.Walter sintió que sus pies estaban pesados; le faltó el valor para seguirla.Todo le parecía tan extraño…—¿Walter? —le dio un toque en el brazo Agustín.Walter se volvió y vio a Agustín.—¿Por qué estás ahí parado mirándola?
—¿Conoce a María, director? —preguntó Walter con curiosidad.Liberto sonrió, —Por supuesto que no la conozco, pero he oído que es muy competente. Sin duda, encontrarla sería de gran ayuda para la salud de la anciana.Walter frunció el ceño y volvió a preguntar: —¿Tu asistente es María? —refiriéndose a la persona que había salido de la sala de emergencias.Liberto apretó un poco la mano que sostenía la taza, pero no fue percibido.—No es ella.—Director Liberto, si usted conoce a María, ¿podría presentármela directamente? Sabes que es difícil encontrar a María —Walter fue directo al grano.Si la conocía, ¿por qué tenía que suplicarle?—Esa persona no es María, es una nueva doctora en nuestro hospital —Liberto insistió en que no era ella.Walter guardó silencio, finalmente asintió, —Entendido.Liberto hizo un sonido de asentimiento y no dijo más.Walter salió de la oficina y miró profundamente la puerta de la oficina.¡Ding!Llamada de Simón.Walter entró en el ascensor, presionó para co
Walter condujo su auto y, justo cuando estaba a punto de salir, su vista se posó en un Pagani de color púrpura...¡Ese coche!¿El coche de Mariana?María... proveniente de una familia de médicos... no quiere mostrarse, pero está dispuesta a ayudar a su abuela.Esta persona...De repente, tuvo una audaz conjetura.¿María podría ser Mariana?!Walter detuvo rápidamente el coche.Al abrir la puerta y mirar hacia atrás, se dio cuenta de que la persona había subido a una furgoneta negra.La furgoneta se alejó rápidamente, y Walter no pudo ver la matrícula.Se apresuró a subirse al coche para seguirla, pero al salir del estacionamiento subterráneo, ya no pudo encontrarla en las calles atestadas de la hora pico....—Vaya, me asusté — Mariana miró por el retrovisor, con una fina capa de sudor en la frente.¿Quién lo entendería? Tenía la intención de bajar a casa, pero justo se encontró con Walter en el ascensor.¡Escuchar a Walter hablando con Simón sobre ella la hizo sudar frío!—Menos mal qu
Mariana miró por la ventana, sin querer prestarle atención a Yahir. Aunque él la llevara a casa, ella aún iría sola al instituto de investigación más tarde.Después de todo, había asumido la responsabilidad del instituto, y debía hacerse cargo de él.¡Mientras se esforzara, los resultados de la investigación llegarían pronto!—Por cierto, si señor Guzmán vuelve a mencionar la recompensa, ¿cómo debería comunicarme al respecto? —Yahir miró a Mariana.Mariana levantó la vista. ¿Recompensa?Walter era un hombre persistente. Si tomaba una decisión, era difícil que alguien cambiara de opinión.Mariana respondió: —Transfiere su información directamente a mí, y a partir de ahora, yo me comunicaré con él.—Bien. Pero debería ser Simón quien se comunique —Yahir le informó.Mariana asintió. —Entendido.Pronto llegaron a la casa de la familia Chávez, y Mariana estaba a punto de bajarse del coche.Yahir la advirtió: —Te estaré vigilando desde la puerta, no pienses en ir al instituto.Mariana se que
Ahora se daba cuenta de que, en la vida, la soledad y la vacuidad eran la norma.Mariana se lavó la cara con agua fría para despejarse un poco. Al tomar su teléfono, se dio cuenta de que la gente del instituto le había enviado varios mensajes, la mayoría relacionados con datos.El instituto no podía estar sin dirección ni un día; aún la necesitaban.Mariana miró la hora: pasaba de las seis de la tarde. Debido al invierno, la noche caía rápidamente.Se cambió de ropa, se arregló un poco y se dirigió al instituto.El viento soplaba con una frialdad cortante, y el pronóstico del tiempo advertía que se esperaba otra caída en la temperatura. Cuando Mariana llegó al instituto, ya no había nadie en el edificio. Unas pocas hojas crujían bajo los árboles, y el sonido inquietaba a quien lo escuchaba.El instituto, vacío y sin luces encendidas, tenía un aire extraño.Mariana se dirigió a la base de datos; al introducir su huella dactilar, las luces se encendieron automáticamente. Justo cuando iba
Después de que Clara salió, Mariana se preparó para seguir investigando los datos.Aprovechó para buscar toda la información relacionada con el Ganoderma. Aunque sabía que el Ganoderma podría ayudar con el SH2N, aún no había comprendido del todo sus efectos específicos.Justo cuando iba a sentarse en el sofá para revisar los datos, de repente sonó una alarma en el edificio.Mariana levantó la vista, ¿eh?El sonido de la alarma era intenso, llenando todo el piso de un aire de pánico.Mariana frunció el ceño, de repente pensó en Clara, que había salido hace un momento.¿Clara?Cuando llegó, sintió que afuera estaba sombrío y frío. ¿No sería que Clara había tenido un accidente?Mariana encendió todas las luces del instituto y salió de su oficina, dirigiéndose rápidamente hacia la planta baja. Al llegar al vestíbulo, oyó gritos: —¡Socorro! ¡Socorro!La luz no era suficiente para iluminar el instituto, pero Mariana vio las manchas de sangre sobre los azulejos blancos.¡Clara claramente habí
Justo cuando estaba a un paso, el hombre empujó a Clara y levantó la mano para agarrar el cabello de Mariana.Mariana, temblando, lanzó una patada que impactó directamente en el cuerpo del hombre.En el instante en que él exclamó sorprendido, Mariana ya había cerrado su puño derecho y le había golpeado la cara.El hombre giró rápidamente y casi se estrelló contra un árbol.Mariana, desde atrás, agarró el brazo del hombre, moviéndose con fluidez para inmovilizar sus dos brazos, y luego lo empujó con fuerza hacia el suelo.Un estruendo sordo resonó. El hombre cayó al suelo.Mariana se apresuró a quitarle el sombrero y la máscara.Era un rostro muy desconocido, incluso parecía un poco ingenuo.Sus ojos eran claros y sinceros, como si estuviera obligado a hacer esto. Su pierna seguía sangrando, y Mariana sintió un escalofrío en su corazón.—¿Quién te envió? —Mariana fue directa al grano.Solo tenía un enemigo: ¡Jimena!Pero aún esperaba obtener el nombre de Jimena directamente de sus labio