Capítulo 0445
—Ya, ya lo sé —respondió Mariana con impaciencia, cepillándose los dientes.

Catalina le dio un leve golpe en la cabeza a Mariana, con una mezcla de exasperación y cariño. —¡Ay, hija, no sé qué voy a hacer contigo!

Mariana hizo un mohín.

Mariana se duchó y se maquilló.

Cuando se sentó frente al espejo, ya eran más de las dos de la tarde.

Mariana sentía que se le había olvidado algo.

Mariana miró hacia arriba, tratando de recordar...

¡Ah, sí! El teléfono.

Mariana fue a la mesita de noche a buscar su teléfono, y se dio cuenta de que estaba apagado.

Se le había agotado la batería.

Anoche, cuando llegó, estaba tan cansada que se había acostado directamente a dormir.

Mariana enchufó el teléfono y lo encendió, y entonces recordó lo que se le había olvidado. Tenía varios mensajes de Walter.

[¿Apagado? ¿Me has dejado plantado?]

[Mariana, ¡sólo te he dado hasta las dos!]

[Muy bien.]

Mariana se quedó sin palabras.

Bueno... ¿podría excusarse?

Anoche se había retrasado porque había ayudado a Vicent
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