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Capitulo 5. Qué eres?

Salir a la calle en principio fue abrumador, todo el mundo me miraba y agachaba su cabeza, estuve tentada a preguntar, pero inmediatamente saque esa idea de mi cabeza, nadie me diría nada, solo Jhon lo haría.

Ya me estaba empezando a cansar de te lo explicará Jhon, espera a Jhon, Jhon, Jhon... Ni que el fuese el rey de todos!

— Luna —dice una señora muy mayor y agacha su cabeza.

— Valery —respondo sonriendo, pero la señora se marcha después de que Nana le de una mirada.

Llegamos hasta la tienda, Nana compra carne, frutas y leche. Me distraigo mirando unos dulces, como sabrán? Cada color sera de un sabor diferente?

— Qué miras? —dice George a mi lado.

— Nada —

— Quieres unos?—

— Puedo? —digo mirando a Nana.

— Claro que puedes, elige los que más te gusten —dice sonriendo.

Miró todos los dulces que hay, y la verdad es que hay muchos.

— Cho... choo... choco... chocola... chocolate—

Veo a George a mi lado y me mira casi riendo. Nana le da una colleja y lo manda a la calle.

— No le tomes en cuenta, aveces es un poco payaso e insensible. Señorita nos llevamos uno de cada —

— Pero Nana, son muchos yo no me merezco...—

— Paparruchas, eso sí no puedes comer demasiados de un golpe o te dolerá la barriga —

Volvemos a la casa, George lleva todas las bolsas a excepción de una, mis dulces quería llevarlos pero me he negado. Es la primera vez que tengo algo mío y nadie me lo va a quitar.

Subo a mi dormitorio, me doy una ducha y vuelvo al dormitorio, miró la ropa que Nana me ha preparado, frunzo el ceño cuando veo que es un vestido, odio los vestidos con todo mi ser, al menos este es suelto y solo se entalla en la zona del pecho.

Doy un suspiro y me lo pongo, miró el calzado y veo que son las zapatillas, al menos son cómodas. Recojo mi cabello en una coleta alta, Me miró al espejo y veo que mi cara esta casi normal. Nana me ha dejado maquillaje pero no quiero usarlo, usarlo me recuerda a aquel lugar.

— Estás bonita —dice Jhon desde la puerta asustandome.

Lo miro y sonrío, pero estoy loca por qué he hecho eso.

—Te he echado de menos -dice acercándose a mi. - puedo abrazarte un momento?—

— Si, supongo que si —

Pasa los brazos alrededor de mi cuerpo y posiciona su cabeza al lado de mi cuello, me quedo estática hasta se diría que he olvidado respirar. El parece notar mi incomodidad y se retira lentamente.

— Lo siento, no lo he podido evitar—

— No importa, no me ha molestado, solo que no estoy acostumbrada — respondo bajito.

Bajamos a cenar y el no deja de hablar con George, algo sobre un tratado y que la próxima vez irá el, también dicen algo de hacer una presentación pero cuando se dan cuenta de que estoy mirando cambian de tema.

Al terminar la cena, Jhon me pide que lo espere en la sala si no estoy demasiado cansada, asiento con la cabeza y me siento cerca de la ventana, la luna hoy está muy grande y bonita, escucho aullar un lobo o quizás varios, siento un escalofrío de inmediato. No es que me vaya a dejar salir por la noche pero tengo que tener en cuenta que hay animales salvajes en el bosque.

Miró la librería con nostalgia, bueno igual ahora que está de vuelta me deja leer. Hace un rato que entro en su despacho con George, por lo que si soy rápida puedo subir a mi dormitorio y coger mis dulces. Miró hacia todos lados y subo las escaleras a toda prisa, cuando estoy entrando de nuevo en la sala escucho la puerta abrirse, me siento corriendo y escondo la bolsa detrás de mí espalda.

— Qué haces Valery? —dice de manera brusca.

— Nada... nada—

— No me mientas, no me gusta que lo hagan —dice levantando la voz y asustandome — dame lo que tienes ahí —

Saco la bolsa de mi espalda y la sostengo entre mis manos con fuerza, el estira de la bolsa y la rompe, todos los dulces caen en la chimenea encendida.

Las lágrimas caen a borbotones de mis ojos, era la primera vez que tenía algo mio.

— No llores, yo lo siento, no sabía...—

Se intenta acercar a mi, me hago una bolita y tapo mi cabeza con mis manos.

Sale de la habitación y unos minutos después vuelve acompañado de Nana, está parece estar regañándole.

— Ya está niña, no llores más, mañana te compraré más, no sigas no te hace bien —dice Nana acariciando mi cabeza.

Después de un momento logro calmarme, el esta sentado a una distancia prudente. Se ve que está triste y no entiendo el porque, si él no ha perdido nada.

— Compórtate como un hombre, y no vuelvas a meter la pata! —habla Nana en tomó de regaño, sale de la habitación y nos deja solos.

— Valery te han tratado mal en mi ausencia?—

— No —

— Te ha faltado algo?—

— No —

— Te sientes bien aquí?—

— Si —

— Hay algo que te moleste? —

— Si, digo no —

— Dime la verdad —dice y esta vez no está enfadado.

— Agradezco que me salvarás la vida, aunque yo no te lo pedí, había aceptado mi destino y estaba feliz de morir... Estas semanas Nana me ha cuidado muy bien pero me siento enjaulada he cambiado solo de..—

— Por qué dices eso?—

— Soy tuya pero no eres mi amo, puedo hacer lo que quiera pero no puedo salir, ni si quiera puedo coger un libro de ahí —respondo sin levantar la cabeza.

— Es complicado —

— Pues explicamelo, puedo no saber mucho pero no soy tan tonta como crees —digo armandome de valor.

Se levanta del sillón y me ofrece una de sus manos, me levanto y me pongo a su lado pero no soy capaz de sostener su mano. 

Salimos hasta el jardín, vuelvo a escuchar a los lobos. 

— Están celebrando —

— Qué celebran? —pregunto confusa.

— Ya tienen a su Luna en casa —dice sonriendo —Valery se que no confías en mí pero te prometo que no te haré daño, solo te pido que seas fuerte y abras tu mente —

Veo como comienza a quitarse la ropa, eso hace que de un paso atrás, hace que los recuerdos dolorosos llenen mi mente.

De un momento a otro, veo como sus brazos y piernas se llenan de pelo, de un momento a otro Jhon ya no está en su lugar está un lobo enorme, este se queda parado mirándome.

Aunque parezca algo irracional no siento miedo más bien curiosidad, me acerco lentamente y extiendo una de mis manos, lo más probable es que de un bocado me arranque un brazo.

Pongo mi mano en su cabeza y acaricio su pelaje, el gran lobo negro no me ataca más bien ronronea.

Después de unos minutos el lobo se separa de mi y poco a poco vuelve a su forma humana, ahora es Jhon y no el lobo el que está frente a mi.

— Valery, estás bien?—

— Si, puedes hacer qué vuelva?—

— Si, te gusta?—

Asiento con la cabeza, el lobo me ha gustado no me ha transmitido miedo sino más bien seguridad, es como si supiese que el nunca permitiría a nadie dañarme. 

— Vamos dentro, hay cosas que te quiero explicar —dice cogiendo un pantalón y poniéndoselo.

Antes de entrar le pregunto sin pensar:

— Qué eres?—

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