JhonNunca creí que fuera a verla, el día que mi padre la expulsó de la Manada pensé que jamás la volvería a ver. Pero de nuevo me equivocaba ya que ahora mismo me hayo en su búsqueda.Gracias a la Diosa Damian no ha soltado ninguno de sus comentarios cosa que agradezco. Está muy concentrado en buscar su rastro, ahora se que ella nunca se fue, cambio su forma y siguió viviendo entre nosotros aunque lo hiciera por temporadas.Cómo pensar que la amable viejecita que vivía a las afueras del pueblo podría ser ella, que ciegos y que ilusos fuimos.Lo que no entiendo es porque ahora y no antes, supongo que es algo que descubriré muy pronto.—Aquí termina su rastro— dice Damian quedándose quieto.— Pero aquí no hay nada, solo hay árboles—— Recuerdas lo que nos decía Nana cuando éramos pequeños?—Me pongo a pensar en sus palabras, que era lo que nos decía Nana, un recuerdo llega mi mente.** Nuestros ojos no lo pueden ver todo siempre, pero nuestros sentidos de lobo nos pueden ayudar**Cierr
Tres años después...— Jhon trae a Evan y a Bella es hora de cenar, por favor—Me asomo al jardín y veo como mi compañero juega con sus hijos y si digo hijos porque el que decía que no pasaba nada por una vez! Se equivocaba de ese celo nació Evan por lo que tengo a Bella con tres años y a Evan con dos.Los observó un rato en silencio hasta que escucho el sonido de un coche.— Vamos que ya están aquí!—Bella sale corriendo hacia la puerta y Jhon frunce el ceño. Cojo a mi pequeño en brazos y salgo a recibir a Damián, Ari, Joseph y a mi hermano.Bella se abraza a Joseph en el mismo momento en el que pisa el porche de la casa. No se si Damian tendrá razón o no, pero sean o no sean compañeros tienen un vínculo especial.Desde que nació Joseph Bells no quiere separase de él, se diría que hasta lo cela.— La próxima vez os toca venir a vosotros cada vez estoy más pesada y el bebé no deja de patear—— Ari no dejes que este grandullón te haga más hijos—— Ella no se puede resistir a este cuer
AriNunca pensé que mi vida fuese a cambiar tanto, nací y me crié entre maltratadores. Unos padres alcohólicos y la mayoría de las veces ausentes. Así que decidí que debía dejar esa vida, cuando cumplí los dieciséis años me escape de casa.Los dos primeros años los pasé viviendo en las calles, vivía de las limosnas y de lo que ahora digo con vergüenza, de lo que podía robar.Hasta el día que lo conocí a él. Sabía que era bastante mayor que yo pero aún así decidí probar, quizás esa era la figura paterna que buscaba, aunque para mi desgracia tampoco fue lo que esperaba. Al principio era amable conmigo y me cuidaba, pero después descubrí a base de golpes que tan solo había cambiado de ubicación, mi vida seguía siendo una vida de mierda.Quizás era lo que merecía después de todo. Así pasaron los meses y descubrí que portaba un niño en mi interior, eso me dió fuerzas para seguir continuando. Soportando maltratos y humillaciones. Nada en mi vida había sido gratis, todo tenía un precio, pero
Hoy es mi decimoctavo cumpleaños, es una fecha muy especial ya que al fin podré transformarme. Estoy nerviosa eso no lo negaré, no solo por todo lo que supone en la transformación, también porque hoy saldrá a la luz mi verdadera naturaleza.Mamá y papá han intentado por todos los medios que no la descubra, pero mi Tío Damian al final acabo contándome un poco,no me hizo falta que me dijese más ya que yo sola investigue.Se que ser diferente puede llegar a costarme la vida, muchos entenderán mi llegada como una declaración de guerra, y para nada es eso lo que pretendo. No quiero apoderarme de la Manada de nadie solo quiero vivir una vida tranquila con los míos, encontrar a mi pareja destinada y dirigir mi Manada.Miró el reloj por décima vez en lo que va de noche, la fiesta por mi cumpleaños a sido fantástica, pero ahora que ya sólo queda mi familia el tiempo no parece correr.Papa se acerca a mí, si semblante es pálido, normal no sabe en lo que me voy a convertir hoy.— Bella... hoy es
Antes de empezar quiero decir que este capítulo es duro, puede llegar a herir sus mentes. Es y era muy importante escribirlo para que supieran lo que había pasado nuestra protagonista Valery, y así comprender su actitud y sus miedos.A la edad de quince años perdí a mi madre y no de la manera esperada, mi madre murió apaleada por mi propio padre.No tuve tiempo para llorarla, no tuve tiempo para despedirme de ella, solo me agarró del brazo y me saco arrastras de la casa, de un golpe me metió en el maletero del coche...****Han pasado ya tres años de aquella noche, tres años en los que no he parado de rezar por mi propia muerte.Escucho como me llaman, es hora de presentarme ante los desgraciados que disfrutarán de mi cuerpo esta noche. Y si digo disfrutar porque desde hace tres años me veo obligada a vender mi cuerpo. Si al menos pudiese escapar de esta vida, pero ya dejé de soñar con eso. Él no me lo permitiría, mi amo me moleria a palos por intentar escapar. Yo no soy nada, solo so
— Basta! Nadie va a matar a nadie y menos por eso— grito cansado.El silencio reina en estos instantes, al fin he conseguido que se calmen.— George, déjales el contrato que lo lean y lo firmen, si aún así no se ponen de acuerdo. Me quedaré las gallinas yo—Salgo de mi despacho y me encamino hacia la calle, la Manada está tranquila hoy, me acerco a mi Jeep y lo arranco necesito ir al pueblo a por algunas cosas, espero no hacer un viaje en vano.En la Manada tenemos casi todo lo que podemos necesitar, pero evidentemente no todo. Vivimos aislados de los humanos pero lo suficientemente cerca para poder abastecernos en caso de emergencia.Llegó hasta el pueblo, me acerco hasta la farmacia y entrego las recetas que la doctora de la Manada me entrego esta mañana. Nosotros los hombres lobo apenas enfermamos pero si lo hacemos necesitamos medicinas también.— Es mucho antibiótico señor Wolf, no cree...—Veo como esa estúpida humana me mira, bajo mis gafas de sol y me dirijo a ella.— Señorita
Abro los ojos lentamente, estoy en una habitación, no estoy en la calle y tampoco parece que haya muerto. Ya que me duele todo el cuerpo.Miró atentamente y veo un hombre cerca de la ventana, es un hombre muy grande, no puedo ver su rostro ya que está de espaldas pero por su porte parece ser un hombre atractivo.— Veo que ya estás despierta— dice asustandome.— Cómo te encuentras?—No respondo me quedo callada, estoy confundida y asustada.— Acaso no sabes hablar?—pregunta levantando la voz.— Si... si que se amo—respondo y agachó la cabeza.— Perdona como me has llamado?—— Niño, no ves que la estás asustando...— dice Nana entrando en la habitación.— Nana por qué no has llamado, podrías haber visto algo...?——Algo cómo qué? Por si no lo recuerdas yo te cambiaba los pañales y...—— No sigas, ya he crecido bastante desde eso—La conversación entre estos dos me resulta agradable, sus miradas son sinceras y parecen quererse.— Jhon sal de aquí, voy a limpiar las heridas y a cambiar su c
Llevo aquí dos semanas, aquí me siento segura y no sé si feliz. Pero estoy bien. Mis heridas están casi curadas. Ayer el doctor quito las grapas de mi operación, no puedo hacer esfuerzos durante al menos otros quince días pero no me quejo.Ya me levanto sola y me aseo, mi rostro ya no está hinchado y aunque todavía no está de su color normal no me veo mal del todo.Nana me ha traído un pantalón, solo con verlo he llorado creo que es la primera vez en toda mi vida que puedo usar uno. También me ha traído unas zapatillas pero no sé cómo se sujetan. Nunca en toda mi vida he tenido unas, cuando vivía con mamá solo tenía unas botas y cuando me fui a ese lugar solo llevaba zapatos de tacón.Me miró en el espejo y me sorprendo mi jersey es calentito y los pantalones son cómodos el único problema son las cuerdas que caen de las zapatillas, no hago nada más que pisarlas y ya he estado a punto de caer dos veces.— Niña eres un desastre, pero uno bueno— dice Nana sonriendo y anundando las cuerda