Más de diez lunas de toda Norte América son humanas, las otras treinta son mujeres lobo.

Más de diez, las demás son mujeres lobo, con esas cifras la propuesta de mi suegra saldrá adelante.

No me preocupa dejar de ser Luna ya que hasta hace poco ni sabía lo que era, pero si me preocupan las repercusiones que eso pudiese tener en la Manada y en Jhon, sobre todo en el.

Me muevo inquieta de un lado para otro, se que tengo que hablar con él, se que tengo que contarle lo que planea su madre, pero eso no significa que sea menos difícil, al fin de año cabo sigue siendo su madre.

— Jhon, puedes venir— digo al fin en voz alta.

— Qué pasa princesa? Estás bien, el bebé?— dice apresurado hasta mi posición.

— Estamos bien, no debes preocuparte por eso— doy un suspiro y cojo su mano. — ayer tu madre me dijo algo...—

— No sigas, no debí haberla invitado, no ha cambiado. Siento que tuvieras que aguantar sus comentarios y observaciones, como ella le gusta llamarlas...—

— No es eso Jhon, déjame h