Capítulo 34.

Con el corazón y la respiración agitada, sintiéndose tan atraído y seducido por ese alfa, Luka apenas pudo recobrar la compostura, negándose a ir más allá de solo ese simple toque.

“Basta, deja de comportarte como un idiota, sabes que yo no quiero nada de esto de ti” Negó Luka molesto, mintiéndole a Alexis: “Además, la piscina queda justamente afuera de esta habitación, si alguien voltea en esta dirección podrían vernos…”

“Y eso sería un gran problema, ¿Verdad?”

“¡Claro que lo seria! Aléjate, nadie puede vernos juntos”.

Volviendo a sonreír, Alexis hizo su agarre en la cintura de Luka más firme aun, evitando así que el omega escapara de su lado o que pudiera empujarlo, mientras que Luka seguía luchando por apartarlo de su cuerpo, solamente consiguiendo que Al

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