Escuchando el ruido seco que hizo el vaso de cristal con agua en la mesa de café de la sala de Nikolai, Alexis susurró: “Gracias”.

“Bebe un poco, te notas exhausto” Recomendó Nikolai, sentándose al lado de Alexis en el sofá.

Cerrando los ojos y sin beber el agua, todavía confuso con todo lo que estaba sucediéndole, Alexis preguntó en un susurro: “¿Qué demonios pasa con Luka?”

“¿Te refieres a todas las cosas en general? ¿O a algo más específico?”

“¿Por qué no quiere mi ayuda?”

Alexis no había podido dejar de pensar en Luka, tan triste y adolorido en su cama después de haber sido golpeado por su prometido. Tal vez por que verlo de esa forma traía malos recuerdos de su adolescencia juntos, cuando una vez él mismo ocasionó que Luka saliera herido. P