Se iría en unos días, eso tenía planeado él, no pensaba quedarse un día más, pero lo hizo, se encontraba desayunando con su familia.—Mamá, recuerdas a la señora Clara.—Así es la que vende en el mercado.—Si ella, pues déjame contarte que la señora ya no vende en el mercado, ahora está su hija Estela.—Y que le paso a ella.—Me dijeron que estuvo grave en el hospital, por algo del estómago.Su madre solo movió la cabeza, a lo que continúan hablando Alejandro y ella, mientras Héctor igual habla de otro tema, como Enrique que menciona de la escuela.Mientras hablaba Enrique con su madre, Héctor y Alejandro.—Y ya no pudo venir ese día Inés.—No, ese día se reunió con sus amigos, pero hoy vendrá a comer.—Bien.—Entonces cuando te vas.—Mañana.—Ya mañana, tan pronto.—Sí, ya necesito volver a Leima a ver la tienda y la casa, nunca pensé en quedarme mucho tiempo, pero no fue así.—Y qué piensas de la propuesta de Samuel, ya tienes alguna respuesta, has decidido.—No, aún no. —contesta A
Sentada frente a su computadora como siempre trabajando, aun algunos compañeros de trabajo la han felicitado por su embarazo, no ha faltado a ninguna cita médica y aún no le crece el estómago, a lo que varios de sus conocidos le dicen que no parece embarazada, a lo que ella dice:—No lo sé, si tengo dos meses ya y aparte no quiere aparecer, se esconde.Aún estaba en planes el baby shower de su bebé, porque no ha sabido cuál es su sexo, ha dormido bien, ejercicio cada mañana, va a una reunión donde solo a conocido a otras embarazadas, en ocasiones van con sus maridos, en ese aspecto no tiene envidia o disgusto a ello.Se encontraba Olivia arreglándose, porque habría una pequeña reunión en casa de su tía Blanca, que es esposa de Genaro, hermano mayor de su padre, hace algunos días la tía la invito, al estar lista con un vestido y con botines cómodos, solo salió de casa en su camioneta.—Olivia llegaste. —le dice Blanca, una mujer agradable de cabello castaño y ojos claros, con un atuend
Y hace unos meses llegaron Héctor y Enrique, se encontraban mejor después del accidente tan feo, aunque los hermanos compartieron habitación y se habían adaptado un poco, en un principio fue una bienvenida como cualquiera, reencontrarse con su amigo Miguel, siendo que su hermana ya no estaba y no tuvieron la oportunidad de verla, ya después todo se tomó un poco más serio.Los tres se encontraban en la tienda, cada uno haciendo algo diferente en la bodega, se encontraba Héctor, en cambio, quien atendía es Alejandro y Enrique con los cargadores, cada uno haciendo lo suyo, para después volver a casa.—Sí, la tienda es muy popular. —dice Alejandro al estar terminando de cocinar.—Se nota es de las pocas tiendas de Leima. —le dice Héctor.Enrique aun no llegaba, se había quedado aun en la tienda, mientras ellos hablaban, tampoco había llegado Miguel, a lo que de repente dice Alejandro.—¿Qué te dijo Enrique?—Que viene en camino.—Pero porque se quedó en la tienda.—Dijo tenía que ver algo
Héctor menciono un propósito que Alejandro no tiene, solo no quiere volver a su pasión, dudoso se encuentra él bañándose bajo la regadera, con aquella agua calientita termina y solo sale con la tolla amarrada a su cintura, poniéndose la ropa.—Adelante. —dijo al escuchar que tocan a su puerta.—Alejandro, me voy adelantar para llegar a la tienda.—Si Héctor.Desde muy temprano, Enrique se había ido a la tienda y Miguel se había ido a la escuela, al ser que tenía que presentar varios exámenes que le tocaban, y solo Héctor como Alejandro se encontraban en la casa, siendo que el que se había ido era Héctor.Se ponía la ropa, al ser solo unos vaqueros, una playera y sus zapatos, cepillando su cabello mirándose al espejo, estas semanas que ellos han estado en Leima le han ayudado mucho, tanto en la tienda como en la casa, ha cambiado en algo el humor y su forma de ser ha sido mejor.Alejandro ha pensado en que quizás un sí, pero aún no se encuentra seguro de eso, baja por las escaleras al
Miraba una serie por su pantalla, mientras comía algunas frutas cortadas, últimamente ha comido demasiado mango, ciruelas rojas, entre otras frutas, pero sus favoritas aquellas dos frutas, aunque si le creció algo la barriga de cuatro meses, sintiéndose contenta y a veces solo se mueve.Olivia acaba de trabajar y se encontraba descansando un poco, a veces se sale a caminar con Tobi, y de vez en cuando sale hacer las compras, eso sí, sus amigas y amigos pendiente de ella más que nada, su primo Ricardo y Susana siendo que, como también Inés, la acompañan a las citas médicas, viendo que todo va excelente.Como la vez que Ricardo y ella han ido a la sesión de ultrasonido del bebé, y que en una ocasión efectivamente pudieron averiguar el sexo del bebé, al ser que era un buen momento para realizar el baby shower, con la intención de revelar al fin el sexo del bebé, todos se reunirían en casa de Olivia.Alguien llama a su puerta a lo que ella se levanta a abrir.—Inés.—Hola Oli ¿Cómo está é
—Ahora que te sucede a ti. —le dice Enrique.Alejandro se encontraba sorprendido de lo que acaba de ver en esa foto.—Nada, solo que recordé que debo llamar a Samuel, y puedes enviarme esa foto a mi teléfono por favor.—Si…Héctor estaba por preguntar el porqué, pero Alejandro solo subió rápido las escaleras entrando a su habitación.—Y ahora a este que le pasa. —vuelve a decir Enrique.Los hermanos miran a Miguel, él sabe el por qué se puso así, pero no dice nada de ello y solo responde:—Ya lo conocen, quizás no es nada.Alejandro se encontraba llamando a Samuel, que aun esperaba a que le contestara, tenía planeado aceptar el trabajo en el restaurante volvo.—Bueno.—Samuel hola.—¿Alejandro? —pregunta su amigo.—Si soy yo.—¿Qué paso, como estás amigo?—Bien gracias, te hablo sobre la propuesta de trabajo en volvo.—A sí, dime.—Acepto.—Eso es genial porque no nos vemos.—Me encantaría, pero ahorita estoy en Leima, porque mañana tomaría la suburban para irme para haya.—Muy bien,
Se encontraba Olivia de compras, al encontrarse con su amigo Sebastián que sale de un edificio.—Hola.—A hola Olivia ¿Cómo estás?—Bien, estás trabajando. —le dice Olivia.Viendo que trae su maletín negro con él.—Sí, es que tuve una junta y una sesión con una revista, y tú a donde ibas.—A vine a comprar algunas cosas de una de las tiendas que están por este rumbo, pero ya me iba.—¿Cómo está el bebé? —dijo Sebastián.Al tocar la pansa de Olivia.—Bien.—Ya se, solo tres meses.—Sí, yo solo quiero que este sano.—Claro, bueno debo irme.—Claro, igual yo, adiós.Efectivamente ya solo faltaban poco para que su bebé naciera, siendo que Olivia ya no estaba sola en casa, desde que fue el baby shower Susana se ha quedado a dormir, a veces va a su casa y procura siempre quedarse a dormir y estar con su amiga pelirroja, cuando no puede estar ella, Victoria o Inés están pendiente, no quiere que las tomen por sorpresa.Olivia se encuentra manejado a casa.Alejandro ya desde algunos meses ha e
Ya pasaron algunos meses después de lo que Susana le había dicho, que Alejandro era el chef en el restaurante volvo, lugar al cual no ha ido ni por casualidad, ya solo le falta un mes y pronto nacerá él bebé, sus amigos se encuentran pendiente de su amiga, y ella lo espera, siendo que tiene elegido su nombre.Está trabajando como siempre, estar aún embarazada no ha evitado hacerlo, aunque si a dormido y todos la llaman continuamente, Sebastián igual a estado pendiente de ella, como también su primo Ricardo.Recibe alguna que otra llamada, a esta hora que ignora por estar trabajando, decidiendo en que los llamara más tarde, al dejarlo sin sonido y guardado en el cajón.—Sí, te los tendré listos.—Y ¿Cómo has estado? —le pregunta su jefe.—Bien con una bomba que en cualquier momento explote. —responde ella riéndose.—Pues ya casi comienza noviembre.—Si.—A ver si no nace en mero día de muertos.—No lo creo, porque mi doctora dice que a mediados.—Ah ya, no pues muchas felicidades de nu