Lunes.
Primer día de clases.
Aula 113 – B. Teoría de la Música.
Magnolia se dirigía al aula lo más temprano que podía. No quería perderse nada. Ella fue la primera en llegar, se sentó en una de las butacas y esperó pacientemente mientras leía los primeros capítulos del libro. Uno a uno sus compañeros fueron entrando al salón y tomando sus asientos. Se cubrió con su libro al ver entrar al castaño y escuchar la ola de suspiros provenientes del género femenino.
-Música. –Dijo el profesor luego de poner sus cosas en orden sobre el escritorio. –Esto ha de ser un paseo por el campo para todos ustedes. Siete semestres estudiando la música, así que debemos saber cómo definirla. ¿William? –Estiró su brazo señalando al castaño.
-La música es el arte de ordenar sonidos. –Contestó mientras hojeaba su libro. –Se crea para causar una determinada emoción en el oyente.
- ¿Alguien difiere en ese concepto? ¿Nadie? Pues no, nadie debería. Es un arte, lo sabemos desde que iniciamos este curso, sin embargo, hay más cosas que acotar. Hay signos gráficos en este medio que usamos para que este arte se proyecte. A la combinación de estos signos ¿Cómo se les llama?
-Armonía. –Contestó rápidamente otro. –Cuando unimos sonidos de manera agradable al oído se conoce como armonía de la música.
-Eso es correcto. –Explicación tras explicación, el maestro hablaba y todos iban tomando notas. Lía frotaba sus manos de cuando en cuando, el frío se colaba por sus huesos y la estremecía. –Bien, ahora convocaré a los dioses de las decisiones para elegir a las parejas de su nuevo proyecto. –El profesor tomó una hoja que contenía los nombres de todos sus estudiantes alzándola. –De acuerdo. Bethlem... y... Lancaster. –William alzó su mirada buscando a quien le había tocado, sonrió al ver de quien se trataba, la pelinegra de ojos grises que se había topado la semana anterior. –Porter y Devine. Louane y Brown. Wilson y... Rees. –Uno a uno celebraban con quien les había tocado. Tras terminar de decir los nombres, procedió a explicar la tarea. –Juntos deben trabajar en una composición armónica, debe tener la clave de sol y también la de fa, podrán elegir el estilo musical con el que quieren trabajar. Todo es permitido menos, New wave. ¿Quedó claro? Pueden irse. –Todos salieron dejando a Magnolia y a Liam atrás, el muchacho se acercó, agradeciendo que ella estuviera allí.
-Así que tú eres Lía Bethlem. Me presento ahora si de una manera más correcta. William Lancaster, a tu servicio. –Lía soltó un bufido y tomó sus cosas de su butaca dispuesta a salir de aquel lugar. –Hey, debemos trabajar juntos, no te portes así.
-Sí, hay que trabajar. –Contestó un poco chocante. –No voy a reprobar solo porque me hayas tocado tú.
-No me conoces. No seas tan malcriada. –Respondió alzando una ceja. –Puedo ser responsable con mis deberes.
- ¿Ah sí? Bueno, a la una en la cafetería. Pienso trabajar en mi horario libre.
-Tengo ensayo de la banda, deberás adaptarte en mi horario.
-No pienso hacer eso, a la una. Ya te lo dije. –Ignoró sus comentarios y salió del salón, Liam se cruzó de brazos sintiéndose un poco molesto. La iba a ignorar. Tomó su mochila y dejó el salón. Sonrió al ver como por los pasillos las chicas iban cayendo como si fueran hogazas de pan picado muy finito. Se dirigió a la cartelera de clases para ver cuantas clases más debía compartir con la pelinegra malcriada. Teoría musical era una.
-A ver. Lía Bethlem. B... B... B... B... Bethlem, Magnolia, ¿Su nombre es Magnolia? Está también en Composición avanzada. Orquesta, en esa no estoy. –Sonrió. –Ejecución instrumental, está en Armonía aplicada, Instrumento principal III, Violoncello. ¿Violoncello? ¿Ella toca el cello? A ver, que más. Análisis musical, estoy en esa. Las únicas que no compartimos son Orquesta e Instrumento principal. –Miró el reloj en su muñeca. Ya iba tarde, corrió hasta su siguiente clase, Instrumento principal III, Guitarra.
La siguiente hora estuvo bastante tranquila, practicar con su guitarra siempre lo relajaba. Al culminar vio de nuevo su reloj, un cuarto para la una. –Vamos. Tenemos ensayo. –Xander le dio un golpe algo ligero en el brazo a Liam. –Paul y Trek deben estarnos esperando.
-Debo hacer una tarea para Teoría musical. –Dijo algo desganado. –Para el profesor Payne.
-Ah ¿Con quién te tocó está vez?
-Lía Bethlem. –Alzó una ceja. –Y está loca. Siempre anda a la defensiva, quiere que vaya a la una a hacer el trabajo.
- ¿No es la de la fiesta? Ya sabes, cabello negro y ojos de... no sé... pez. Enormes, redondos y que te miran casi sin pestañear.
-Sí, ella.
-Pues que espere, la banda es importante. –Liam sonrió y se fue junto a Xander a encontrarse con los demás para comenzar su hora de ensayos.
***
El reloj ya marcaba la 1:47 de la tarde. Lía suspiró. Llevaba cuarenta y siete minutos sentada en la misma banca de la cafetería. Jugaba con lo que quedaba en su plato de almuerzo y hojeaba su libro de teoría musical. Se le ocurrían varias ideas para la primera tarea que les habían encomendado. –Si tan solo este se dignara a llegar podríamos empezar. –Murmuró. Alzó la mirada y él venía andando junto a una chica, ambos sonrientes y muy coquetos.
-Lo siento. –Dijo al llegar a la mesa y sentarse. –Lía, ella es Stacy. Stacy, ella es mi compañera de Teoría musical.
-Llegas tarde. Específicamente unos cincuenta minutos tarde. ¿Acaso no te dije a la una?
-Son la una en algún lugar del mundo. –Sonrió Stacy defendiendo a Liam. –Ya está aquí. Estaba en un ensayo ¿Qué no sabes lo importante que es su banda?
-Hablo con él. –Dijo Lía señalando a Liam. –Si no te importa, Stacy, creo que puedes irte ahora.
- ¿Estarás bien, guapo? –Dijo la chica en tono coqueto mientras le acariciaba el brazo.
-Por supuesto, se cuidarme, bonita. Te veo al rato.
-Te veo al rato. –Le plantó un beso en los labios y tras ver a Lía con cierto desdén, se fue caminando. Liam sonreía mientras veía el vaivén de las caderas de Stacy.
-Tenemos trabajo. –Dijo la pelinegra haciendo que Liam volteara. –Si no vas a tomarte esto en serio haré el trabajo sola.
-Uno, el profesor Payne no acepta trabajos individuales. Dos, te dije que tenía ensayo.
- ¿Si? Porque eso no parecía un ensayo. –Miró el reloj en su celular y soltó el aire. –Y ahora voy tarde a Violoncello. ¿Crees que es justo que yo deba llegar tarde a mi clase por tu causa siendo que te cité a una hora? –Se levantó molesta recogiendo sus cosas, metió sus libros apurada en su bolso y lo colgó de su hombro. –A las cuatro en la biblioteca principal, y no llegues tarde.
- ¿Yo que te hice para que me trates tan de la verga? Desde que nos vimos por primera vez andas cortando cabezas. –Lía rodó los ojos y solo ignoró el comentario de Liam, caminó rápido alejándose de él. Liam se sentía tenso. Se sentó de nuevo en la silla de la mesa y vio que sobre la banca donde estaba Lía se había quedado su teléfono. Lo tomó y lo guardó en el bolsillo de su pantalón, ya se lo regresaría más tarde.
Fue a su siguiente clase de Historia de la música. El teléfono de Lía vibró en su bolsillo. Lo sacó para verlo. –Niña de gustos caros. –Dijo en voz baja. No tenía el teléfono bloqueado así que se paseó por el menú, en su selección de música había de todo, había apps para afinar varios instrumentos, por curiosidad, entró en la galería de fotos. Tenía varias con un castaño en las cuales andaba besando en los labios. Otras selfies con el mismo sujeto. Otras de ella con el cello, algunas con una guitarra color frambuesa. No era de revisar cosas ajenas, pero siguió deslizando su dedo por las apps hasta llegar al W******p, tenía varias conversaciones, pero la que más le llamó la atención era una que tenía con un contacto llamado: "El que no debe ser nombrado". Ni siquiera estaba prestando cuidado a la clase, solo abrió el chat y leyó con un poco de curiosidad.
¿En serio? Te vi. ¿Cómo puedes estar negando que me fuiste infiel? Y yo creyendo como tonta. ¡Como tu prima! ¿De verdad? Dijiste que era tu prima, eres un idiota.
Por favor. Si nunca quisiste acostarte conmigo ¿Crees que iba a esperarte todo el tiempo?
Llegué a creerlo. Ni siquiera tuviste el valor de terminarme antes de irte con otra.
Ya no hagas drama, Lía. Por Dios. Es tu culpa, acéptalo. No me prestabas atención
Eres un maricón.
Liam abrió la foto del contacto y era el mismo chico de las selfies. –Vaya. –Cerró rápidamente el chat no queriendo ver más. –Ahora sé porque es tan amargada. –Guardó el celular en su bolsillo y esperó la hora de salida. Eran diez para las cuatro cuando cruzó a toda velocidad el campus, resultó casi una misión imposible por la cantidad de personas que lo detenían para pedirle un autógrafo. Terminó llegando a las cuatro con veinte. Y allí estaba ella. Lucía enojada, con los brazos cruzados y las cejas entrejuntas. –Lo siento. Yo, te juro que si venía a tiempo.
-No me importa. Llegas tarde. –Liam sacó el celular de Lía de su bolsillo y se lo extendió.
-Lo olvidaste en la cafetería. Lo guardé, yo... -Soltó el aire. –Lía, ¿Podemos comenzar de nuevo? Mira, no voy a ser como tu ex... no tengo intenciones de...
- ¿Mi ex? –Lo cortó de pronto al tomar el celular en sus manos. –No lo creo ¿Revisaste mi celular?
-Pues... No fue mi intención, te lo juro.
- ¡Wow! ¿Para qué? –Su tono de voz se elevó y sus ojos parecían echar chispas. –Eres un idiota ¿Por qué revisaste mi celular?
-Oye. ¡Se dice gracias! Habías olvidado tu celular en la banca, te hice el favor de regresártelo, lo menos que puedes hacer es agradecerlo. –Contestó Liam con el mismo tono molesto que usaba ella.
- ¡Pero lo revisaste! ¿Cómo se te ocurre invadir así mi privacidad? ¿Qué estabas buscando?
-Deberías poner una contraseña, son bastante sencillas de colocar. Primero abres la configuración, sigues a bloqueo de celular y colocas la que se te venga en gana, no me reproches.
-Eres verdaderamente un dolor de cabeza. –Guardó su celular en su bolso y giró sobre sus talones con toda la disposición de irse.
- ¡Hey! Tenemos tarea, no pienso reprobar estando tan cerca de graduarme solo porque eres una malcriada.
- ¡¿Malcriada?! ¡Tú fuiste el que se pasó de curioso al revisar mis cosas! –Lía respiraba de manera pesada y sus mejillas se tornaban rojas. –Entra, tampoco pienso reprobar por tus "ensayos".
- ¡Si estuve ensayando! Maldita sea, entra. –Ambos entraron a la biblioteca que rápidamente fue inundada por una ola de suspiros y susurros. Lía alzó los ojos al cielo y fue rápidamente a una mesa. Liam se quedó atrás saludando a varias chicas que sacaron sus plumones para que les dejara su autógrafo. Otros veinte minutos perdidos entre selfies con varias fans de la banda.
Buscó a Lía con la mirada y la vio en la mesa más alejada de todo el grupo que lo seguía. –Lo siento chicas. –Besó a una al azar en los labios y corrió hasta la mesa sentándose frente a la pelinegra. –Listo, estaba pensando que podríamos componer al estilo grunge.
-Yo pensaba en Blues. Es mucho más complejo. Y debido a que no estuviste a tiempo a la una para decidir esto, yo ya comencé. –Sacó su cuaderno pentagramado y mostró a Liam lo que llevaba.
-No soy de Blues. ¿Podemos llegar a un acuerdo?
-No soy de Grunge.
-No lo dices en serio, porque vi en tu... -Lía se lo quedó mirando nuevamente enojada. Liam solo se calló al ver lo intensa que era su ira a través de su mirada. –solo lleguemos a un acuerdo.
- ¡Liam! –Caminó rápido Stacy hasta la mesa y se sentó al lado del castaño. –Te estuve buscando, pensé que saldríamos luego de clases.
-Lo olvidé, bonita. –Sonrió a la chica y la acercó dándole un beso, Lía desvió la mirada al ver cómo sin ningún tipo de pudor, ambos estaban provocándose mutuamente, él acariciando a la chica casi rozando sus senos y ella a él, con sus manos sobre sus muslos dibujando círculos. Se soltaron luego de escuchar una breve tos a sus espaldas. Stacy giró y vio a Lía a un lado, evidentemente incomoda. –Stacy, tengo que hacer el proyecto de T.M.
-Tú de nuevo ¿Por qué no haces la tarea y luego Liam la revisa? Es mucho mejor que tú, eso seguro. –Sonrió coqueta mientras pasaba sus manos por los brazos del castaño. Lía soltó el aire.
- ¿Saben qué? –Se levantó de manera brusca y recogió su cuaderno metiéndolo en su mochila. –Sigan en su apareamiento. Me voy. –Caminó deprisa a la salida evitando el contacto visual con todo el que se le atravesara, no lo pensó. Se iría a su piso a descansar.
-Bueno, me parece que tenemos la tarde. –Sonrió la chica al lado de Liam. –Vayamos a divertirnos.
-Sí, salgamos de aquí. –Liam le devolvió la sonrisa. Ya encontraría la manera de relajarse un poco de aquella tensión junto a Stacy.
***
Siguió trabajando sola en su piso. Tenía por suerte su cello y podría probar algunas combinaciones de sonidos. Tachaba, reescribía y volvía a probar. Le gustaba como quedaba. Con el cello entre sus piernas, tomó el arco y colocó su mano izquierda sobre el cuello de su instrumento. Comenzó a tocar, se metió en su instrumento y siguió las notas tal cual las había escrito, paraba en ciertos momentos para tomar el lápiz y reescribir. –Tonalidad, Si menor. Tempo de 180 pulsaciones por minuto. –Suspiró haciendo nuevamente tachones sobre la hoja. –Progresión armónica, Bm7–G–D–F♯m7/C♯–Bm7–G–D–A/C♯. (Si menor 7ma, Sol, Re, Fa sostenido menor 7ma/ Do sostenido, Si menor 7ma, Sol, Re, La/ Do sostenido) –Sonrió contenta con lo que había escrito y volvió a tocarlo. Sonaba un poco triste, quizá debería escribir algo más alegre. Se apoyó sobre su cello sintiendo algo de cansancio. –Ya, mañana será mejor.
Guardó su instrumento y se fue a la cama, tomó su celular y abrió W******p. Su dedo se deslizó hasta ver el chat de su exnovio Jacob. Releer aquella conversación sabía que le hacía daño y nada más iba a acabar mal para ella. Y aunque lo sabía, no había tenido el suficiente valor para borrar todo. Dejó el celular en la mesa de noche y cerró los ojos, no pasó mucho tiempo hasta que se quedó dormida.
***
Se despidió de Stacy con un beso. La chica se iba luego de pasar un rato agradable. Ella siempre estaba dispuesta. Muy dispuesta. Sonrió y volvió a entrar. –Qué día. –Se lanzó sobre su sofá sintiéndose agotado. No tenía intenciones de pararse, pero el sonido de la puerta lo hizo levantarse. –¡Ya voy! –Abrió bostezando. Xander, Paul y Trek esperaban del otro lado.
-Vimos a Stacy abajo. –Dijo Paul siendo el primero en pasar y sentarse en el sofá. –No quiero saber que estuvieron haciendo.
- ¿A qué debo el placer de su visita? –Rió Liam después de chocar los puños con sus amigos. –Nunca se dignan a venir aquí.
-Pasamos y ya. No hay motivo. –Trek se sentó en el sofá al lado de Paul. –Xander, ya saca el six-pack. Hoy conocí a un verdadero rayo de sol en Orquesta. Pelinegra, ojos grises. Tiene una cara de limón que no se la quita nadie. Si no fuera tan ácida, sería la clase de chica que invitaría a salir
- ¿Bethlem? –Preguntó curioso Liam.
- ¿Bethlem? Pues no presté atención a su apellido. Sé que se llama Magnolia. Algo debo admitir, toca el cello de una manera espectacular.
-Es Bethlem, está en mi clase de T.M. Es mi compañera de proyecto para el profesor Payne.
-Oh, ¿Y? ¿Ya te la ligaste? –Preguntó Trek. –Dinos, ¿Qué tal sus labios?
-Al contrario de lo que piensan mis muy queridos amigos, no la he besado. Stacy se me ha pegado como un chicle y pocas son las mujeres que puedo ver por fuera.
- ¡Ja! –Xander miró a Liam entre risas. –Por fin una chica que no cae rendida ante el gran Liam Lancaster. ¿Y por qué no cortas ya con Stacy? Te lo digo, ella te ve como todo menos como una relación casual que es para lo que sirves.
-Cállate. –Rió Liam tomando una lata de cerveza. –Tampoco me interesa, está loca de remate. Una vez acabe la tarea que tengo con ella, no tengo porque volver a dirigirle la palabra.
-Rugiste. –Los cuatro chicos se quedaron frente a la vieja televisión viendo la lucha libre mientras tomaban cerveza. Cuando se acababan, el que perdía en el "piedra, papel, tijeras", debía levantarse e ir por más aperitivos, sodas y cerveza. Tras acabar su programa, cada uno se fue a su respectivo piso con la intención de descansar.
***
Entre ensayos toda la semana, Liam olvidó la tarea de Teoría Musical. Aunque veía a Lía, no se atrevía a hablarle. Solo la ignoraba.
Un nuevo lunes. En dos semanas había trabajado sola. Lía estaba en su puesto junto a su cello dispuesta a presentar su tarea que había terminado componiendo ella sola. Su compañero no tuvo la decencia de acercarse a preguntar, menos a aportar algo. Pasaba de un lado a otro seguido de su grupo de amigos y sus fans que dejaban sordo a cualquiera con sus gritos. Las parejas iban pasando conforme el profesor las llamaba y mostraban su composición. –Últimos. Lancaster y Bethlem. Quiero oír que han hecho. –Lía se levantó alisando su falda, tomó su cello, su arco y la partitura en blanco y pasó sola al frente. –Señorita... Bethlem.
-Mi compañero no ha llegado. –Dijo entregando la hoja escrita al profesor. –Tampoco trabajó en la composición. –Se sentó y colocó su instrumento en posición, pasó la perrubia por el arco para tomarlo con su mano derecha. –Mi composición está hecha en tono de Si menor. Su progresión armónica es Si menor 7ma, Sol, Re, Fa sostenido menor 7ma/ Do sostenido, Si menor 7ma, Sol, Re, La/ Do sostenido. –Ya se sabía las notas de memoria, así que sin más preámbulos comenzó a tocar en un solo. Entre que ella tocaba, Liam entró. Lucía despeinado y agitado, se detuvo al ver a Lía tocando. Trek se había quedado bastante corto al decir que ella tocaba asombroso. Era casi celestial, le imprimía una pasión intensa a sus movimientos y cada nota que pulsaba. Solo se quedó ahí parado viendo como ella completaba la pieza.
-Excelente armonía. Aunque... Me parece haber creado un matrimonio académico y lo que obtengo es un divorcio. Señorita Bethlem, a su puesto. Señor Lancaster. –Dio golpecitos a su reloj en la muñeca. –Llega increíblemente tarde.
-Lo sé, pido disculpas. He tenido un ensayo de última hora con la banda, profesor. –Lía se levantó molesta al verlo, tomando su instrumento regresó a su silla guardándolo en su estuche.
-Las composiciones estuvieron bastante bien. Esto es lo que quería lograr con la armonía. Pasaremos a cosas más interesantes. Análisis melódico. Para entrar en análisis melódico deben saber que existe una clasificación melódica a la cual deben regirse. Cada una de las notas que conforman una melodía pueden encuadrarse dentro de las categorías principales y secundarias. Las principales son representadas por el sonido del acorde. Son notas con una clara dependencia vertical y están íntimamente ligadas a la armonía del momento. –Los estudiantes iban tomando notas y subrayando sus libros de Teoría musical. La clase fue avanzando entre preguntas y respuestas. Tras dar la siguiente asignación llegó la hora de salida, todos tomaron sus cosas dispuestos a dejar el salón. –Lancaster, Bethlem. –Liam se acercó al profesor seguido de Lía. –Quiero saber porque no trabajaron en "ARMONÍA".
-Él no estuvo en ninguno de los encuentros que pauté para trabajar en la composición, sería injusto que yo reprobara porque él quiera jugar a la súper estrella del rock. –Lía nuevamente lucía molesta, Liam soltó y el aire contagiado por la ira de la chica.
-Le dije mis horarios con la banda, profesor, usted sabe que King's Revenge está tomando vuelo y prestigio. No puedo abandonar la agenda de la banda.
-Estabas de novio con la tal Stacy. –Lanzó en contraataque Lía. –Las dos veces que fuiste a hacer la tarea estaba ella allí sonsacándote.
-Okay, no quiero saber más. La cosa es que yo quiero que trabajen en parejas. La señorita no puede entregarme un solo. Significa que, aunque la composición sea excelente, tendré que reprobarlos. Y, como castigo, tendrán que trabajar juntos todo el semestre. En dos semanas quiero ver esta composición rehecha por los dos y además la asignación de hoy. Su divorcio académico llega con el examen final ¿Quedó claro?
-Es mala idea. Es un vago bueno para nada. Profesor, puedo hacer excelentes composiciones yo sola.
- ¿Perdón? –Liam ya estaba más que enojado con la pelinegra. –Concuerdo, es pésima idea. No quiero trabajar con ella. Prefiero que me expulsen.
-La cosa es que, aunque tengan todo aprobado, sin la nota de Teoría musical no pasan al siguiente semestre. No creo que quieran perder todo un semestre por no ponerse de acuerdo. Traten de llevarse bien. No puede ser tan malo.
- ¡Es horrible!
-Señor Lancaster, puede salir. –Liam dejó el salón y Lía solo respiró profundo. –Señorita Bethlem. Viene de intercambio de Sapienza, un conservatorio en Roma. Estoy al tanto de su status aquí en el Royal. Becada, excelente promedio. No puede reprobar, señorita Bethlem.
-Entonces déjeme hacerlo sola. No puedo trabajar con él, siempre está rodeado de chicas y es tan, Agh. Se cree la reencarnación de Bob Dylan.
-No, pero los junté por un motivo. William también necesita aprobar, es bueno en lo que hace, pero se distrae muy seguido, tú pareces ser alguien con firmeza y convicción, podría contagiarse de esa chispa que tienes. Trata de no matarlo en el proceso.
***
Ella le había llamado "vago bueno para nada". –Malcriada. –Susurró. Aquello sí que no podía pasárselo. ¿Cuántas veces no había oído aquella misma frase de labios de su padre? Era una frase que le dolía grandemente. –Y ahora me obligan a trabajar con ella. –Miró el calendario en su teléfono. –Seis meses. Son solo veinticuatro clases que debo ver y sobrevivir. Menos, ya vimos tres clases. Veintiún lunes más. Tú puedes Liam."Vago bueno para nada".Aquella frase le daba una cachetada en la cara. Aún recordaba la primera vez que Matthew se la había dicho. Tenía dieciséis, era joven, también bastante tonto. Se había enamorado y la chica le había roto el c
Aquella tarde llegaron a una breve tregua. Lía se sentía en campamento enemigo mientras estuvo sentada en el sofá de Liam. Él era talentoso con la guitarra. Mientras lo oía tocar, su mente divagaba en las nuevas reglas que habían puesto para sobrevivir el uno al otro.Las reglas para Magnolia1)Magnolia acepta no interferir los horarios de ensayo de la banda de Liam. Específicamente los lunes a la una de la tarde, miércoles a las cuatro y jueves a las tres. Fuera de esos horarios, puede molestar con tarea.2)Magnolia acepta que Liam está rodeado de fanáticas por su éxito y dejará de decirle mujeriego.
Luego de que Lía se fuera, Liam cayó en cuenta de lo que había dicho. Comenzó a sentirse como un idiota. Necesitaba de Lía para aprobar el semestre. –Diablos. ¡Diablos! –Volvió a la fiesta mucho más enojado que antes, fue directamente hasta donde estaban sus amigos y recogió su guitarra.-Hey bro. ¿Qué tienes? –Xander fue el primero en levantarse del sofá donde estaba con una chica morena hablando un rato. –Liam.-Me voy a dormir, hoy tuve bastante. –Los integrantes de la banda notaron el enojo de su líder y rápidamente lo sacaron de la fiesta. –Chicos, basta.- ¿Qué te sucede? –Preguntó Paul arriesgándose.
-Puede que sea necesario un abogado y un notario. –Bromeó Liam. Lía solo permaneció seria y él dejó de reír. –No entiendo por qué eres tan difícil.-Ya hablaste, ya vete. Lárgate de mi piso, no tengo porque soportarte más tiempo del necesario. Nueva regla para nuestro acuerdo. Que nuestras reuniones no se extiendan más de dos horas.-Eres verdaderamente una mujer imposible.-Per favore. –El acento italiano se escapó de sus labios en un tono de enojo. –Agh, ya puedes irte, sigo enojada contigo.-¿Por lo de tu ex o porque no le vi importancia a negar lo que me pediste?-Ambas, en serio, ya lárgate.
Con las vacaciones en diciembre y las fiestas, King's Revenge era contratado bastante seguido. Lía acompañaba a Kat a veces a algunos conciertos donde ella pudiera ver a Paul. Se seguía matando la cabeza como podía pagar el semestre en la universidad, y, aunque ofreció sus servicios como cellista, esa no era la onda de la mayoría. –Vamos, pareces peculiarmente molesta hoy ¿Por qué? –Ni siquiera notó que tenía el ceño fruncido.-Nada, K. Solo estoy muy cansada. –Mintió sonriendo. Miró al escenario y allí estaban los cuatro muchachos, los gritos que siguieron a su entrada la aturdieron un poco.- ¡SIII! –Gritó Kat lanzándole un beso a Paul. – ¡TE AMO PAUL MARTÍN! –Lía
Durante el día de Nochebuena, estuvo en video chat con su hermano mayor. Luego compró algunas cosas para tener una cena sola en su piso. Primer año en donde comía comida china un veinticinco de diciembre. Mientras cenaba esa noche, escuchabaCaruso, un clásico italiano. La hacían sentir en casa. Vio algunas películas en la noche acurrucada en su sofá mientras abrazaba su peluche de perro. Se quedó dormida con la televisión encendida y en el sofá.Al siguiente día, llegó al piso de Kat a las horas de la tarde, ambas chicas estaban en pijama y comían helado mientras veíanCrepúsculo.–Te juro que odio esa película. –Dijo Kat entre risas. –Mejor apaguemos esta cosa y hagámonos manicura. Por cierto, te tengo un regali
Nuevamente enero, las clases volvían y Lía no podía dejar de pensar el precio que le habían puesto. Para fin de año lo había pasado con Kat, Magda y Sunny. La realidad se imponía aquel lunes, tenía que enfrentar a Liam.En clase de T.M por fin, lograron presentar juntos la composición, el profesor Payne los aprobó y Lía sintió como se le quitaba un peso de encima. No escuchó la explicación en su mayoría, su mente seguía divagando en aquellos 90.000. –Lancaster, Bethlem. –Sonrió el profesor al verlos. –Estoy orgulloso, dejaron a un lado sus diferencias y lo que hicieron hoy fue excelso. Espero que los siguientes trabajos sean iguales. –Salieron en silencio del salón. Era ahora o nunca.-Wil
Fingir una relación no era tan fácil, sobre todo cuando la perseguían de un lado a otro. –Es ella. ¡Es ella! –Lía comenzó a correr huyendo de las fanáticas, entró en un edificio y se encerró en un salón vacío. Respiraba agitada. Al escuchar que se habían calmado las cosas en el pasillo, decidió salir.-Ah, aquí estás. –Se giró para encontrarse cara a cara con Stacy, la pelirroja sacó una revista y la lanzó hacía Lía. Magnolia se sobresaltó al escuchar el impacto de las hojas en el suelo. –No te atrevas a negarlo, perra. –Lía miró al suelo y en primera plana había una foto de ella con Liam. –Zorra. –Tragó saliva y vio como Stacy se iba enojada, recogió la revista y la h