Capítulo 53

Volví a la parte delantera de la mansión y ella ya me estaba esperando, de pie en el único escalón después de la puerta, abrazando su cuerpo caliente, con pantalones y zapatillas de deporte también, mostrando que tenía frío.

Si aquí hace frío, se supone que en el bosque será aún peor.

- ¿Estás lista? - Pregunto, de pie delante de ella, ni siquiera de pie en un paso que es más grande que yo.

- Estoy listo, hoy hace mucho frío, ¿salimos de todos modos?

- Todo apunta a que lloverá

- "Seguro que sí", murmura ella, molesta.

Miro su mochila, curioso, pero no pregunto nada, y Iolanda sale hacia nosotros.

- Espérame en el coche, saldremos en un minuto -le pido al pasar junto a ella, pero antes la sujeto con una de mis manos mientras me detengo a su lado y deposito un beso en su mejilla, para luego dejarla ir hacia el coche.

- Está hecho - confirma lo que quería.

- ¿De verdad tomó la medicación?

- "Sí, pero son falsas, ni siquiera se dará cuenta de que está tomando un pla