—De acuerdo. — Belén soltó la tarjeta de presentación—. El vuelo es mañana. Envía a tu hijo al extranjero, Y mantén un perfil bajo. Te prometo que lo traeré sano y salvo. El corazón de Noemí latió a toda prisa, mientras que sus ojos rebosaban de lágrimas. — Muchas gracias, señorita Belén. Siempre supe que usted era una buena persona. Pero, ¿qué es lo que quiere que haga por usted? —Yo… Quiero saber sobre mi madre. En el momento en que las palabras salieron de los labios de Belén, el rostro de Noemí palideció de miedo, como si la joven hubiera mencionado algo aterrador. —¿Qué? — preguntó Belén con curiosidad—. ¿Qué sucede? —Tenemos prohibido mencionar a la señora Suárez en esta casa. — dijo Noemí con voz suave. Belén frunció el ceño. —No te preocupes. La señora García está ahora mismo en el monasterio, mientras que mi padre está ocupado con su trabajo. No aparecerán por aquí. Solo cuéntame todo lo que sepa sobre mi madre. No es mi camino con cuidado a cerrar la puerta antes d
Después de tirar el hacha, Ana salió del patio. Cargada de remordimiento, Alicia fue tras ella para disculparse. —Lo siento, Ana. No fue mi intención. Aunque fueras insolente, no debía haberte golpeado. Dime, ¿ la tía Noelia te ha hablado mal de mí? Noelia repudiaba el matrimonio entre ella y Santiago, y despreciaba a Alicia desde que se habían casado. «Noelia debe estar detrás de esto» Enfadada, Ana apartó a Alicia y se marchó sin decir una palabra. Su madre no pudo alcanzarla. Debido a eso, esa noche no tuvo más remedio que dormir en la cama con Noelia. Mientras estaba vuelta, Alicia no podía dormir, y cuando llegó la mañana siguiente, la mujer despertó con grandes ojeras en los ojos. «¡No puedo quedarme aquí por más tiempo! Si esto sigue así, ¡voy a volverme loca» Alicia se dirigió a un rincón apartado para llamar a Álvaro. —¡Enviaré a alguien a buscarte ahora mismo! — respondió Álvaro de inmediato al oír la situación en la que se encontraba Alicia—. Ya no deberían importar
«Aunque no sea la responsable de la muerte de mi madre, ¡las cosas que me hizo desde que regresé a casa son motivos suficientes para despreciarla!» Mientras tanto, Alicia, que estaba cargando leña en la montaña, estornudo de repente. «¡¿Alguien me está maldiciendo?» —¡Apresúrate o no llegaremos antes del Atardecer! — gritó Noelia, enfadada después de voltear a verla. —Sí — respondió Alicia con una mirada malhumorada. «Cuando termine con Santiago, ¡vendré por ti, pequeña arpía!» Mientras tanto, Belén regresó al plato para el rodaje del comercial. Como el incidente de la explosión ya había terminado, por fin podría continuar con el rodaje. Por su parte, a Daniel lo despertó el llamado del director que se encontraba en el plato. — Señor Peralta, ya estamos listos para el rodaje. ¿Puede venir? —¿Ya están listos para el rodaje? — sorprendido, Daniel se levantó de la cama y preguntó—: ¿Belén ya está allí? —Sí, la señorita Suárez ya llegó. Daniel quedó boca abierta. «¿No está
—Tienes razón. —¿Qué? — preguntó Bella, impactada, incapaz de procesar al instante lo que dijo su hijo. —¿Por qué debería recibir a una extraña? Dejar que se quede aquí si en verdad te agrada tanto. Solo avísame cuando te canses de verla por ahí — respondió Daniel con desdén. —Tú… — Bella se enrojeció de la ira—. Atrévete a decir eso de nuevo. Te ayudo a elegir a tu futura esposa, no a un amante. —Oh, no tienes que preocuparte por eso. Puedo encontrar a mi propia esposa. Es más, ya la encontré. Bella se sorprendió al escucharlo Y de pronto recordó la llamada telefónica de antes. Sus pupilas se contrajeron cuando exclamó—; ¿No inventaste eso solo para ignorarme? Daniel no quería continuar la conversación, Así que miró su reloj y dijo: —Tengo trabajo que atender. — se alejó. Solo entonces, Bella se dio cuenta de que él hablaba en serio y continuó entusiasmada. —¿Quién es? ¿Cuáles son sus cualificaciones? ¿Cómo se llama? ¿La conozco? Por supuesto, lo que más le preocupaba e
Las venas de la frente de Belén palpitaban mientras leía esa entrada y se preguntaba si «Él» a quien su madre se refería podría ser su padre biológico. No podía esperar a leer la próxima entrada, la cual escribió dos meses después. «Diecisiete de agosto, día soleado. Hoy lo vi otra vez, estaba lista para pedirle su contacto y reunir valor para hacerlo. Sin embargo, él estaba un paso delante de mí y me preguntó lo mío primero. Incluso me invitó a cenar mañana, pero hay algo extraño, ya que durante los dos últimos meses intenté descubrir su identidad, más no pude encontrar nada de información sobre él. «¿Quién es?». Belén examinó rápido las escrituras de su madre, el hombre y ella se enamoraron profundamente, al cabo de un mes de haberse conocido. Belén no pudo evitar sonreír en algunas partes del diario, ya que llegó a conocer a su madre en sus años de adolescencia. No obstante, también no toque su madre siempre había tenido dudas con respecto a la identidad de ese hombre. In
Belén agitó sus pestañas, pero lo disimulo enseguida, cuando señaló impasible a una dirección. — Él está en esa sala y está mirando el registro de la transmisión en directo de hoy. —Ah, ya veo. Gracias — respondió Rita con una sonrisa— y a la vez dejó algo descubiertos sus hoyuelos bonitos antes de arreglarse el flequillo, luego se dirigió hacia la sala. Belén estuvo observando cada movimiento de Rita hasta que entró. —¿Señorita Belén? ¿Señorita Belén? — llamó la asistente. Tras salir de su trance después de un rato, giró hacia ella. «¿Sí?» —¿Estás bien? — mirándola de forma rara—. La he estado llamando. — Estoy bien, tal vez es por la presión de la transmisión en directo. De todos modos, ¿qué haces aquí? — Nada, solo quiero despedirme. Como terminó el rodaje, es posible que no nos volvamos a ver. La asistencia siempre había sido amable con Belén, por lo que esta se sintió un poco reticente a despedirse. — Aunque existía la posibilidad de que no volvamos a trabajar juntas,
—Eres mi… —Se detuvo por un momento, antes de continuar—: Eres mi amiga, mi socia y mi salvadora. — Lo que significa que aún no debería importarme que te involucres con otras mujeres — afirmó Belén riéndose. Daniel mantuvo la cabeza en alto. — En mi círculo de amigos, nos preguntamos la opinión de los demás cada vez que uno de nosotros tiene novia. Esa mujer no es mi tipo, y como eres mi amiga, por favor no me malinterpretes. Belén se quedó sin palabra. De alguna manera, una parte de ella se sentía feliz, pero otra parte se sentía decepcionada. No sabía por qué tenía esos sentimientos. —Ah, — respondió al final, sin saber qué más decir—, ¿dijiste que tenías algo que preguntarme? ¿Qué sucede? Al escuchar lo que preguntó, él recordó la pregunta que inicialmente quería hacer antes de dejarse llevar por todo el asunto de Rita. — Sobre lo de fingir ser mi novia, ¿has pensado ya en la respuesta? Ella se quedó estupefacta porque había olvidado todo lo relacionado con eso. —
Si bien solo era una foto de pasaporte, la mujer Lucía elegante con una sonrisa tan resplandeciente. Uno solo podía imaginar cuán refinada debía hacer en la vida real. Sorprendida con la belleza, Bella inmediatamente se dio cuenta de que la mujer Lucía era muy parecida a su amiga fallecida. El parecido extraño la hizo acordarse de malos recuerdos que le causaron escalofrío: «debe ser solo una coincidencia». —¿Esta es la mujer que vistes? — preguntó Bella, mostrándole la foto a Rita. Miren, mirando la belleza inolvidable, Rita enseguida reconoció a Belén. —Sí. Al escuchar su respuesta, Bella soltó un suspiro de alivio. «Sabía que era solo una coincidencia, no hay forma de que sea la hija de esa mujer». Luego se dio la vuelta hacia Fabricio, con el ceño fruncido. —¿Cómo se volvió cercana a Daniel? «Una camarera como ella no debería tener la oportunidad de acercarse a mi hijo». — Ella fue él — el regalo que le hicieron los socios comerciales a Daniel, en el banquete en el hotel