Belén estaba aún más confundida. —Tú mismo te equivocaste, ¿por qué tengo que estar ahí para enmendar tu error? Daniel ignoró a Esteban, quien saludaba como un loco afuera, y se alejó a toda velocidad en su auto. Cuando se dirigió al lugar de los hechos, Belén comprendió por fin lo que estaba sucediendo, entonces miró a Daniel y le preguntó: — Así que, ¿ella me ha robado la tarjeta de presentación? Él se sintió abrumado por una mezcla de emociones. Mucha gente moriría por conseguir su tarjeta, mmm, pero la que le dio a Belén la robaron con facilidad. Quiso gritarle, pero no le pareció correcto hacerlo. Al final, él no dijo nada, y el aire en el auto se puso tenso debido a su silencio. —¡No quiero parecer andrajosa! Eso afectará a mi popularidad — declaró, como una diva. Tobía esbozó una sonrisa de disculpa y explicó: —Pero esta es una película de catástrofe, el público se quejará si no te pareces al personaje. ¿Puedes cooperar, por favor? Puedo pedirle a la maquilladora que
La espalda de Ana ya estaba empapada de sudor. —S— señor Peralta… Podía gritarle a Belén con facilidad, pero no se atrevía a gritarle a Daniel, quien retiró el brazo y anunció con frialdad: —¡Sé que mucha gente se muere por conseguir mi tarjeta de presentación! Así que nunca he visto a alguien desecharla como si fuera basura, señorita García, ¿estás tan resentida conmigo? Sus ojos se entrecerraron en un estado de conmoción, tragó saliva apresuradamente y pudo hablar. —N—no, es porque Belén fue escandalosa, no tiene nada que ver con usted. Yo… —¡Recoge esa tarjeta! — interrumpió Daniel con impaciencia. Los puños de Ana se cerraron ante su orden. “¿Acaba de pedirme que la recoja? ¡Esto es tan humillante!” Por desgracia, no tuvo el valor de ir en contra de sus órdenes, Así que con el señor fruncido, volvió a recoger la tarjeta de presentación y se la entregó a Belén de mala gana, mientras la multitud le lanzaba miradas de burla. Ella acababa de estirar a mano para darle la tar
A nadie del equipo de filmación le agradaba Ana. Ella misma se lo había buscado. Sin embargo, se había despedido a la protagonista, ¿quién tomaría su lugar? Tanto Tobía como Iván estaban atrapados en un dilema. La protagonista de la película era una joven de unos veinte años que se acaba de graduar de la escuela de policía, y la mayoría de las actrices, con experiencia de la Industria del espectáculo, tenían unos treinta años. En esos días, era extraño que las actrices experimentadas asumieran papeles de jóvenes, por lo que desde el principio, el equipo había adicionado para actrices de 20 años. Luego de que se hiciera viral la noticia, de que Ana había obtenido el papel gracias a su contacto, nadie quería reemplazarlo. La película ya había comenzado a rodar, por lo que era difícil conseguir un reemplazo adecuado para que tuviera la agenda desocupada con tanta poca antelación, incluso se utilizaba el nombre de Iván. Justo entonces, un rostro que se parecía al personaje o
Belén bajó la mirada en silencio, y Daniel no podía darse cuenta de lo que pasaba por su mente, ya que no podía verla a los ojos. Justo cuando pensaba que no tendría una respuesta, ella levantó la mirada de repente. —Venganza. —¿Cómo? — Daniel pensó que había escuchado mal. Belén miró, fijó el pasaje exterior y reveló: — regresé para vengar a mi madre. —¿Venganza? — Daniel se quedó asombrado y enseguida se dio cuenta de quién hablaba—. Ah, te refieres a la señora García… No, la señora Suárez. Corre el rumor de que tu madre se suicidó porque sufría depresión. ¿Tú no crees que se haya suicidado? — Por supuesto que no – declaró Belén con firmeza—. No recuerdo mi infancia con claridad, pero sí fragmentos. Hay pistas que prueban que mi madre no se suicidó. Por ejemplo, en el momento en que murió, la familia se convirtió en la familia García. Además, no pude encontrar ningún rastro de mi madre en esa casa; estoy bastante segura de que la asesinaron. —¿De quién sospechas? ¿De tu pad
—Se subió al auto del señor Peralta, Así que no sé dónde está — respondió Ana. En ese momento, el ama de llaves golpeó la puerta. — Señora García, señorita Ana, el señor García está de regreso. Quiere verlas abajo. Cuando Ana escuchó que Santiago estaba de regreso, tembló de miedo. Sujetó la ropa de Alicia de forma instintiva. — Madre, ¿qué debería hacer? Padre me va a castigar. — Esas son buenas noticias. Como Belén te amedrentó, le informaré a tu padre. No va a dejar pasar esto, no te preocupes. Tu padre te adora más que a Belén, ya que creciste a su lado — respondió con calma y sin inmutarse; luego se dio la vuelta para irse. Ana estaba nerviosa, ya que le había echado la culpa a Belén por miedo. Ni siquiera le había dicho a su madre que Daniel había puesto fin a la colaboración con el grupo García. “Maldición, padre, está de regreso.” ¿Cómo lo voy a explicar? Ana sudaba mucho cuando el ama de llaves le urgió. — Señorita Ana, debería bajar ahora. El señor García quiere hab
—¡No! Ni siquiera trataste de ayudarme… — gritó Ana con furia. —¡Basta! — rugió Santiago, ya no podía contener la furia y comenzó a respirar como si le faltara el aire. Ana enseguida se asustó. — Madre, ¡ayúdame! Todo fue culpa de Belén — gimió sujetando el brazo de Alicia. —¡Cállate! — la interrumpió Alicia, y le dio una bofetada. ¡Plaf! Ana quedó estupefacta por el dolor repentino que sintió; la bofetada fue tan fuerte que incluso se había mareado. De inmediato, la mejilla se le adormeció. Estiró el brazo para acariciarse la mejilla y se dio cuenta de que la corona dental que acababa de pagar se había roto. —¿Madre? — dijo Ana, mirando a Alicia con incredulidad. “¿Mi madre me acaba de abofetear?” ¿De verdad?” Alicia contuvo la culpa y sacudió la cabeza. — detente. Has lastimado a toda la familia. Arrodíllate, y Pídele perdón a tu padre. —¡Madre! —¡Arrodíllate! — Comando Alicia con firmeza. Ana temblaba por la conmoción, Y de forma obediente caminó hacia Santiago y se arro
—Ya pensé en el plan perfecto para lidiar con Belén. Encontré un hombre para ella y crearé algunas noticias escandalosas sobre su relación. Cuando eso ocurra, tu padre se alegrará de detenerte a ti. Confía en mí, cariño. ¡No pasará mucho tiempo antes de que puedas tener un regreso triunfal! Tras leer la carta, los ojos entrecerrados de Belén miraron con frialdad a la distancia. Justo cuando pensaba que Ana era malvada, Alicia resultó Ser aún peor. Sin embargo, el único error que cometió Alicia fue subestimar a Belén. — Si cree que puede destruir mi reputación, ¡me gustaría verla intentando! Con un movimiento del encendedor, Belén prendió fuego a la carta y dejó que se quemara hasta las cenizas. Mientras tanto, Alicia paseaba por su habitación y su nerviosismo aumentaba cada segundo. De repente, su mirada se posó en el calendario de la pared y una idea cruzó su mente. — Se acerca el cumpleaños de Paola, y apuesto a que aún está enfadada con Belén por lo del perro. ¿Tal vez pueda
Belén estaba perpleja mientras miraba la llave de la habitación que Santiago dejó en sus manos. Toda lástima y tristeza que sintió momentos antes desaparecieron en un instante y la dejaron en un silencio ensordecedor. Al notar que Belén no decía nada, Santiago pensó que había quedado anonadada. — Bely, ser inocente e ingenua no es algo malo. Pero eso solo funcionaría si aún vivieras en el campo. Ahora que vives en el distrito imperial, tienes que aprender nuestras costumbres, por muy turbias que parezcan. Hay veces que es necesario hacer sacrificio. —¿Estás diciendo que use esta llave para meterme en la cama de Daniel? —balbuceó Belén mientras su rostro enpalideció. Santiago arrugó la nariz como si Belén lo hubiera ofendido. —No es tan malo como parece, Bely. Una vez que estés con el señor Peralta, serás oficialmente parte de su familia y del grupo Peralta. ¡Imagínate la fama y la fortuna que tendrás! No solo es por nuestra familia, sino también por tu futuro. Casarte con un P