Le abrió la puerta del copiloto, Sofía se sentó en silencio, no entendía su comportamiento, sus manos no se movían, sabía debía colocar el cinturón, pero estaba muy nerviosa.

Adam se inclinó hacia ella, parecía que iba a besarla, pero sólo tiró del cinturón y se lo colocó.

- ¿Qué quieres de mí…?- preguntó finalmente de camino.

- Hace 3 semanas que intento hablar contigo pero me evitas.- se escuchaba dolido.

- ¡No te evito!!!- lo negó.

- No hemos podido estar solos.-

- ¿… Necesitas llevarme a tu depto para eso?-

- Sí.- respondió seguro.

El corazón de Sofía se mantuv