Se dice que el mayor pecado de Pandora fue abrir la caja cuando en realidad fue su curiosidad. La misma que llevó a Troya a su destrucción mediante un lindo obsequio que creyeron inofensivo.
Pero en mi vida, nada es inofensivo y mucho menos inocente. Mi curiosidad me condujo a su oscuridad, de la que tanto me advirtieron e igual quise ignorar.
Sus amenazas eran claras y mi misión firme, tenía que proteger a mi familia porque sabía más que nadie que él cumplía con su palabra.
«Un demonio sincero, eso sí se le puede aplaudir.»
La palabra arrepentimiento dejó de existir para mí cuando di la cara al enorme precio que me tuve que enfrentar cuando descubrí el secreto que arrastraban.
¿Quieres una pista?
El secreto es: Pecado y tentación en carne viva.
Manipulación e inocencia pura.
El secreto es una verdad oculta y riesgosa.
La cual me impulsa a entrar más en ella.
¿Les cuento ahora yo un secreto?
Ellos son misterio y desgracia.
Y yo un imán de todo eso.
Su nombre recorre cada rincón del vecindario como alma en pena. Quien lo conoce no cree que una cara tan angelical pudiera ser semejante demonio.
Temible.
De mente retorcida.
Venenoso y déspota.
Manipulador, mentiroso y condenadamente atractivo.
La víbora que engañó a Eva y ahora se codea con mortales en forma de ángel.
En Sweet Gram hay un demonio, un rebelde sin escrúpulo llamado Cirus Stonw. Autor de traumas y accidentes. Nadie pensaría que dentro de él hubiera bondad.
De por si su estadía era bastante mala como para que llegara un nuevo Stonw al vecindario. Desde entonces se han desencadenaron más tragedias de las que pude soportar.
Tenía sed de venganza, mi sangre me exigía justicia, mi mente paz y la única forma de obtener aquello fue descubriendo los secretos que ningún mortal imaginó saber de la respetada familia Stonw.
Puede que Ender Stonw, primo del demonio, me ayude a alcanzar mis metas sin que lo sepa. Solo necesito jugar bien las cartas, aparentar, mentir, ocultar información y tal vez, solo tal vez, Ender pueda ser mi salvación.
Pero una noche cambió todo lo que pensaba conocer de Cirus. El niño cruel con el cual crecí quedó atrás cuando el arma fue disparada, la droga esparcida y yo atada a sus cadenas con el único objetivo de proteger a mis hermanas.
¿El secreto del que tanto hablo? ¿Quieres saberlo no es así? Yo también quise y heme aquí.
No te sugiero caer en el encanto rubio, tampoco creer en su sonrisa y mucho menos enamorarte del demonio porque en esta historia, ninguno es lo que parece.
Recuérdalo.
Ya ni cuento los días ni me preocupo de la hora, la bitácora dejó de tener sentido en el momento que sentí la primera pistola en la cabeza y sentí fluir el poder de la soberbia, la calentura de la lujuria, el deseo de la avaricia, el hambre de la gula, la turbulencia de la envidia, la ceguera de la ira y la paz de la pereza en mis venas. Lo único que sé es que es un jueves y que no volveré a escuchar los comentarios sarcásticos de mi mejor amiga, Irianna Grace. Las sirenas de policías son lo único que escucho en la oscuridad de la habitación, y mientras uno corre a cerrar las cortinas para que nadie me vea, el otro traba la puerta para que nadie entrara y mucho menos saliera. Me encerraron en este deplorable departamento para que nadie me encontrara, los volantes que anuncian mi desaparición ya están regados por las calles e internet y yo aquí en un motel de mala muerte a las afueras de la ciudad sin ninguna comunicación. —Aquí no te hallarán—mi cuerpo seguía
14 de febrero. Hospital. 17:45 p.m.Mi pierna sigue temblando, el tacón de mi zapato suena como máquina de escribir antigua sobre la cerámica, mis uñas están hechas un asco por los nervios pero no me importaba. Ahora mismo nada me importaba. El momento del impacto y mi pequeña hermana en medio de la calle con sangre en la cabeza se seguían repitiendo como un castigo cósmico. Llevaba como una hora rezando a todos, incluso hasta a los inexistentes. No podía pasar por esto otra vez, no podría vivir conmigo misma si pierdo a otra hermana por mi culpa, por mi descuido y por no haber sido más rápida para salvarla a tiempo.La enfermera por fin se digna a salir de sala de urgencias.—¿Familia Ruíz? —tanto mis padres, mi hermana y yo nos levantamos—. La niña está bien, no hubo hemorragia interna y tuvimos que sedarla para suturar la herida, tuvo una fractura en el radio por lo que tuvimos que enyesarle el antebrazo. Tendrá que quedarse esta noche para
14 de febrero. 21:53 p.m.Mama insistió quedarse en la noche con Julieth. Habíamos llegado con los ánimos por el suelo y mi sueño por tener una hermosa relación amorosa como solo Netflix me ha lavado el cerebro es echado a la borda cuando leo por séptima vez los mensajes de Nick.A la mañana siguiente esperaba un milagro para faltar a la universidad y quedarme en cama todo el día, pero cuando una radiante Tina salvaje entra a tu habitación y te levanta con el desayuno a la cama, te quita el sueño por completo por lo extraño que era todo eso, casi siempre estaba con su cara de: Eso no es muy renacentista, es más un victoriano prehistórico.Si no me supe explicar, es la cara que ponen los cerebritos cuando uno lanza un comentario inocente y ellos están ahí gentilmente dispuestos a demostrarte lo estúpido que eres.Algo en ella era raro. Algo en ella era más alegre, mas color de rosas. Algo en ella era menos Valentina y gritaba más un « ¡ERICK! »Lo compro
Iris está a nada de pegar la frente contra el pupitre. El chico de enfrente voltea a vernos cuando le quito la botella y ella le suelta un eructo.—¿Qué te metiste esta vez? —le susurro.—Un poquito de setas mágicas. —reprimo las ganas de martillear repetidas veces su cara con el piso porque aparte de estar borracha también drogada.—Se nota porque estas bien volada.Ruego porque no vomite. Son las diez de la mañana y ya tiene el cerebro fundido, intento espabilarla mientras yo lucho por no caer sobre mi escritorio; los parpados me pesan y no logro entender las palabras del profesor. Todo este sueño, este cansancio, tiene nombre y apellido. Estuve hasta muy tarde en la habitación de Julieth y Fabricio para que nada les pasara. La amenaza de Cirus rondaba una y otra vez en mi cabeza, me entró una especie de paranoia asfixiante que ni Jirafa—el gato de la casa—podía defenderlos a arañazos de la víbora de Stonw. Ni siquiera podía contarle a nadie de
3:07 a.m.Lancé la caja de cigarrillos a cualquier parte de la habitación, me tape la boca para no soltar el grito de impotencia y vomitar de los nervios.« Esto fue una mala idea. »Estoy agotada de tanto correr, de huir y de escabullirme para que Cirus no me descubra.Ser perseguida por un Stonw es igual o casi peor que te siguiese un demonio, para mí mala suerte fueron dos, a uno que se le acabó lo angelical cuando se vio descubierto.Si algunos de los dos me llegó a ver no se les haría difícil mandarme a prisión por, no lo sé, ocultar el cadáver de un gato en el jardín y sustituirlo por otro para que mi hermanita no se dé cuenta. Con la ley a su favor no se les haría complicado, para, nada.El recuerdo de lo que pasó esta noche me perseguirá por el resto de mi vida, lo que me obliga a callarlo hasta mi tumba, ni mostrando las fotos a la policía me creían ¿O sí?Apago el teléfono y lo lanzo en la cama, no me crearían de
17 de febrero.A donde quiera que fuéramos de lo único que se hablaba era del incidente que hubo noche.«Un trágico acontecimiento ocurrió en el vecindario de Sweet Gram en la calle 32, cuando la vivienda del ex oficial Harry González, fuese víctima de las llamas a la tres en punto de la madrugada con la viuda Abby Lee Müller dentro.El cuerpo de bomberos aun no identifica la causa que produjo tal infortunio, pero el departamento de policía inició una investigación y búsqueda del…»Tina apaga la radio. Conduce a la universidad tensa y yo a su lado con tristeza en el corazón por no ser de los que llamaron a las autoridades también. Si tan solo me hubiese quedado cinco minutos más espiando a Cirus el incendio no hubiera ocurrido. Tal vez, y puede que esté hablando el sentimiento de culpa, yo hubiera impedido el incendio.La pregunta que ahora todos se hacían era: ¿Qué pasará con la fortuna de los Gonzales? O ¿Quién comprará la mansión Müller? Cuando la qu
17 de febrero. Habitación del hospital.—¿Cómo te sientes, muñequita?—Quiero hacer popo. —bonita forma de empezar.Miro a Tina y ella me da la espada para desentenderse del asunto. Me hago cargo de Julieth mientras que la gorda floja hace su tarea en la camilla del hospital. Yo debería estar cuidando a Fabricio, no limpiándole el culo a mi hermana.—Cierra los ojos y extiende las manos. —le digo emocionada, pero ella se encoje en la almohada sin saber qué hacer, solo mirar el yeso que le inmoviliza el brazo.—Uy, perdón. —Tina se ríe, Juji extiende la mano sana y cierra sus ojitos marrones al tanto que yo depósito las gomitas de dulce que la ponen aún más contenta—. Es de parte de Iris y esto es para ti.—¡No quiero nada que tenga que ver con esa drogadicta! —se le eriza la piel.—Y tan bien que habla de ti fíjate. —guardo la caja de happy brownie.—La última vez que le acepte algo termine lanzándome a la piscina de la señora
A oído de terceros Iris se enteró que Cirus estaría en el club. «Ya sabemos por dónde le entra agua al coco» con razón insistía tanto en venir; eso significa que de nuevo estaré sola mientras ella se dedica a llamar su atención. Tina al darse cuenta de su intención torció los labios haciéndose la promesa de que si lo veía iba a agarrar un taxis y nos abandonaría. Dentro de la disco la gente voltea a vernos, pero las Ruíz sabemos que no es por nosotras sino por semejante modelito a nuestro lado con un entallado vestido verde, medias de red y tacones. Su look de chica mala siempre me sorprende. Su altura es perfecta, me saca una cabeza de diferencia, su cuerpo se desarrolló incluso mejor que el mío dándole ese efecto de reloj de arena mientras que yo a duras penas tengo forma, y desde que se cortó el pelo al estilo badboy las facciones de su cara se tornaron delicadas.Tina, para prevenir lo de la última vez, optó por jeans oscuro y camisa blanca de tiras finas