Zhao Xiaowan estaba muerta.

Tang Ruochu se sentó en una silla fuera del Cuarto de Urgencias, sus manos temblaban sin parar y su cuerpo temblaba incontrolablemente.

Ella no había superado el terror de ver caer a Zhao Xiaowan. En el momento en que ella cerraba sus ojos, la escena de Zhao Xiaowan cayendo hacia su muerte se repetía en su mente.

Ella no podía creer que su némesis, Zhao Xiaowan, hubiera muerto así.

Aunque estaba resentida con ella, nunca había deseado que las cosas llegaran a ese punto.

Los desgarradores gritos de Gu Ruoruo seguían llegando desde el Cuarto de Urgencias, y el dolor en su voz golpeaba contra su cabeza como un martillo. Era doloroso y extremadamente incómodo.

Xing Qi salió del Cuarto de Urgencias y vio a Tang Ruochu sentada sola. Frunciendo el ceño, él se acercó a ella y la encontró temblando.

"Señorita. Tang, ¿te encuentras bien?", él preguntó preocupado. Al escuchar su voz, Tang Ruochu miró hacia arriba y lo vio. Ella se obligó a hablar. "Estoy