La noche había caído en la Ciudad de Beining, y como también era el comienzo del invierno, hacía algo de frío.

Xu Wenjing siguió a Shen Mofei mientras se acercaban a la terraza del tercer piso.

Ya que ella estaba vestida delgadamente, en el momento en que salió al frío de la cálida mansión, el repentino cambio de temperatura la hizo estornudar con fuerza.

Al escuchar su estornudo, Shen Mofei se volteó y la vio encogerse, aparentemente sintiendo frío.

Al ver su ropa delgada, él no dijo nada mientras se quitaba su abrigo y se lo colocaba sobre los hombros.

Su repentina gentileza halagó a Xu Wenjing. Mientras ella lo miraba con sus ojos brillantes, había rastros de lágrimas en ellos.

Ella estaba conmovida.

Cuando Shen Mofei se dio cuenta de esto, temió que ella fuera a malinterpretar las cosas e inmediatamente dijo: "Solo tengo miedo de que te resfríes. El Abuelo se preocuparía por ti si eso sucediera".

Sus palabras fueron como un balde de agua fría sobre su corazón en llama