En el enfrentamiento entre padre e hijo, ninguna de las partes estaba dispuesta a ceder. El ambiente se volvió tenso, casi como si estuvieran dispuestos a cruzar espadas.

Al final, Lu Shijin se llevó a Tang Ruochu y salió de la casa sin la menor duda. Él le mostró a Lu Dingbang su postura decidida.

Aunque había esperado durante mucho tiempo este resultado, Lu Dingbang todavía estaba enfurecido por la insolencia de Lu Shijin.

"¡Azhi, solo míralo! Totalmente insolente y sin respetarme en absoluto como padre. ¿Cómo puedo dejar todo en sus manos?".

Cuando ella lo escuchó decir que tenía la intención de dejar todo en manos de Lu Shijin, un destello de malicia cruzó los ojos de Lin Xuezhi. Rápidamente lo ocultó, luego ella extendió su mano y palmeó suavemente el pecho de Lu Dingbang, consolándolo con ternura. "No puedes forzar a un chico como Shijin. Entre más hagas eso, más se resistirá a ti. Debemos hablar con él amablemente".

"¿Cómo hablar con él amablemente?". Lu Dingbang todavía so