Tang Ruochu preguntó qué les gustaba a cada uno antes de hacer la orden.

Chu Yuan no podía evitar suspirar de emoción. "La cuñada es muy considerada, se ocupa de todos nuestros paladares".

Tang Ruochu lo miró y dijo con una leve sonrisa: "Es lo que debo hacer. Todos ustedes son los mejores amigos de Shijin. Si alguna vez me peleo con él, necesito que estén de mi lado".

Cuando él escuchó esto, Shen Mu levantó una ceja. "Así que estás tratando de conquistarnos, ¿no es así, Cuñada?".

"Así es", admitió Tang Ruochu francamente. Luego, ella volteó su cabeza y fingió ser cruel con Lu Shijin. "Shijin, no me hagas enojar, o ellos serán desagradables contigo".

Lu Shijin levantó ligeramente sus delgadas cejas y había diversión y ternura en sus ojos. Él dijo suavemente: "No te preocupes, mi dama. Ese día nunca llegará".

Tang Ruochu se mordió ligeramente el labio, una dulce sonrisa se extendió por su hermoso y pequeño rostro.

En ese momento, vino un grito repentino desde un lado. "¡Oh no, es