La luz indicadora de la sala de operaciones todavía estaba encendida. La enfermera dijo que el doctor le había dado tratamiento inmediatamente después de descubrir que su estado empeoró, pero la situación no era optimista.

Ellos no podían garantizar salvar al paciente.

Tang Ruochu miró la puerta cerrada de la cirugía. Su padre estaba recibiendo tratamiento adentro y él podía dejarla en cualquier momento.

Su corazón parecía estar aferrado por una mano grande e invisible. Dolía tanto que ella no podía respirar.

Ella estaba asustada, realmente asustada. Ella temía que su padre no volviera a despertar jamás.

Su nariz tenía hormigueo e instantáneamente, sus ojos se llenaron de lágrimas. Mientras ella parpadeaba, las lágrimas rodaron y humedecieron sus mejillas.

"Tu papá estará bien". Lu Shijin la tomó en sus brazos y le acarició suavemente la espalda.

Tang Ruochu enterró su rostro en el pecho de él, sus manos apretando fuertemente la solapa de él. Ella se mordió su labio para no llor