Zhao Xiaowan había regresado del hospital anoche, pero justo cuando se acostó a dormir, una pesadilla la despertó.

En su sueño, la cara de Tang Song estaba pálida y sin emociones. Él la miraba con ojos sombríos, preguntándole por qué le había hecho daño.

Ella lloraba y le pedía que la perdonara, ya que ella no tuvo más remedio que hacerle daño.

"Quiero que vengas conmigo". Tang Song sonrió espeluznantemente antes de avanzar hacia ella.

Ella quería correr, pero estaba clavada al suelo, inmóvil.

Ella solo podía verlo apretar su garganta con una mueca siniestra. "Zhao Xiaowan, ¡vete al infierno!".

Su respiración se hizo cada vez más difícil, y cuando pensaba que estaba a punto de morir, ella se despertó.

Cuando se despertó, ella se dio cuenta de que se estaba estrangulando a sí misma. Ella inmediatamente soltó su mano y se sentó.

El sueño era demasiado realista y misterioso.

Ella acarició su cuello suavemente con miedo. Todavía se sentía como si la estuvieran estrangulando.

Debi