Ella miró fijamente a su padre con determinación antes de irse.

Cuando ella se giró, una sola lágrima cayó sobre la cara de su padre. La habitación estaba en silencio, aparte de las operaciones del monitor de ritmo cardíaco.

Tang Ruochu fue directamente al Grupo Tang desde el hospital.

En la recepción, la detuvieron.

"Hola Señorita, ¿tiene una cita?".

Después de que su relación con su padre se había deteriorado, ella rara vez iba al Grupo Tang. Por lo tanto, era normal que la recepcionista no la conociera.

"No tengo cita". Tang Ruochu respondió honestamente.

"Entonces no puedes entrar". La hermosa dama de la recepción sonrió amablemente.

Tang Ruochu levantó sus cejas. "Soy la hija del Presidente Tang, Tang Ruochu".

Ella mostró su identidad. La hermosa dama se sorprendió al principio antes de responder suavemente: "Lo siento. Independientemente de su estatus, no puede ingresar sin una cita".

"¿Cuándo empezaste a trabajar aquí?".

Tang Ruochu preguntó de repente.

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