"¿Por qué?". Tang Ruochu sonrió con suficiencia: "Lu Xiaolin, te llevaré al infierno antes de morirme".

Al mirar a Tang Ruochu, que era tan aterradora como Satanás, Lu Xiaolin tragó su saliva, sin atreverse a hablar en absoluto.

Con sus pechos adoloridos, Tang Ruochu respiró profundamente para soportarlo y miró fríamente a Lu Xiaolin antes de irse.

Después de irse, la pierna de Lu Xiaolin tembló al caer al suelo, como si acabara de sobrevivir al apocalipsis.

"Que aterrador", murmuró para sí misma.

"Anyi, acompáñame al hospital".

Después de salir de la sala de descanso, Tang Ruochu caminó directamente hacia el escritorio de Song Anyi.

"¿Por qué?". Song Anyi la miró antes de notar sus pechos. Ella exclamó: "¿Por qué tienes la ropa mojada?".

"Te lo explicaré en el camino".

Tang Ruochu la agarró y caminó rápidamente hacia el ascensor.

"Lo siento, Gerente Li. El incidente ocurrió de repente, y no tuve tiempo de pedirle permiso. ¿Qué sucedió?".

Song Anyi giró la cabeza