Existe un traidor

A la mañana siguiente Eduard se levantó muy temprano, ya no quiso estar más en el hospital, Jacob consiguió una casa segura para él, todo estaba rodeado de seguridad, además tenía sus enfermeras personales para que lo atiendan de vez en cuando ya que sus heridas aún no han terminado de sanar.

Eduard se dió una ducha como pudo, quitó sus vendas y se metió a la regadera, en unos minutos salió envuelto en una toalla, hizo la rutina de todos los días de volver a colocarse sus vendas, no le gustaba tener ayuda de las enfermeras, ellas solo están para curar sus heridas graves.

Luego buscó en su clóset y se preparó, era hora de ir a la empresa Colleen personalmente, cuándo bajó las escaleras allí estaba Jacob con sus hombres, le dieron el buenos días con una reverencia.

—¿Qué me tienes para hoy Jacob? _preguntó Eduard tomando asiento en un sillón.

—Señor ya hicimos la investigación a fondo, la empresa Colleen tiene que ver con el explosión que casi provoca su muerte, además eso no es todo señor, hay un espía en su empresa que se unió a ellos para conspirar con usted pero no sabemos quién es _informó Jacob.

—Así que hay un espía entre los míos, los Colleen jugaron muy sucio, creo que es hora de darles a probar el mismo trago amargo ¿no crees Jacob? _respondió Eduard acomodando su corbata muy tranquilo.

—Pienso lo mismo señor, pero que pasará con el espía, no sabemos quién es _comentó Jacob.

—Por el no te preocupes, después averiguamos sobre esa rata, ¿la reunió está lista? ya quiero hacer mi visita, espero y todos estén reunidos _agregó Eduard levantándose del sillón.

—Si señor, todo está preparado, tenemos toda la empresa custodiada con nuestros hombres _respondió Jacob.

—Perfecto.

Eduard salió de la casa y sus hombres lo siguieron, se subió a su auto con Jacob, detrás de ellos los seguía un ejercito de hombres en autos blindados que iban con destino a la empresa Colleen, ya era hora de saldar cuentas.

Eduard al llegar se adentró en la empresa, todos los empleados se quedaron asombrados al verlo, se les hacían algo familiar pero no lograban reconocerlo bien ya que en su rostro tenía un vendaje, el siguió adelante hasta llegar a la sala de la reunión, cuando entró estaban todos de rodilla, Eduard se sentó en la silla presidencial acomodando su saco, Jacob se puso de pie a su lado y sus escoltas en otro extremo de la oficina.

Todos al ver a ese hombre con con mirada asesina y semblante frío tuvieron miedo, Eduard se levantó de su asiento y se presentó con una sonrisa de malicia en su rostro, por dentro estaba indignado, empuñó sus manos con ira, de solo recordar lo sucedido en la explosión le dan ganas de matarlos a todos, no tanto por él sino por Dinora que también salió bastante herida.

—Jacob, ¿dónde están los demás? faltan las cabezas de la empresa, los quiero ante mí ahora _inquirió Eduard autoritario.

—Ya mandé a nuestros hombres que los capturen señor, intentaron escapar pero no les fue posible, dentro de un momento estarán aquí no se preocupe _informó Jacob.

—¡Eres un traidor Jacob, te vas a arrepentir! _gritó uno de los directores que estaban de rodillas en el suelo, es una de las cabezas que dirige el consejo.

—Aquí los únicos que se van a arrepentir son ustedes bastardos, ¿qué pensaban que habían ganado? ahora caerá mi ira sobre cada uno de ustedes, se van a arrepentir del día que nacieron se los aseguro _intervino Eduard apretando sus dientes, las pupilas de sus ojos se dilataron y su mirada era fría, con solo mirarlo daba miedo.

En ese momento entran por la puerta hombres de Eduard con las principales cabezas que dirigen la empresa, los hizo arrodillar ante el, ellos lo miraron asombrados, no creían que el pudiera estar vivo, se suponía que estaba muerto, hasta en las noticias está confirmado.

Eduard les dió su merecido y hizo que los encerraran en la bodega donde los torturaban para sacar información sobre el traidor que está infiltrado en su empresa, despojó a los altos cargos de sus puestos y poder, luego fueron interrogados con métodos severos para averiguar la verdad sobre la explosión.

Cuando todos fueron interrogados Eduard fue a la bodega, Jacob le informó que efectivamente alguien en el grupo Collins era el traidor, y que además se unió con los Colleen y otras fuerzas para planear la explosión donde supuestamente murió.

Eduard no averiguó quién era el verdadero traidor, no sería fácil hacerlo.

Los altos cargos de la empresa enemiga fueron reunidos todos juntos en la bodega, Eduard sin contemplación ordenó que los ejecutaran uno por uno, así su ira podría cesar un poco, quedó insatisfecho ya que aún no sabe quién es la persona que lo apuñaló por la espalda estando dentro de su misma empresa.

Después de acabar con los enemigos regresó a su casa y reunió a todos sus hombres, les ordenó que hicieran una investigación a fondo sobre quién es el verdadero traidor, sin embargo sabía que eso no sería fácil pero tampoco imposible, daría con ese enemigo suelto sin importar que pudiera pasar.

—¿Señor y si esa persona se llega a enterar que usted fue quien acabó con los altos cargos de la empresa Colleen? sabe que el traidor estaba unidos con ellos _inquirió Jacob que estaba en el despacho con Eduard.

—Eso me tiene sin cuidado pero sin embargo es peligroso, esta persona sabía muy bien mis movimientos, supo que yo asistiría a esa fiesta junto con Dinora, la explosión ocurrió justo en el momento que yo la invité a bailar en la pista, eso quiere decir que el traidor estuvo entre nosotros todo el tiempo, el estaba en esa fiesta, es una rata escurridiza que necesitamos encontrar _dijo Eduard en tono frío.

—Puede ser alguien que no estaba de acuerdo con que usted estuviera al mando o quiera obtener su poder, el traidor siempre lo estuvo vigilando de cerca para tener la oportunidad de acabar con su vida, unió sus fuerzas con sus enemigos hasta dar el golpe final, hay muchas piezas que armar en este rompecabezas señor _añadió Jacob pensativo.

—Es cierto, pero te juro que lo voy a encontrar y lo voy a hacer pagar con sangre.

Capítulos gratis disponibles en la App >

Capítulos relacionados

Último capítulo