Amy Habían pasado aproximadamente dos semanas desde la pequeña discusión que Blake y yo habíamos tenido, y creí que las cosas habían mejorado y que todo estaría bien, hasta anoche.Blake había llegado, se había encerrado en su despacho sin siquiera venir a saludarme luego de terminar su horario de trabajo, y cuando vino a buscar unas cuantas cosas, apenas me miró y se marchó fugazmente.Se había estado comportando extraño, cada vez que me acercaba, huía de mí, y cada vez que hacía amago de tomarle la mano o abrazarlo, se alejaba como si tuviese una enfermedad contagiosa, y mierda que dolía.Tarde o temprano bajaría y lo encontraría, podía haberle pedido el favor a Kendra o Isabel de averiguar si había pasado algo, pero para mi desgracia, no se hallaban en el castillo. Ni ella ni ninguna persona que trabajase aquí. Sólo estábamos él y yo, y era como si estuviese sola.Mi estómago gruñó e hice una mueca. Me quité las sábanas de encima, metiéndome en mis pantuflas y comenzando a caminar
Me aferré aún más a sus hombros cuando se inclinó hacia delante conmigo entre sus brazos, pegando mi pecho al suyo sin dejar un milímetro de distancia. Su piel ardía demasiado, y eso me preocupaba.Me separé un momento, jadeando y mirándolo a los ojos—¿Estás seguro de que no tienes fieb…? ——Solo cállate—gruñó antes de volver a besarme con ganas.Su lengua se deslizó sobre la mía y me estremecí cuando su mano ascendió sobre mi espalda.Cuando me acomodé un poco más, intentando aliviar mi cuerpo tenso y deseoso, él soltó un jadeo ahogado que me afectó explosivamente. Mi entrepierna estaba justo sobre su bulto, y demonios… se sentía tan bien.—Mierda—susurró, dejando de besarme y presionando su frente sobre mi hombro.—Blake, estás demasiado caliente.—Amy…—dejó un pequeño beso sobre mi cuello y suspiró—No tienes una jodida idea.Eché mi cabeza hacia atrás cuando sus labios siguieron torturando ese lado sensible.—¿Amy? ¿Estás segura?Tragué saliva y bajé la mirada hasta sus ojos azulad
Capítulo 27BlakeMe senté sobre mi cama y me pasé las manos por el cabello, soltando un largo suspiro. Todo estaba saliendo peor de lo que esperaba.Su cuerpo permanecía quieto, pálido.Sé que era todo parte del proceso, y que tenía que ser paciente, pero en verdad me preocupaba que llevara tres días inconsciente. Tres días en que no había podido besarla, en que no había escuchado su voz, tres días en que no la había visto sonreír.Mi celo se puso en pausa, y tuve que llamar a un brujo para que se encargara de eso. No podía estarme preocupando de mi calentura y mi necesidad de sexo mientras ella estaba así. Sería desastroso.Justo en ese preciso momento me habían dado aviso de que había ocurrido un problema al interior del bosque, en el que humanos estaban involucrados. Quise por un momento no ser un rey, ser una persona normal dentro de lo que podía. Dejar mis preocupaciones de lado y solo centrarme en Amy.Tuve que marcharme, dejándola ahí sola y en mal estado, y me carcomía la cul
Capitulo 28-¡Ahhhhhhhhh!, ¡hasta que han recapacitado! Pensé que este momento nunca llegaría- chilla mi pelirroja amiga contra la almohada.-¿Qué quieres decir con eso?- arrugo la nariz.-Que ya se estaban tardando demasiado- me mira como si fuera obvio-. Digo, yo me cogí a Shane a los tres días de conocerlo, y tú que ¿Cómo tres años?Giro mis ojos.-No es para tanto- me recuesto sobre su hombro-. Supongo que pasó cuando ambos estábamos listos, en el momento preciso. Fue lo mejor.-Siéndote sincera, Amy, estoy feliz por ti. Se lo mal que lo has pasado. Ya sabes, mereces lo mejor. Sé que Blake te lo dará, aunque a veces sea un demonio salido del infierno.Suelto un suspiro y la miro con una sonrisa- Creo que lo amo-hago una larga pausa luego de decir aquello-. No sé que hacer respecto a eso.-Tus ojos brillan más.-Y mi corazón late más, demasiado más.Apoya su cabeza sobre la mía y ríe con ganas.-Estás jodidísima.-Y mucho, amiga mía.De pronto se sienta mirándome con los ojos abier
—¿Qué vas a dónde?—cuestionó Blake bastante escandalizado.—A la ciudad, con Camila.—Me vale mierda con quien sea, es peligroso.—Blake…—suspiré levemente, armándome de paciencia—, desde que te conozco he vivido escondida. Merezco ser divertirme también, ser feliz, ¿no te parece?—¿No lo eres aquí?A veces actuaba demasiado necio, como si todo se tratase de él, o fuese su culpa.—No hablo de eso—tomé sus manos—. Iré con Camila a la ciudad, a pasarla bien un rato. No es nada que tenga que alertarte.Bufa con frustración—Aun no entiendes lo que significa el hecho de que seas mi compañera.—Blake, solo te estoy avisando.Suelta mis manos y su mala cara es evidente antes de que se voltee.—Haz lo que quieras.«Eso es justo lo que haré»Aprieto mis labios y tomo el celular de a mesita de noche—. Te mandaré mi ubicación si eso te deja más tranquilo.Al llegar abajo mi amiga me espera en el salón, vistiendo un hermoso top gris brillante y unos pantalones de cuero altos.Me da una amplia son
Abro la puerta y sacudo al hombre con fuerza, esperando su ayuda, su seguridad. Lo único que veo es su cuello desangrado y toda su ropa manchada.Suelto un jadeo y retrocedo, mis manos sudan mientras marco a Blake. El teléfono se me cae de las manos dando en la alcantarilla mientras escucho su voz en la lejanía.—¡Blake!Escucho pisadas, escucho risas, escucho hombres. Comienzo a correr, corro y corro hasta que no sé donde estoy. Un callejón es lo que puedo ver, acorralada, asustada. Así es como me siento.Me acurruco, esperando no ser encontrada. Llorando por la ausencia de Camila.—¡Ahí está!— esa frase es la causante de mayor desesperación, tiemblo y tiemblo, porque, aunque intente pensar que es otra cosa, sé que me han encontrado.Veo la silueta de un hombre. Sus pasos me atormentan. No tengo escapatoria.—¿Creíste que podías engañarnos, muñeca?Aprieto mis dientes mientras mis garras se entierran en mi piel.—La otra perra es un buen bocadillo, pero lo que necesitamos es el plato
El camino de vuelta se me ha hecho eterno, intento despejar mi cabeza, pero solo hay problemas y más problemas. Blake acaricia mi cabello, pero la tensión por lo que ha pasado no disminuye.—¿Aún estás molesta?— ¿En mi lugar no lo estarías?—La verdad es que ni te hablaría.—Y no tengo ganas de hacerlo de hecho.—Perdón, la verdad es que soy un idiota—Eso es algo que no te voy a negar—Te amo demasiado—murmura—. Me da miedo perderte.—De la única forma en que me perderías es arrancándome el corazón, me es inevitable amarte.—Al verte con ese tipo me he pensado lo peor dejarme llevar por lo que me dicen los demás, no me gusta ver a ningún Idiota cerca de ti, porque me vuelvo loco.Me quedo callada por unos segundos porque no sé qué responder, sus actitudes me lastiman y me hacen verlo como un niño, un niño dolido y solitario que no sabe cómo amar.Me hace daño, pero la vez me recompone, me agota y me llena de energía a la vez, es como una corriente contra la que nado, pero qué me man
Observo como Blake termina de guardar sus cosas en una pequeña maleta que cierra con pereza.—En verdad no es necesario que te vayas—susurro apenada.Era su casa, como es posible que elija irse. Yo era quien había tomado la decisión, yo debía marcharme.—No te preocupes, he hablado con tu padre. Ambos pensamos que no es seguro viajar, el vendrá a verte todas las veces que quieras.—Aun así, si no puedo irme deberías quedarte. No será como antes pero es tu casa, aunque no estemos juntos puedes estar aquí.—No creo que sea algo que pueda soportar— murmura.Hago una mueca y trago saliva. Sus ojos azules se encuentran con los míos y me veo a punto de llorar.—No iré muy lejos de todos modos, debo estar al pendiente. —Solo cuidate—le pido—. ¿Me lo puedes prometer?—Lo prometo— deja un beso en mi frente y luego me abraza con fuerza, respirando en mi cuello—. Volveré, no te desharás de mí tan fácil.***Han pasado horas, y yo no me he movido de mi sitio, Isabel ha venido unas cuantas veces