Moira

No puedo dejar de temblar, ni siquiera me siento capaz de hablar ahora mismo. Corrí aquí cuando ese chico, Adam, me gritó que lo hiciera, pero pude ver la furia en los ojos de Dillon.

Escuché gruñidos desde el piso de abajo, así que traté de encontrar un lugar donde sentirme a salvo y terminé en este baño.

Ni siquiera sé qué pensar. No sé qué estaba haciendo o mejor dicho, no entiendo qué estaba haciendo sobre el regazo de Dillon mordiéndolo. Escucho unos pasos más allá de la puerta que me hace casi imposible respirar asustada.

—Ven aquí—grita una voz masculina—no voy a hacerte daño, necesito hablar.

Mis manos tiemblan mientras abro la puerta del baño, un grito de pánico escapa de mí cuando veo el rostro ensangrentado de Adam que lleva un inconsciente y herido Dillon sobre sus hombros.

—¡Oh dios mío!

Jadeo, mi barbilla comienza a temblar mientras él abre una puerta a nuestra derecha y tira a Dillon sobre la cama.

—¿Qué sucede?

Digo asustada al verlo inconsciente. Adam me mira an