Dillon

El pitido de la sangre en mis oídos me dice que debería apartarme, pero mis instintos han tomado el control y lo menos que puedo hacer ahora mismo es obedecer a mi mente.

Ella huele bien, incluso está mañana cuando la moleste sobre no haber lavado su cabello, solo quería tocarla. Lleva ese vestido café relativamente ajustado que deja ver perfectamente la curvilínea figura de su cuerpo.

Cuando Adam la miro sentí la necesidad de mandarlo lejos, así que traté de arreglar esta situación con prisas para despedirlo lo más rápido posible.

Ahora me pregunto si eso fue una buena idea, mis manos se mueven hasta la mejilla rosada de la mujer frente a mí y ese aroma regresa. Hablarle del celo solo empeoró mis muy debilitadas fuerzas de voluntad, así que olerla fue todo lo que necesité para lanzarme sobre su boca.

Muevo mis labios sobre los suyos, mi mano baja hasta su costado empujando su espalda un segundo después más cerca de mí. Mis piernas abiertas rodean las suyas, mientras esas dulc