—Emma, pequeño, creo que debemos irnos, antes de que alguien venga… no queremos que te lleven a ti también— dijo Esteban quedando a nuestra altura.
Salimos del lugar y llegamos a la casa de nuestros padres, se me hacía tan bien verlos, saber que… estaban bien. Ellos le dieron una cálida bienvenida al niño, pero, salvo a la vez anterior, él no ha dicho ninguna palabra, él sabe lo que le pasó a su madre, pero… quizá, no quiera decirlo. Le hemos preguntado su nombre y no responde, quizá… solo necesitaba tiempo, sí, algo de tiempo, me encargaré que lo tenga.
—Cariño, vamos a ver tu nueva habitación— lo tomé de la mano.
Él tenía ocho años, pero a causa de su mala alimentación parecía un niño de cinco ¿Qué podríamos hacer ahora? Solo esperar y dar lo m
—Maxi… Estoy contigo porque quiero, no eres ni serás una carga para mí. Estoy feliz de haberte encontrado, feliz… de poder hacer algo para que puedas estar bien. Te tomaré bajo mi cuidado, viviremos juntos tan pronto como podamos, te llevaremos al palacio. Me encargaré de que no te falte nada, no solo material, sino que… quiero darte todo el amor del mundo— lo abracé —sé que todo lo que haga, no será suficiente, pero daré lo mejor de mí— susurré.—Emma, es hora de irnos, no puedo dejarte aquí— dijo Esteban entrando a la habitación.—Lo siento Maxi, debo irme… intentaré verte pronto, papá y mamá cuidarán muy bien de ti, si quieres o necesitas algo, por favor, házmelo saber— él asintió.Esteban y yo caminábamos lentamente, el ambiente era distinto que
Entramos los tres a la habitación, Esteban tenía que ir a hablar con su padre, así que estaría con Isabel un rato.—Emma… cuando estés fuera de esta habitación, no hables con nadie, a menos que yo esté a tu lado ¿Entendido? Esto es algo que debe prohibirse, por favor, hazme caso— me habló con demasiada seriedad.—No lo haré, confiaré en ti— dicho esto él se fue.—¿Qué sucedió?— preguntó Isabel algo confundida.—Es… una… larga historia— incliné mi cabeza y comencé a llorar.Isabel se acercó a mí bastante preocupada, caí de rodillas, no podía dejar de llorar, mi corazón dolía tanto, no podía soportarlo.—Emma, Emma ¿Estás bien?— se inclinó quedando a mi altura —Dime &
—Cuando llegamos se veía tan bien… ¿Qué le pasó?— Pregunté confundido.—Ella dijo que la mujer había muerto por su culpa, que era una mala persona, Ella… ¿Está hablando de la mujer de esta mañana?— Me miró fijamente a lo que yo asentí.—La señora, tenía un hijo, el cual dependía de ella, él… no solo perdió a su madre, sino todas sus posibilidades de sobrevivir, al parecer Emma les llevaba constantemente comida— respondí algo pensativo.—¡Eso explica por qué dijo que creía que Abundio la había visto con ellos!— exclamó como si hubiese recibido una revelación —pero… ¿Qué será del niño?—Él se está quedando con los padres de Emma, hasta… que encontremos la manera de
Asentí con una enorme sonrisa y cerré mis ojos, debía estar bien, por Maxi, si me mostraba débil podría hacerle daño, si llegaba a perder el control de mí misma, sería incapaz de hacer algo. Debía… ser más prudente, lo haría por Maxi, ahora… no era solo yo, ahora contaba con otra persona a la que debía proteger.La mañana había llegado, Esteban y yo salimos antes que todos salieran a sus labores, solo debíamos escabullirnos para que los guardias no nos vieran y decidieran seguirnos, aún era muy temprano, por lo que Maxi estaría durmiendo, Esteban y yo caminábamos para ganar tiempo.—Al parecer pronto tenemos que salir a la guerra— dijo de repente.—Entre más rápido comience, más rápido terminará y… podremos volver a la normalidad— Sonreí para tranquiliz
—llegamos— susurró Esteban mientras sonreía.Era demasiado tranquilo, la brisa era fría, combinaba perfecto para la caminata que habíamos hecho. A lo lejos, divisé un columpio que colgaba de las ramas de un enorme árbol, Maxi se bajó de la espalda de Esteban y se acercó a mí, con una mano me indicó que me inclinara para decirme algo.—¿Recuerda que le dije que sería un lugar especial para él?— Me regaló una tierna sonrisa, a lo que sonreí de regreso.Si es un lugar especial para él, me gustaría escuchar la historia detrás de este lugar.—¿En qué piensas Emma?— se acercó Esteba a nosotros.Negué un poco dudosa —es un espléndido lugar— sonreí.Había grandes y numerosos árboles, había también arbustos y e
• Él •Al escuchar que Maxi estaba llorando, ambos corrimos al lugar en el que el niño estaba. Emma se hizo rápidamente cargo de todo, eso me recordaba a la vez que estuve en este sitio junto a mi madre. En esa ocasión, me había resbalado del columpio, ella tomó de igual manera el pañuelo y lo colocó en mi brazo, luego de eso, me acunó y me llenó de caricias. Por un momento sentí que Emma es tan similar a mi madre, no puedo evitar sentir curiosidad y preguntarme acerca de ella.—¿Te sientes mejor Maxi? — Preguntó Emma mientras lo tomaba en brazos.Él asintió levemente y se sentaron en el columpio, Emma se mecía con suavidad mientras acariciaba su rizado cabello, ella se veía tan maternal y dulce. Me acerqué a ellos y comencé a columpiarlos con delicadeza, no me había sentido tan tranquilo y en paz como
Todos asentimos y nos dirigimos al lugar, algo me advirtió de que Esteban había visto algo ¿qué podría haber sido?—¿Pasó algo?— Pregunté tan pronto se cerraron las puertas.—Sí, Es Abundio, estaba hablando con dos de los sirvientes, lo mejor es mantenerlos alejados de ese sitio, me pregunto… ¿De qué estarán hablando?Pasó un día y había sido llamada a la presencia del rey. Esteban estaba a mi lado hoy se decidiría sobre quién sería la mejor persona para cuidar del palacio en la ausencia del rey y el príncipe. Me sentía un poco nerviosa, pero, solamente había dos personas consideradas para tal puesto Abundio y yo. El rey quería escuchar el por qué considerábamos que éramos la persona indicada cuidar del palacio, Abundio, con toda seguridad, tomó la palabra.
—¿Es cierto lo que me dices Esteban? Si es así ¡Ese hombre debe morir!— se puso en pie.—Lo es padre, pero… aún no debe hacerlo, es algo que ha estado enterrado hace años, las demás personas podrían tomarlo como un loco— mencioné cabizbajo.—¡¿Qué se supone debería hacer?! No puedo permitir que ese hombre continúe viviendo— se dejó caer en el suelo.—Hay alguien que sabe perfectamente cómo terminar con ese hombre— puse mi mano en su hombro.Mi padre me observó con una pequeña señal de esperanza.—¿Quién es esa persona?— preguntó bastante interesado.—Es Emma, sé que es una mujer, sin embargo no hay que menospreciarla por eso. Si me pusiera a contar las veces que ha hecho cosas admirables, usted estaría tan convencid