Capítulo 64. Sin arrepentimientosIvanna Linares FloresGuanajuato, MéxicoYo no quería escuchar a nadie, yo solo quería acabar con Cecilia, mandarle al otro mundo, no se iba a salir con la suya nada más porque sí, yo quería terminarla, porque con eso iba a liberar a mi amigo de esa ponzoña venenosa con la que había tenido la mala fortuna de casarse, él ya no tendría que pasar por ese espantoso juicio donde ella le iba a quitar todo lo que había ganado en la vida.–Nadia, ayúdame – Le pidió mi novio – Por favor.Yo estaba aferrada a esa mujer porque quería acabar con su vida, me tenían que dejar acabar con lo que había empezado, ella no podía respirar del mismo aire que yo estaba respirando, debía morir, tiene que morir, tiene que pagar con su muerte, la vida que le había arrebatado a mi abuelito.–Licenciada Linares, por favor suelte a esta mujer, por el amor de Dios – Nadia me pedía – Por favor, no haga algo de lo que después se vaya a arrepentir, no se ensucie las manos por esa muj
Capítulo 65. Algo distraídoCristóbal Mendoza RamírezLeón, Guanajuato, MéxicoSabía que Ivanna estaba pasando por un trago muy amargo con todo este asunto de lo que estaba pasando con nuestros amigos, con Amaia y con Axel y pese a eso yo quería buscar la forma de hacerla que se sintiera mejor. Desgraciadamente, dos días después de saber lo del fallecimiento de su abuelo, mi hermosa novia tuvo un gran problema.–Cris, estás muy distraído y necesito que te concentres – Me pidió – Este caso es muy importante. Necesito que tengas en orden todo lo del divorcio de los González, mañana vienen a firmar y sabes que odio quedar mal.–No quedarás mal, mi amor – Le robé un beso – Tú eres la mejor abogada que he conocido y todo estará en orden. Es que recordé que con todo lo que ha pasado estos días, no se ha aclarado lo del problema que pasó con Leandro.Ese es un asunto que debemos aclarar, que sepan que es lo que pasa entre Ivanna y yo, que no piense Leandro, que las cosas se quedaron así, de
Capítulo 66. Un acosadorCristóbal Mendoza RamírezLeón, Guanajuato, MéxicoComo siempre saludé al señor con el debido respeto que él se merecía, es un señor muy amable, siempre muy respetuoso y se llevaba muy bien con todos en la firma, uno de los clientes más asiduos de la firma.–Buenas tardes, Cristóbal – Respondió – Sí, ya me dijo Nadia. Muchas gracias.–Adelante, por favor.Caminamos por el pasillo que llevaba hasta el despacho de mi adorada Ivanna y una vez que llegamos ahí, yo abrí la puerta para cederle el paso al señor Sotelo. Esperaba que todo lo que venía a hablar con mi chica terminara pronto, Él entró ahí a dónde estaba mi hermosa novia y yo, le lancé un beso discreto y lo dejé ahí dentro con ella, no podía quedarme presente por la privacidad del cliente abogado, a menos que mi jefa o el cliente lo pidieran que así fuera. Caminé un poco para regresar a mi lugar de trabajo y me detuvo Nadia.–Cris, antes que bajes a los cubículos ¿Me puedes ayudar con algo? – Me preguntó
Capítulo 67. Un despidoIvanna Linares FloresGuanajuato, MéxicoLo que pasó con nuestro cliente, el señor Sotelo, si es que a ese tipo se le podía llamar señor con educación, había sido algo de lo más horrible y supe que eso encendió un foco de alarma en mí. Tenía que hablar de la situación mía con Cris y era algo que ya no me podía callar o todo aquel hombre que quisiera acostarse conmigo, como si tuvieran derecho, se iban a colgar de lo mío con Cris con el fin de querer perjudicarme.–Nadia, por favor, convoca una junta urgente a las 7 pm – Le pedí – Que nadie se vaya hasta haber estado en la junta. Es de carácter obligatorio.Todo tiene que quedar en regla, que no piensen que a mí me van a querer tener como si fuera yo una cualquiera, que ahora tenía que estar con todos, estaban muy equivocados, había dos que tres que se la iban a tener que ver directamente conmigo.–Sí, licenciada, si ya no me necesitan, yo me retiro.–Sí, por favor y gracias.Al quedarme sola con Cris, me la pen
Capítulo 68. Una buena lección Ivanna Linares FloresLeón, Guanajuato, MéxicoDelante de todos iba a despedir a Leandro, no me interesaba lo que pudieran pensar los demás, y claro, eso también era para que vieran que conmigo no se jugaba, él no podía permanecer ni un minuto más en mi firma.–Está bien, amor. Me voy a mi cubículo – Dijo un poco desganado – Tengo que ir a hacer unas cosas, antes de la junta de esta noche.Me gustaba que fuera tan bien portado y que estuviera haciendo el trabajo que le había encargado, es su responsabilidad entregarlo a tiempo, dejaría que se fuera a terminar lo que me estaba diciendo.–Así me gusta, que seas muy eficiente amor. No quiero que luego, seas tú al que tenga que despedir.Lo dije de broma, no creo que llegara un día en que lo despidiera, me gusta tenerlo cerca de mí, me siento muy bien a su lado, amada y protegida, Cris, me llena de alegría y con ganas de hacer muchas cosas, él es mi motivación.–No te daré motivos – Me aseguró – No quiero t
Capítulo 69. Un trago muy amargoCristóbal Mendoza RamírezLeón, Guanajuato, MéxicoTodos los socios, colegas y empleados quedamos consternados, después de ver lo que Ivanna, le había ocasionado a Leandro y la verdad no era para menos. Mi novia, había destrozado a ese hombre delante de todos, sin importarle nada y eso me afectó más de lo que debiera, pero traté de disimularlo porque además de todo y a pesar de que pasó lo de Leandro, Ivanna iba a proseguir con la junta y yo no tenía más que quedarme callado y esperar lo que sea que fuera a pasar con la junta.–Bien, después de este trago amargo y como ya se pudieron dar cuenta todos ustedes, que el que se mete en las vidas ajenas, siempre termina muy mal – Dijo mi novia – Ustedes, tienen la elección, pueden respetar las vidas de los demás o pueden seguir el camino de Leandro y no creo que quieran eso ¿O sí?Todos en la sala de juntas guardamos silencio, mientras que Nadia y yo repartíamos unas carpetas con un reglamento interno de la
Capítulo 70. Visita inesperadaCristóbal Mendoza RamírezLeón, Guanajuato, MéxicoMejor me fui a mi cubículo a organizar y recoger mis cosas y le daría una excusa a Ivanna para no irme con ella esa noche, no me sentía de ánimo y cuando ya tenía todo conmigo y estaba por salir de mi cubículo, recibí una llamada.–Hijo hermoso – Era mi madre – Cris, llevo todo el día llamándote y antes que me regañes, sé que debes estar trabajando y por eso mejor me vine a esperarte a tu casa.Mi mamá no me avisó que vendría, eso sabía ella que no me gustaba, me estaba presionando y hoy no estaba para nada bien de humor, ella me tenía que avisar, no estoy preparado para que me dé un sermón con respecto a Ivanna y ella ahora no sé en qué estado esté, anda demasiado apurada con lo de sus amigos.–Hola, mamá. No puedo creer que estés aquí en León. No me avisaste que venías y no tengo nada en la casa – Dije un poco nervioso – No habíamos quedado en nada.Mi mamá no sabía qué planes tengo y no me ha gustado
Capítulo 71. La invitación forzadaIvanna Linares FloresLeón, Guanajuato, MéxicoMi novio y yo, apenas salimos de la firma y nos fuimos directo a su casa. Estaba enojada por la actitud que Cris había tenido todo el día en la firma y por eso ni quería ir a ver a su madre, mucho menos a cenar con ella y solo lo hice porque en mí hay un poco de humanidad y es todo. Nunca me ha gustado intimar con los familiares de los hombres con los que tengo una relación, así que espero que Cris tome esto a manera de debut y despedida.–Gracias, Ivanna. Sé de sobra que vienes más a fuerzas que de ganas – Dijo Cris – Lo siento mucho, mi madre solo se apareció aquí.Ya no podíamos hacer nada, sé que hay madres que por encima de todos hacen ese tipo de cosas, la señora estaba muy mal al imponerse de esa forma. No me gustaba ese tipo de personas, la próxima no se lo iba a tolerar. Pues Cris ya es un adulto, no lo puede estar vigilando como si fuera un niño.–No te preocupes, Cris – Respondí – Ya estamos a