Capítulo 18. El dichoso regaloCristóbal Mendoza RamírezLeón, Guanajuato, México–Sí, mi amor. Por cierto, Cris – Nos separamos y ella abrió de nuevo las cortinas de su oficina – Tengo algo para ti, hoy cumples un mes como mi pasante y te tengo un regalito.No es necesario que me dé nada, yo soy feliz teniéndola a ella, no se tenía que molestar con regalos, pero si ella va a insistir no creo poder decirle que no, pero me parecía algo innecesario.–Muchas gracias, pero no tenías que haberte molestado. La verdad, me hiciste un grandísimo favor al recibirme en la firma. Admito que no mande mi solicitud a tiempo y…No me dejó terminar y me entregó una carpeta, me parecía de lo más extraño, ni idea de lo que pudiera contener, se parecía a muchas de las que ya había visto en la firma, en los archivos y en la oficina.–Este es tu regalo, amor – Ivanna me dio una carpeta – Es tu primer caso solo, aquí en la firma, revísalo y empieza a prepararlo.Entonces esto es a lo que se refería Leandro,
Capítulo 19. SorprendidoIvanna Linares FloresLeón, Guanajuato, MéxicoAxel y yo, bajamos a la biblioteca y ahí vimos a Cris con Amaia platicando muy contentos, eso no fue lo que me molestaba. Lo que realmente terminó por molestarme fue qué Cris seguramente le estaba contando a Amaia lo del caso pro bono y eso no tenía por qué hacerlo.Él tenía que resolver ese caso igual que cualquier otro pasante de mi firma, si es que quería un puesto aquí. De lo contrario, solo terminaría su servicio como está estipulado y eso sería todo. Cris era muy predecible y supe que acerté en qué él le pedía ayuda a Amaia cuando lo vi súper misterioso, al vernos a mí y a Axel.–Ivanna, Axel ¿Qué hacen acá abajo? – Preguntó Cris muy nervioso – Yo estaba buscando información del caso pro bono.Pero sentado con Amaia y seguramente ya le ha pedido ayuda para el caso en el que se encuentra, ella es muy inteligente y de seguro le va a ayudar, pero esto no puede ser, él tiene que sacar su trabajo solo, nadie le t
Capítulo 20. Regañado y castigadoIvanna Linares FloresLeón, Guanajuato, MéxicoNo me lo iba a poder negar, todo ese nerviosismo que había tenido cundo me vio llegar con Axel a la biblioteca se debió a eso, él le había pedido ayuda a Amaia, de eso yo no tenía ni la más leve duda.–No güera – Se defendió de inmediato – Además, Amaia ¿Qué va a saber de eso? Ella está estudiando para ingeniera industrial, no sabría ni cómo ayudarme.A mí no me iba a engañar porque no había nacido ayer, Amaia le tuvo que haber ayudado en algo, no por nada es hija de uno de los mejores abogados y novia de otro, ella sabe mucho de este negocio, si no estuviera estudiando ingeniería, fuera una muy buena abogada, de empezar a estudiar leyes. –Y yo, me chupo el dedo – Dejé salir mi enojo – La conozco más de lo que la conoces tú y mi amigo Axel anda con ella, porque además de ser más joven que él y muy guapa, ella es muy inteligente. Ella le ayuda en los casos a Axel y no me quieras tomar el pelo, Cristóbal.
Capítulo 21. Visita obligadaCristóbal Mendoza RamírezLeón, Guanajuato, MéxicoSaliendo de la firma me fui caminando a solas a mi casa, me sentía de lo más mal que me pudiera sentir. Ivanna estaba decepcionada de mí y eso cualquiera lo sabría, era tan obvia su decepción que ella no me quiso llevar esa noche a mi casa y eso me hacía sentir mal, pero es que todo esto era tan difícil.En la escuela nunca nos habían hablado de estos retos enormes que nos iban a poner los despachos aun siendo pasantes y yo, no me sentía preparado para enfrentarlos y mucho menos sin una guía o un apoyo que viniera de Ivanna, pero yo sabía que eso no llegaría. Entré a mi casa y me puse a calentar algo de cenar, cuando me llamó mi madre y eso me hizo sonreír al menos un poco.–Hola, mamá, qué gusto que me llamas – Respondí – Escucha, no he podido ir para allá. No tienes idea, de todo lo que estoy pasando acá en el despacho donde estoy haciendo la pasantía.Necesitaba por lo menos estar por lo menos relajado
Capítulo 22. DerrotadoCristóbal Mendoza RamírezLeón, Guanajuato, MéxicoEn estos momentos soy el hombre menos afortunado del mundo, por un lado, estaba lo de mi mamá y por otro lo del caso pro bono, las dos cosas me tenían bastante mal. De esta no sé si fuera a salir, porque mi mamá estaría sí o sí, el sábado aquí en León.–Muy bien hijo, estamos en comunicación.Mi mamá es muy obstinada y no iba a quitar por nada del mundo el dedo del renglón. Dios mío, ahora sí que estoy metido en un buen problema. Saqué mi plato de cena del horno y cené más a fuerzas que de ganas, no sabía ni cómo hacerle para salir con Amaia, para ver a mi mamá y que no se enteraran ni Ivanna, ni Axel.Con todo eso en mente, me fui a dormir y sobra decir que no hice nada del caso pro bono y al día siguiente en la firma como era de esperarse, eso me trajo muchos problemas, no iba a entregar el resultado que la licenciada estaba esperando de mí.–Buenos días, licenciada Linares – Saludé a Ivanna apenas llegó – Le
Capítulo 23. ArrepentidoIvanna Linares FloresLeón, Guanajuato, MéxicoTuve que llevar yo misma el caso pro bono que le había asignado a Cris, no podía quedar mal con un cliente que ha confiado en mí para su caso y, ya que Cris no tuvo las ganas, ni la responsabilidad de hacer lo que debía yo lo tuve que hacer. Me puse a trabajar en el caso y aunque seguía viendo a Cris a diario en el despacho, nuestro trato era demasiado distante.Yo no sabía si seguir con él o no, pues realmente estaba muy enojada por su irresponsabilidad en su trabajo, pero el viernes antes de terminar el horario laboral, él se presentó en mi oficina, mi trato hacía él había sido como lo era con cualquier otro empleado de la firma, ya no salía con él para nada ese privilegio lo había perdido por no atender el caso a tiempo.–Ivanna, ya que nos hemos quedado solos ¿Podemos hablar? – Cris me dio una rosa – Por favor, no me he sentido bien estos días que hemos estado alejados, no sabes lo mal que me he sentido lejos
Capítulo 24. Un buen fin de semanaIvanna Linares FloresLeón, Guanajuato, MéxicoDespués de disculparse él se acercó a mí y tomó mi mano, me puse de pie y nos quedamos conectados mirándonos a los ojos y entonces me besó con un beso muy tierno y muy dulce que disipó todas mis dudas y que me hizo bajar mi guardia por completo.Sus labios besaban los míos con mucha ternura y amor y sus manos se aferraban a mi cintura como si él nunca quisiera dejarme ir y yo, tampoco quería que lo hiciera. Lo miré a los ojos una vez que terminó el beso y él se veía divino.–Está bien, Cris. Vamos a hacer las cosas bien esta vez – Le sonreí – Prometo que no seré tan dura contigo, en tanto tú me prometas no volver a descuidarte así y para festejarlo, podríamos irnos de fin de semana a algún lugar.Estaba haciendo lo que no debía hacer, pero no me podía seguir negando esto que siento por Cris, no podía dejar pasar la oportunidad de ir con él a algún lugar a celebrar el que lo íbamos a intentar de nuevo.–S
Capítulo 25. Entre la espada y la pared, parte 1Cristóbal Mendoza RamírezLeón, Guanajuato, MéxicoNo pude dormir en toda la noche por el problema de mi mamá, ahora ¿Qué iba a hacer? Ella vendría a León y yo, no le había ni llamado a Amaia para pedirle ayuda. Me encontraba perdido y demasiado preocupado porque no podía evitar la venida de mi madre y tampoco quería cancelar mis planes con Ivanna para salir de fin de semana.Por la mañana, me levanté temprano de la cama, salí de la recámara con cuidado de no despertar a Ivanna y afortunadamente me encontré en la cocina a quién quería encontrarme a Amaia, tenía que decirle que era lo que estaba a punto de pasar con mi mamá.–Hola Cris, veo que tú también has madrugado – Dijo ella – Yo me desperté temprano y me vine a hacer un café, tengo algo de migraña. En un rato ya nos iremos, ¿Quieres uno?Por supuesto que si quería uno, que bueno que me la he encontrado ya despierta, esto tiene que ser rápido, nadie más debe escuchar lo que me trae