---PUNTO DE VISTA [Mirai]---
Mis padres. ¿Mis padres querían esto para mí? ¿Qué es lo que Debo hacer? Cierto, no puedo hacer nada porque ya he firmado el dichoso contrato.
— Mira, hoy te vas a casar con mi hijo —La señora Elric me tomo de Los hombros al ver que me había quedado callada— Te vamos a pagar todos los cuidados, solo estamos buscando una imagen para él. Si todo el mundo ve que está casado, no desconfiarán en qué sigue siendo tan inteligente para los negocios como siempre.— Yo no sé mucho de enfermería, señora Elric.— Tendrás más personas que te ayuden, pero eso es lo que has firmado. No hay manera de deshacer el contrato, Mira. Lo lamento mucho, supongo que fue culpa del abogado por no explicarte, pero esto sigue siendo un trabajo.— Es que…— Alphonse es un hombre que se ha ganado una cama un poco mala, así que corre riesgo de perderlo, por favor ayúdanos de esta forma. Alphonse prometió no ser tan grosero contigo, debemos limpiar un poco su nombre para que no siga perdiendo más dinero, su mala gana sumado a esto, le está pasando factura ahora.No hay forma que pueda decir que no. Haga lo que haga, yo firmé ese contrato hace semana, ahora solo me queda cumplir o pagar una indemnización con dinero que no tengo.— Está bien —acepté— ¿El joven Elric se va a recuperar?— Esperemos que con la rehabilitación lo haga —me responde su padre— cuando el esté recuperado, podemos volver a hablar de un divorcio. Pero eso hasta que el este bien— Cuando eso pase, tú puedes seguir trabajando con nosotros o te ayudamos a poner algún negocio, con la educación privada que te daremos, seguro puedes armar algo. Tus padres siempre nos dijeron que a pesar de todo siempre has sido inteligente.…Lo siguiente qué pasó fue que la señora Elric, me hizo ponerme otro vestido que ella ha elegido personalmente para mí, básicamente me ha cambiado todo.— Por favor, no le hagas caso a mi Alphonse. Entre menos hables con él, será más fácil para ti.Esa es una tarea demasiado difícil para mi, porque seré su esposa y enfermera.— Conozco a su hijo, señ… Amanda. Se que casi nunca tiene un humor… tolerable.— Sabía que eras la adecuada para ayudarlo. Mi hijo es odiado por muchas personas, a veces siento que ha sido mi culpa, por darle todo con manos abiertas, pero muchas de las cosas que tiene, las consiguió el solo con los negocios. Se le da muy bien la comercialización, la casa donde vivirán es de él.Casi me ahogo con mi propia saliva cuando me dice eso.— ¿La… casa donde… viviremos? ¿No vamos a vivir aquí?La señora Elric comienza a reírse en voz alta, como si hubiese dicho un chiste, uno muy bueno.— ¿No te has dado cuenta? Alphonse no vive aquí desde que cumplió los dieciocho.— No, no me di cuenta. Pensaba que el joven Elric seguía viviendo aquí.Platiqué demasiado con la señora mientras era preparada para el gran evento. La señora me informó sobre pequeñas cosas que le molestan a Alphonse, también me dijo que en realidad ya estamos casados, lo de hoy solo son fotografías para compartir la gran noticia.Cuando estuve lista, me sentí nerviosa de salir al jardín. Más cuando la señora me había dicho que ya todo estaba listo, solo faltaba yo.Así que, con un paso lento y seguro, abrí la puerta corrediza que daba al jardín, levanté la vista y lo vi. Alphonse Elric, un hombre que siempre parece estar enojado, que, aunque Dios le dio una belleza, el hombre parece siempre ser infeliz.Me acerqué al hombre, a mi esposo, a mi jefe, a Alphonse. Él apenas me dedicó una mirada, supongo que debe sentirse horrorizado al saber que se casará con una sirvienta.Aunque estaba en una gran silla de ruedas, se sigue viendo como siempre. Su presencia sigue siendo pesada, su mirada sigue siendo como dos cubos de hielo.— Hola, joven Elric —saludé como de costumbre, aunque él es mayor que yo.— Ponte a mi lado y coloca la sonrisa más decente que puedas, Mirai —ordenó apenas viéndome un segundoLos padres de Alphonse me dedicaron una sonrisa de vergüenza. No pude evitar pensar que si deben tener mucha vergüenza, ese hombre necesita más educación, es un sangrón.Me coloqué a su lado, pero guardando cierta distancia. Me siento intimidada con el tan cerca de mí.— Acércate más, coloca tu mano en mi hombro, haz que tu amor parezca real en la foto, esfuérzate en tu trabajo —susurró de mala gana Alphonse— TócameMe acerque lo más que pude a él, puse mi mano en su hombro, puse una sonrisa, me daba miedo que algo saliera mal porque me dieron ganas de vomitar, por los nervios. Jamás pensé que yo acabaría casada con el hijo de los jefes de mis padres.— Bésame ahora —susurró cuando tomaron unas cuántas fotosAbrí los ojos con sorpresa, eso es una muy mala idea. Mi estómago, los nervios de estar tan cerca de él me quieren hacer vomitar, me da miedo tan solo acercar mi cara y besarlo, ni pensar.— Hazlo, ahora —siguió ordenándome.Me acerqué por su lado derecho, me puse a su altura y ya sentía mi corazón latir con rapidez, los nervios empezaron a comerme viva.Solo rozamos nuestros labios, solo pude aguantar diez segundos en esa posición, cuando tuve que quitarme con prisa para no vomitarle encima.Su madre me ayudó con un vaso de agua, estoy roja de la vergüenza. Entonces fue que miré a Alphonse de frente, el me miraba enojado, bastante enojado.— Si tanto asco te doy, no debiste firmar ese contrato que te envié, Mirai —aunque lo dijo en voz baja, parecía estar rugiendo en furia.Estoy oficialmente casada con un tirano. Estoy oficialmente casada con un hombre que es odiado en Austria.---PUNTO DE VISTA [Narrador]--- Para Alphonse, ver a la hija de aquellos sirvientes que sus padres adoraban vomitando por su beso, le hizo enfurecer de forma inevitable. Fingir ser la esposa de un hombre que no puede moverse, debió darle asco a aquella joven mujer. Millones de pensamientos parecidos, atormentaban la mente de Alphonse Ese fue el error de Mirai. Pues ahora, Alphonse no trataría de ser amable, como se lo prometió a su Madre, que la persona encargada de armar ese plan, para ayudarlo. Alphonse se negó, pero después de ver sus acciones cayendo, pensó qué tal vez la idea de su madre no era tan descabellada. FLASHBACK ——— Vaya hombre el de la habitación 12 —dice la joven enfermera— Lo que tiene de guapo, lo tiene de grosero. — Todas las que lo han revisado, se quejan de sus malos tratos. Pero puedo entenderlo, por un lado, su accidente lo ha dejado sin poder moverse por un buen tiempo, si no es que para toda la vida. Debe ser algo difícil de pasar —responde la enfermer
-------PUNTO DE VISTA [Narrador]--------Aquella primera noche para Mirai fue una de las peores noches. No hizo lo que su ahora esposo le pidió, pero si ayudó a Denovan a darle un baño a Alphonse. Aunque no tenía tierra, Mirai tuvo que hacer lo que Alphonse le pidió.Alphonse solo lo hizo para hacerla sufrir, porque desde su punto de vista, Mirai había demostrado tenerle asco. Así que ese fue su castigo, impuesto por Alphonse.Los días siguientes, Mirai estudió la rutina de Alphonse. Alphonse se despierta desde las cinco, para tomar su terapia, la cual son al menos tres horas de un dolor insoportable. Durante esas tres horas, la mansión del joven Elric se llenan de gritos agonizantes.Sobre las nueve, Alphonse toma otro baño. Después de una hora de “descanso”, Mirai debe llevar a Alphonse a tener sus diferentes actividades, de trabajo, reuniones, juntas, de todo lo que se pueda imaginar.— No lo he escuchado hoy —dijo Mira cuando vio a Denovan frente a la puerta que da a la habitación
-------PUNTO DE VISTA [Mirai]-------- Algunas noches, para guardar las apariencias, soy llamada a la habitación de Alphonse. La primera vez me morí de vergüenza, muchos imaginan cosas que no se acercan a la verdad. Aunque de solo pensar que todos piensan eso de mí, me hace sentir humillada. — Gracias, Vladimir. — ¿Estás bien? Hace un momento te vi muy pálida. Puedo decirle que estás indispuesta. Aunque eso sería maravilloso, no puedo hacerlo. Alphonse me ha dejado en claro estos días que debo obedecerle sin decir nada más. No preguntas, no hablar, no nada. Estoy obligada, por ese bendito contrato. — No te preocupes, Alphonse me comprenderá cuando le expliqué —mentí con una sonrisa. Alphonse siempre me pide que me quede en su habitación por dos horas, aunque me ha pedido o me ha dado la opción de quedarme, no lo acepto. Bastante humillada me siento solo con entrar a su habitación. — El señor Elric, con todo respeto, Mira… El señor Elric no parece un hombre compresivo. ¿Por qué t
——PUNTO DE VISTA [Narrador]——Después de un pequeño contratiempo, Alphonse se quedó callado, aunque no por gusto, si no porque debe dormir sus seis horas diarias, para ayudar a su cuerpo a tener una pronta recuperación, eso es lo que más desea en el mundo.Al final, le ha prohibido a Mirai regresar a su habitación, así que ella resistió el sueño lo mas que pudo.Cuando el reloj marcó las cuatro de la madrugada, Alphonse despertó al escuchar como si alguien hablara en la habitación. Apenas pudo ver a Mirai sentada, miranda a la luz que salía de una pequeña lampara cercana a la puerta de salida.— ¿POR QUÉ HACES RUIDO TAN TEMPRANO?Alphonse no se dio cuenta, que Mirai sigue soñando.— ¿Qué pasó? —dice ella.Alphonse no puede ver su rostro.— ¡No! ¡No! ¡No! —empezó gritando Mirai, dando un pequeño susto a Alphonse— ¡Mis padres no! — ¿Seguro que puedes seguir? —pregunta el terapeuta. Alphonse está aguantando las ganas de llorar y seguir gritando. La humillación que está recibiendo al
----PUNTO DE VISTA [Mira]---- Nunca en mi vida pensé que sería invitada a un lugar como este, el salón de un lujoso hotel del país entero, él mejor hotel. A donde sea que mire hay lujosos autos, como si fuera una feria del que traiga el mas caro, es el ganador. Con ayuda de Denovan, ayuda al señor Alphonse a bajar del auto. Denovan tiene su cara de “enojado” de todos los días, creo que él nació con esa terrible condición. Sin decir gracias ni nada, comienza a avanzar. — Gracias, Denovan —digo un poco avergonzada por lo que ha hecho Alphonse— Nos vemos en dos horas. — Estaré aquí para lo que necesiten —me respondió— Y no te preocupes, el señor siempre ha sido así. Sonreí, después tuve que caminar rápido para alcanzarlo, jamás pensé que esa silla avanzara tan rápido por si sola. — Caminas muy lento, Renata. No me hagas esperar —me dice Alphonse cuando me pongo a su lado. — Debo actuar como si estoy enamorada, veo que me quieres poner en una situación un poco complicada —respondo
— Alphonse Elric por muchos años ha insultado a las personas sin la menor consideración. Creo que por fin le ha llegado su karma.— Tienes razón, puede que su Karma sea la mujer que ha presentado como su esposa esta noche. Por muy normal que se vea, no sabemos lo que suceda dentro de su “hogar” — Tenemos que irnos, nos deben estar buscando. Acto seguido escuché como se lavaron las manos, se secaron y entre risas y susurros salieron del baño. Me quede sentada un momento más, no quiero estar frente a este tipo de personas. Realmente parecen desearle lo peor a Alphonse. ¿Qué tan malo pudo ser? Cuando finalmente salgo del baño, alguien me toma del brazo, deteniéndome. Temo que me quieran golpear, ahora puedo esperar todo. De saber que fingir ser la esposa de Alphonse era tan peligroso, no hubiese aceptado nada. — ¿Te he asustado? —aquel hombre sonrió dándome confianza o tratando de ganarla— Perdón, he sido un poco brusco. Escuché que eres la bella esposa de mi amigo, Alphonse. Eso no
----PUNTO DE VISTA [Narrador]--- Como es costumbre en la casa de Alphonse, por las mañanas todos escuchan a su odioso jefe gritar de forma agonizante. Algunos suelen desayunar a esa hora, otros toman un largo descanso, otros simplemente fingen que no trabajan allí. ¿Cómo es que todos se esfuerzan por aguantar? Sencillo, Alphonse desde muy joven se hizo de su propio dinero, con esto a todos sus trabajadores les tiene un sueldo muy por encima a todos. — No puedo soportar esto —dijo su madre saliendo de aquella habitación. La señora Elric siempre ha sido muy sensible, se hace difícil de creer que Alphonse sea su hijo. — No te detengas —pidió con sudor en el rostro Alphonse. Lo que hasta momento lo ha mantenido fuerte, es su orgullo. El terapeuta no se detuvo, sabe que Alphonse jamás se detendrá. Aunque hasta ahora no ha recuperado movilidad, eso no parece detener su esperanza de recuperase en un año. Las clases de Mirai ahora se extendieron por una hora más, ya que Alphonse pidió q
----PUNTO DE VISTA [Narrador]---- — ¿Dinero, Renata? ¿Por qué piensas que yo haré eso? — La monja que me ayuda con algunas clases, le ha contado a la madre superior que me he casado con un hombre rico, ellos me ayudaron un tiempo, prometí darle una donación. Me ha dicho que les han robado. — No tengo tiempo para tonterías. ¿Cuánto necesitas? Mirai no creyó que así de fácil, Alphonse le daría el dinero. Pero ella no sabe que Alphonse piensa de esa forma porque la conoce. Sabe que ella dice la verdad, sea como sea. Además, no puede permitir que se esparza el rumor de que Mirai no tiene dinero, aún casada con él. — Le preguntaré a la monja, mañana —dijo ella— Muchas gracias, Alphonse. Al salir de la oficina de Alphonse, el hombre la observó detalladamente. ¿Cómo una mujer como ella aceptó casarse con Alphonse? Por muy guapo y atractivo que es Alphonse, todos sabe el carácter tan horrible que tiene. Lo egoísta que puede llegar a hacer. Nunca acepta la culpa de nada, no hace donacion