Capítulo XXI
El nuevo amanecer. Parte IV
Génesis se preocupó, sabía que esto no terminaría bien para ninguna de las dos partes, las cosas estaban complicadas, Naim estaba molesto por el hecho de que la Reina fuera tan intransigente y tan poco agradecida, solo fue un pequeño error pero podía enmendarlo en cualquier momento, pero ella quería discutir con él, solo estaba cansado y preocupado, necesitaba irse rápidamente a casa, era lo más importante en ese momento, regresar para poder ayudar a los druidas y a la princesa.
Mientras que la Reina estaba tan molesta y ofendida que podía matar al muchacho allí mismo, nunca nadie había ido en contra de sus órdenes, desde hace mucho tiempo era una persona influyente en el mundo de las hadas, desde que venció a la última Reina todo el mundo le había mantenido un respecto absoluto, pero
Capítulo XXIILa conexión.El joven guardián se acercó lentamente a Serena quien había destruido una gran parte del palacio con sus ataques, pero no importaba al fin y al cabo era de ella, al menos eso creía Naim, sin más se agachó a su lado mientras soltaba las raíces de sus piernas.- No quería hacerle daño, por eso solo utilice una mínima parte del poder que puedo usar, por favor, la próxima vez no sea tan arrogante, y permita que aquellos que hemos cometido errores logremos enmendarlos bien, discúlpeme si le he ofendido, Su majestad. - Dijo Naim arrodillado en sus pies, pero para sorpresa del joven aprendiz de mago ella no solo no se levantó, sino que también le hizo una reverencia, el resto de los presentes hizo lo mismo.- ¡Salve al nuevo Rey! - Gritaron todos al unísono. Naim estaba boquiabierto, se estaba preguntando: &ldquo
Capítulo XXIILa conexión. Parte IIMientras entraban a una parte del palacio que el joven guardián no conocía, ella lo miraba con desconfianza y algunos pensamientos en su mente, pensamientos que estaban fuera de lugar. Era una biblioteca, poseía libros por todos lados, cada uno de ellos estaban tan bien cuidados que se podía observar la dedicación y el esfuerzo puesto por cada una de las personas que habían cuidado el lugar, Naim se sorprendió, nunca había visto tantos libros juntos, era algo hermoso, trató de acercarse un poco, pero antes de que pudiera de hacer algo fue interrumpido por la voz de Serena a su espalda.- ¿Qué desea Su majestad? - Cuestionó el hada irritada.- Oh, cierto… la verdad, necesito decirte porque me quiero ir de acá. - respondió el joven guardián, tratando de generar algo de empatía con el hada.
Capítulo XXIIIEl regreso del joven mago.Todos se preparaban para una nueva batalla entre los druidas y el ejército extraño de centauros, ya varios días de luchas había hecho que los centauros retrocedieran mucho, los centauros habían luchado con fiereza y orgullo, pero los druidas tenían aliados muy poderosos, que a pesar de estar muy exhaustos habían logrado que los centauros retrocedieran de forma significativa, y tan solo habían pasado dos días, todos estaban pensando en la situación de forma efusiva, sería mejor seguir su camino e irse de aquel lugar, pero por alguna razón los lideres insistían en quedarse, esta era la última batalla, acá podrían definirse muchas cosas, los centauros más diestros en combates sabían que lo mejor era huir, pero el orgullo no les permitía tal acto tan infame.Mientras que las tropas de la Reina de Consoal estaban totalmente cansadas, no habían tenido ningún descanso desde hace varias semanas, pero se mantenían firmes y luchab
Capítulo XXIIIEl regreso del joven mago. Parte IILa primera parte de la batalla había sido dura para todos los presentes en el combate, era un momento duro, en especial para las tropas de Consoal, quienes eran los más afectados, los druidas luchaban contra ambos bandos de una forma increíble, tener los poderes de la naturaleza era algo muy poderoso, era realmente aterrador, la capacidad de los poderes de los druidas en un momento estaban logrando vencer a todos los centauros grisáceos que quedaban, mientras que por otro lado las fuerzas de Omantre estaban avanzando.Para sorpresa de todos los presentes, sonaron algunos cuernos de guerra, y de entre los árboles que estaban detrás de donde estaban los centauros grisáceos, apareció el Rey de Colimbus junto con un numeroso ejército de centauros que se lanzaron a la batalla, en pocos instantes los centauros grisáceos que quedaban murieron
Capítulo XXIIIEl regreso del joven mago. Parte IIIDe la nada surgió un ejército de hadas, pero estás eran distinta a todo lo que habían visto en su vida, eran hadas hermosas, de tamaño humano, con una mirada de fuerza, de desafió y de querer comerse al mundo, ninguno de los presentes se atrevió a respirar, mientras que los ojos de Omantre se llenaban de ira, una sola persona de entre los presentes sonrió al verlas, el General Tristán.Luego detrás de ellas, un hermoso dragón blanco, de unas proporciones increíblemente grandes, salió del bosque, pero para sorpresa de todos, no atacaron y no solo eso, todos se habían dado cuenta que la voz que había salido era de un hombre, pero no había ninguno con esas hadas.Mientras que Omantre esperando pacientemente para atacar, tenía en sus manos a Chambo, Abis y a La Reina, los estaba ahorcando pero no lo suficientemente fuerte como para matarles, estaba ejerciendo más presión en sus mentones que en el propio cuello.
Capítulo XXIIIEl regreso del joven mago. Parte IV- ¿Alguien podría ayudarme? - Volvió a decir la voz temerosa del Omantre -. Le tengo miedo a la oscuridad.- Primero debes prometer que te irás de acá con tu ejército. - respondió Naim.- Está bien lo prometo. -De pronto el ataúd de rocas se deshizo revelando la figura del Omantre presente, estaba muy asustado realmente, luego sin más le lanzó un nuevo ataque a Naim, este interpuso su escudo absorbiendo las llamas de color verde que nuevamente arremetían contra él, pero este no sintió miedo, al contrario sabía que podía vencerle en cualquier momento, así que solo le lanzó otra mirada, al momento siguiente los centauros grisáceos que aún continuaban en batalla fueron tomados por varias raíces que surgieron del suelo y tomaron a todos los centauros hasta dejarlos inmóviles, haciendo que la batalla estuviese más que perdida para estos.Todos estaban fuera de lugar, el joven no había bajado la
Capítulo XXIVEl segundo reencuentro.Dos rostros se observaron con mucha atención durante un tiempo prudencial, cada uno al observar al otro dibujo una sonrisa en su rostro, fue un momento bastante cautivador, esas dos personas eran Tristán y Serena.- Estás tan hermosa como la última vez que te vi. - le dijo el antiguo Rey.- Tú sí que estas un poco más viejo. - Dijo sonriente el hada.Ambos se fueron acercando el uno al otro, sus miradas eran tan dulces como la miel, sus rostros estaban uno mirando fijamente al otro, algunos se quedaron boquiabiertos.Dos personas que desde hace mucho tiempo no se veían, estaban allí juntas de nuevo… era un emotivo encuentro para algunos de los presentes en especial para esos dos. Las cientos de personas que se esparcían por todo el lugar estaban mirando la escena con una mirada tierna y dulce, dos rostros conocidos que se amaban se encontraron de nuevo, era la ex Reina de Consoal y el ex Rey Tristá
Capítulo XXVLa reconstrucción de los reinos.Después de varios días, en los que se lloraron a los caídos, se les dio homenajes y se les construyeron estatuas, siguió la parte de celebración, los soldados al final partieron hacía Consoal, al pasar por los lugares de Colimbus por los que había pasado el ejército oscuro de Omantre, se encontraron con la naturaleza muerta, cosechas enteras que se habían perdido y con la muerte de cientos de aldeanos en las aldeas cercanas al lugar donde se habían establecido, sobre todo la muerte de mujeres, muchas mujeres habían sido absorbidas por Omantre. Los aldeanos hombres habían sido reclutados a la fuerza por Omantre y su ejército, los estanques se habían secado, los peces que vivían allí habían muerto, los animales que generalmente estaban cerca habían desaparecido, las personas que quedaban tenían miedo, no salían de sus hogares, el aire era pesado, la tierra muerta daba la sensación de maldad, la Reina comprendió que tardarían mu