Capítulo XLIII
El final. Parte XIX
Era una hermosa flor blanca, parecida a un loto, luego de la misma flor que salía desde el mismísimo suelo, empezó a crecer un estanque, era hermoso, la Reina dejo de llorar de forma inmediata, y empezó a observar la magia del lugar, teniendo en cuenta que todo en aquel lugar era mágico y que contenía un misterio que si ni siquiera el mismo mago conocía, poseía un sortilegio tan antiguo, tan mágico, tan real, que era casi imposible, se dice que en algún momento la biblioteca de Alejandría resguardó esta historia como muchas otras, pero todo eso se perdió durante su incendio, por lo tanto ya no queda absolutamente ningún registro de ello en nuestro mundo, en los días que preceden a todos estos hechos, lamentablemente se perdió toda esta magia.
- Mi Señora - interrumpió Sir Cagnoad impresionado por
Capítulo XLIIIEl final. Parte XX- Así lograron separar a un aparte de las tropas de los orcos y los gorcos, pero no era algo realmente fácil, sabes hija mía que a nivel de fuerza física los orcos y gorcos están muy por encima de nuestro nivel, por lo que era importante mantener el ritmo y las sorpresas, pero el problema era que ya nuestras tropas se habían acabado quienes quedaban era unos pocos caballeros que llegaron a tiempo para unirse a la batalla. Hasta ese momento estaban luchando de una forma bastante peculiar, nuestra hombres estaban logrando que el enemigo retrocediera, pero justo cuando pensábamos que podíamos ganar la batalla, tuvimos un grave problema, las arpías descendieron de las montañas para unirse a los orcos y gorcos, mientras que los propios wyvers llegaron rápidamente montados por algunos gorcos, estos nos sorprendió muchísimo, sin embargo no dejamo
Capítulo XLIIIEl final. Parte XXI- No me importa, quiero ir a buscar a mi esposa, ya la perdí una vez, y no pienso hacerlo de nuevo, soy un hombre de palabra, y le prometí que no la dejaría de nuevo y no pienso hacerlo, por lo que sin importar lo que me cueste, o quien tenga que desobedecer, iré a buscarla a ella y a mi hija. - Dijo el Virrey en un tono cortante y muy molesto.Pero justo mientras terminaba de decir esas palabras, una voz, dulce y tierna, hizo dar un brinco, de asombro primero y luego de alegría al viejo Virrey.- ¡Papi! - Dijo la princesa Francis, quien en algún tiempo fue la princesa en el Reino de las hadas y que ahora solo era princesa en el Reino de Consoal, por ser la segunda Hija del antiguo Rey y hermana de la Actual Reina. Detrás de ella la Virreina Serena salía por detrás de la fuente, llevando consigo en la mano, un hacha de oro puro, bordada por los m
Capítulo XLIIIEl final. Parte XXIIDespués de haber pasado toda la tarde y la noche restante comiendo y esperando que las cosas se calmaran, algo llamó la atención de todos ellos, por lo que continuaron su camino, en dirección a la parte frontal del castillo, aquella que daba al pasadizo subterráneo, dónde se encontraba aquel gran salón que habían tenido y que los había ayudado a estar sumamente tranquilos a pesar de no ser su hábitat natural, por lo que caminaron en esa dirección, lo que les guiaba era un pequeño conejo blanco, que caminaba tranquilamente, por entre los pasadizos secretos y que al parecer tenía el conocimiento exacto de donde se encontraba y a donde quería ir, por lo que caminaron justo detrás de él. Llegado cierto punto, empezaron a notar que cada vez que se acercaban más al punto donde entraban al pasadizo subterráneo
Capítulo XLIIIEl final. Parte XXIII- Me alegro que estén a salvo.- Dijo el Virrey con un tono amable mientras enterraba en sus brazos a su hija más pequeña.- Creo que el joven mago nos mantiene protegidas desde hace muchísimo tiempo atrás la verdad es que es algo bastante mágico, creo que fue él mismo quien nos guío hasta este punto. - La virreina terminó de decir, estas palabras, y procedió a contar toda la historia acerca de los hechos que habían acontecido tiempo antes, su breve estancia entre los pasadizos secretos del castillo, que aún tenía misterios que resolver, y que los tendría mucho tiempo después y que muy pocas personas lograron comprender cada uno de los misterios, y solo uno los supo todos, pero esa es otra historia, que tal vez algún día les pueda contar. Mientras esto sucedía el resto de los presentes se dispuso
Capítulo XLIIIEl final. Parte XXIV- Niña, no tengas miedo, puedes acercarte, y podemos hablar de aquello que te afecta y que afecta a tu pueblo, solo dime que es… - El unicornio habló de esta manera, pero él ya sabía absolutamente todo lo que estaba sucediendo, incluso mejor que ellos mismos, pero quería saber la respuesta de la Reina, él antes de hacer las cosas que debía de hacer, debía de poner a prueba a la Reina, saber si era ella una mujer digna de llevar la Corona y dirigir a todo un reino.- Nueno... Perdón. Estoy un poco nerviosa.- Los nervios solo son síntomas de nuestra propia mente, son parecidos al miedo, pero lo importante que es a pesar de tenerlos podamos continuar, ahora la pregunta es; ¿Tú puedes hacerlo?- Sí. - Dijo con una voz más firme la Reina Angie.- Lo que sucede es que los Orcos nos han atacado e
Capítulo XLIIIEl final. Parte XXVMientras que la noche se asentaba, ahora tenían por seguro, que la luz del diamante reflejaba la luz del sol o de la luna, dependiendo de la hora del día que fuera en las afueras del castillo, ya no tenían duda alguna de que la magia dejada por el joven mago era enorme.Mientras se preparaban para echarse una siesta, nuevamente habló la voz del unicornio, pero esta vez era mucho más potente, que daba más un aire de inquietud que tranquilizador de aquel que dio unos minutos atrás:- Escuchadme, dentro de pocos la señales de la batalla estarán sobre ustedes, el joven mago dejó muchas cosas a su favor, si no logran ganar esta batalla, es porque como les he dicho, aquel que debía de alzar su espada no lo hizo, y estas son las consecuencias de no luchar en el momento indicado, ninguna persona consciente de las cosas que debe de hacer va a deja
Capítulo XLIIIEl final. Parte XXVILas palabras bastaron, el silencio se hizo presente y luego solo quedó aquel silencio del profundo sueño, durmieron todos, con las palabras que había pronunciado aquel unicornio, que nunca dejó solo a ninguno de los presentes en su discurso y que les ayudó hasta que cada uno de ellos murió, porque el unicornio que ellos habían visto y oído, era un unicornio extremadamente especial, había sido capaz de hacer muchas cosas, había sido capaz de hablar con tanta fuerza y contundencia, que era imposible que fuera un Unicornio normal, a pesar de que ya estos eran casi lo más allegado a la esencia de la mano que todo lo escribe, este unicornio era más que aquel enviado que todo lo escribe, era la misma mano que todo lo escribe que había tomado la forma de un unicornio, y había llevado este mensaje a todas las personas presentes en este lu
Capítulo XLIIIEl final. Parte XXVIILuego otra cantidad de palabras empezaron a flotar en su mente y hacer eco de muchas de las cosas que había dicho el unicornio, el peso de las palabras era grande, las acciones de las palabras eran realmente devastadoras, el unicornio había dicho que los tiempos que venían para Consoal no eran los mejores, que los tiempos harían una mecha, que serían los tiempos de inflexión y todo esto porque sus antecesores habían sido buenos reyes, y que los tiempos malos habían comenzado por culpa de los señores de la guerra que habían llegado a este lugar, (el unicornio no había dicho esto, pero ella lo tomó de esta manera) por lo que ahora debía de pensar, no solo en todo aquello que aquejaba la situación, sino también en todo aquello que la situación en sí reflejaba, por lo que tenía que sentarse a pensar deteni