Capítulo XLIII
El final. Parte XXV
Mientras que la noche se asentaba, ahora tenían por seguro, que la luz del diamante reflejaba la luz del sol o de la luna, dependiendo de la hora del día que fuera en las afueras del castillo, ya no tenían duda alguna de que la magia dejada por el joven mago era enorme.
Mientras se preparaban para echarse una siesta, nuevamente habló la voz del unicornio, pero esta vez era mucho más potente, que daba más un aire de inquietud que tranquilizador de aquel que dio unos minutos atrás:
- Escuchadme, dentro de pocos la señales de la batalla estarán sobre ustedes, el joven mago dejó muchas cosas a su favor, si no logran ganar esta batalla, es porque como les he dicho, aquel que debía de alzar su espada no lo hizo, y estas son las consecuencias de no luchar en el momento indicado, ninguna persona consciente de las cosas que debe de hacer va a deja
Capítulo XLIIIEl final. Parte XXVILas palabras bastaron, el silencio se hizo presente y luego solo quedó aquel silencio del profundo sueño, durmieron todos, con las palabras que había pronunciado aquel unicornio, que nunca dejó solo a ninguno de los presentes en su discurso y que les ayudó hasta que cada uno de ellos murió, porque el unicornio que ellos habían visto y oído, era un unicornio extremadamente especial, había sido capaz de hacer muchas cosas, había sido capaz de hablar con tanta fuerza y contundencia, que era imposible que fuera un Unicornio normal, a pesar de que ya estos eran casi lo más allegado a la esencia de la mano que todo lo escribe, este unicornio era más que aquel enviado que todo lo escribe, era la misma mano que todo lo escribe que había tomado la forma de un unicornio, y había llevado este mensaje a todas las personas presentes en este lu
Capítulo XLIIIEl final. Parte XXVIILuego otra cantidad de palabras empezaron a flotar en su mente y hacer eco de muchas de las cosas que había dicho el unicornio, el peso de las palabras era grande, las acciones de las palabras eran realmente devastadoras, el unicornio había dicho que los tiempos que venían para Consoal no eran los mejores, que los tiempos harían una mecha, que serían los tiempos de inflexión y todo esto porque sus antecesores habían sido buenos reyes, y que los tiempos malos habían comenzado por culpa de los señores de la guerra que habían llegado a este lugar, (el unicornio no había dicho esto, pero ella lo tomó de esta manera) por lo que ahora debía de pensar, no solo en todo aquello que aquejaba la situación, sino también en todo aquello que la situación en sí reflejaba, por lo que tenía que sentarse a pensar deteni
Capítulo XLIIIEl final. Parte XXVIII- Al parecer esta también sordo.- Dijo uno de los hombres mientras se molestaba aún más, y todos parecían estar a punto de darles unos buenos golpes, para ellos estaba ofendiendo al joven mago, y también había ofendido, a todos ellos por este mismo inconveniente, pero todos ellos estaban mucho que simplemente molestos, por lo que querían ponerlo en su posición. Esto se debía principalmente a que todos ellos creían que a pesar de que había olvidado quien era, seguía siendo un hombre vanidoso que quería pasar por encima del joven mago, pero la realidad era otra, que estaba muy alejada de aquello que todos ellos estaban pensando.La Reina se despertó asustada por los gritos, ya que debido a frondoso banquete matutino, le había dado un poco de sueño, por lo que ella solo decidió dormir un poco más
Capítulo XLIIIEl final. Parte XXIXDespués de pasar casi todo el día, (sabían que era de día ya que la luz que reflejaba el diamante era la del sol) todos decidieron irse a dormir de nuevo, después de una mañana medianamente intranquila que vivieron todos junto a Norton por lo que había sucedido, y también pensaban que había muchas otras cosas que se le había dicho a este hombre, pero que este no diría nada, y sabían que no había forma alguna de sacarle la información, por lo que solo decidieron aceptar que dijera lo que tenía que decir cuando el mismo lo decidiera, aunque si notaron todos que se veía un poco más joven, y que su aspecto había reducido en términos de verse andrajoso, pero mientras que todo esto ocurría, en las afueras del Castillo también sucedían muchas otras cosas que estaban cambiando el mun
Capítulo XLIIIEl final. Parte XXXEstaban todos tranquilos en el pasadizo subterráneo de la gran habitación, habían decidido dormir en ese lugar ya que era el mejor, daba la calidez necesaria, mientras que las plantas y la hierba seguía creciendo en este lugar, así que era bastante reconfortante dormir en ese lugar, mientras que la luz que emanaba el diamante daba menos en este lugar y era nula si cerraban la puerta del corredizo principal del pasadizo. Todos estaban totalmente tranquilos, hasta que una gran explosión, seguida de una fuerte sacudida los despertó a todos de inmediato, algo estaba sucediendo afuera, y al parecer era algo grande, enseguida todos tomaron sus espadas y se dirigieron a la puerta principal, y solo cuando los primeros dos caballeros llegaron a ella, fue que se percataron que esta puerta estaba totalmente atascada por alguna razón y que por esta vía no podían salir a
Capítulo XLIIIEl final. AnexoLamentablemente esa historia acaba en este lugar, aunque no las historia completa, ¿quién era aquel que debía de levantar su espada y luchar? ¿Lograron poder vencer a los Orcos y sus aliados? ¿Pudieron sus corazones seguir aquello que les encomendaba la mano que todo lo escribe? ¿Pudo el mundo disfrutar de alguna época de paz? ¿Qué sucedió con las misiones que fueron dadas a los caballeros, que ahora eran campeones del Reino de Consoal? ¿Qué sucedió con Norton y aquel hombre en el cual se había convertido? ¿Cuáles eran las misiones dadas a cada uno de quienes habían logrado hablar con el joven mago? Porque hubo más personas que lograron hablar con él antes de desaparecer del todo de este mundo.¿Realmente el joven mago murió y fue destinado a una simple vida de castigo hasta el pu
Capítulo XLIV Epílogo Mientras que todas las cosas transcurrían en el mundo de dónde provenía el joven mago, este vivía algo muy distinto a lo que él mismo había pensado, creyó que pasaría el resto de sus días luchando contra los Nexus en un mundo totalmente distinto, pero esto no sucedió, después de haberse separado del mundo en el cual se encontraba, llegó a una pequeña habitación que estaba casi vacía, en ella solo se encontraba un pequeño escritorio con una silla, el escritorio tenía solos dos cosas sobre él, una gran bola de cristal que parecía una especie de mapa, con zonas marcadas por todos lados, pero este no era un mapa de la tierra, o de alguna tierra propiamente dicho, era un mapa de algo que no podía ser otra cosa que las dimensiones que tenía el universo, el mapa era infinito, y por esa razón no podías ver su final, aunque la bola era circular y podía ver su final, era algo que llamaba la atención hasta incluso de aquel que no era t
Capítulo XLIV Epílogo II El joven mago, después de sentir todas las emociones, (Y a pesar de que mucho tiempo después fue que supo que las lágrimas que habían brotado de su rostro llevaban la vida en ellas mismas, y que esa vida viajó al lugar al cual debía de estar, y que sin saberlo fue padre de una varias vidas) decidió que ya era tiempo de seguir su camino, y sintió mucho pesar de no haber podido viajar a ese mundo, de no haber sentido la brisa de las praderas que habitaban ese mundo, entre muchas cosas más, pero la misma canción le había dado la fuerza necesaria para seguir, así que pasó la página para seguir leyendo. La siguiente página era igual de importante en su lado izquierdo, un ojo hermoso, de color marrón claro, e hiperrealista, tanto que se podría decir que uno podía observar al ojo, moviéndose en distintas direcciones, esto el mago nunca supo con certeza si esto era así o no, porque cada vez que le quitaba la mirada al ojo, este al parecer seg