Capítulo XIII

Perdido.

Naim se encontraba confundido entre la oscuridad de aquellos túneles infinitos, ya llevaba más de cuatro días allí, para él el tiempo ya no fluida de la misma manera, y no podía decir si era de día o de noche, al principio las piedras le estaban ayudando en su camino, pero en una parte dejaron de hablarle, le dijeron que debía de seguir a su corazón, el pobre no había comido nada, por otro lado, Palpatar se daba un festín de vez en vez con las pequeñas ratas que habitaban el lugar a oscuras, después de un día entero allí y alumbrando un poco con su cetro, invoco al espíritu del fuego, este le había enseñado cientos de técnicas esos pocos días, pero el muchacho ya estaba exhausto, sin embargo el espíritu seguía allí con ellos, dándoles luz mientras los acompañaba por e