Elizabeth WesternLlegué al escritorio y dejé mis cosas para volverme hacía el hombre vestido elegante. Él sonrió y ladeó su rostro.— ¿Estás de malas? —arqueé una ceja.— ¿Por qué sigues entrando a mi oficina sin mi permiso? ¿Sabes que esto ya está rayando en extremo acoso?—Solo he entrado dos veces, odio que me pongas pretexto para evitar salir conmigo. —caminé y me detuve a cierta distancia, levanté mi mirada hacia a él y suspiré.—Mane, estoy ocupada y tengo mucho trabajo, ¿No recuerdas nuestro acuerdo? No puedes venir cuando te plazca, solo…es casual lo de nosotros. ¿Quieres que termine esto? En lugar de que me des placer, empiezas darme dolores de cabeza. —él sonrió.—Dame un beso y prometo no volver a molestarte. —se inclinó y dejó un beso contra mis labios, pero era suave. Escuché la voz de mi abuela y retrocedí rápidamente para acercarme a mi escritorio, la puerta se abrió y apareció mi abuela Hilary en su silla motorizada y me sonrió, pero al ver a Mane se desvaneció su son
Victoria Western Hospital “Un nuevo amanecer Western-Ward e hijos” Miré el letrero y el nudo en el centro de mi estómago creció. Apagué el motor de la camioneta cuando estacioné frente al edificio en construcción, mis manos estaban en el volante apretando con fuerza hasta que mis nudillos enrojecieron. — ¿Mamá?—escuché la voz de Georgy llamándome, desvié la mirada al retrovisor para mirarlo en la parte trasera asegurado en su asiento. — ¿Estás bien?—asentí lentamente y le sonreí. — ¿Por qué no lo estaría?—pregunté, pero era obvio que se había dado cuenta. —Cariño, estoy bien, es solo que me recuerda la última vez que vine con tu papá el año pasado. —Lo sé, yo venía con ustedes. —mi corazón se agitó al recordar ese día, Elizabeth estaba en exámenes finales de la universidad, así que no había tenido la oportunidad de ver desde los cimientos el nuevo hospital que construiríamos para ayudar a las personas con el cáncer, Amal estaría al frente una vez que estuviese listo y en func
Elizabeth Western Western Diamond Group —Nos reuniremos a fin de mes para revisar resultados, que tengan un buen día. —anuncié terminando la reunión de accionistas. Mis abuelos asintieron en aprobación. Todos comenzaron a salir excepto ellos, entonces empecé a recoger mis cosas. — ¿Te he dicho que te pareces tanto a George? —sonreí a su pregunta. —Claro, soy su hija. —le guiñé el ojo y ella sonrió. —Me parece muy bien cómo has llevado tu primera reunión de accionistas. Te felicito hija, —mi abuelo se acercó y me dio un abrazo, mi abuela hizo el gesto también de querer unirse al abrazo. La abrazamos. — ¿Quieres almorzar con nosotros? Viene Marie. Por cierto, —arrugó su ceño. —Nos dijo que Amal será el presidente del nuevo hospital “Un nuevo amanecer” —asentí. —Mi padre se lo había ofrecido anteriormente, él estaba dudando pero cuando le dijo que tendría más tiempo con la familia, aceptó. Y ya retomaron de nuevo el proyecto, estará abierto en unos meses más. —Me encanta que todo
Elizabeth WesternWestern Diamond GroupEstaba de pie y de brazos cruzados mirando en el ventanal, tocaron la puerta y cuando me volví, era Mane. Él sonreía y se pasó una mano por su corbata. — ¿Qué me querías ver? Me gusta que mandes a llamar. —dijo cerrando la puerta detrás de él, suspiré y caminé hasta la sala y le hice señas de que tomara lugar, pude notar la confusión en su rostro. — ¿Pasa algo?—Sí. Pasa de que tienes que terminar con tu actitud de que según serás el futuro presidente, Mane. —él alzó sus cejas con sorpresa. —Tienes que dejar de pisotear a la gente solo por qué tienes comunicación con la presidenta de esta empresa. Incluso, si tú y yo fuésemos algo serio y pasara algo a futuro como el ser un matrimonio, tu no tendrías el control de esta empresa, ¿Lo sabías? También está el caso de que mis abuelos prohibirían que metieras las manos en su empresa. —él se sonrojó y aflojó un poco su corbata. —Pero estás tú para cambiar esas reglas, ¿No? Es hora de que en un futuro
Elizabeth Western NewYork-PresbyterianCaminé de un lado a otro rogando a Dios y a mi padre que no les pasara nada a mi madre y a mi hermano menor. Sentí una mano en mi brazo y cuando me detuve levanté la mirada y era mi tía. Su rostro era de preocupación.—Van a estar bien. —asentí queriendo creerlo.— ¿Y qué fue lo que averiguaste? —pregunté a toda prisa.—Fue una embestida, creen que el conductor no frenó a tiempo y…—arrugó su ceño—...y lamentablemente no pudieron dar con él. Se fugó. —la ira creció en mí y mi tía lo vio. —Tranquila, hay cámaras de seguridad y están en ello.—Ojalá den pronto con el culpable. —miré más allá de mi tía Marie cuando apareció un doctor, mi abuelo, mi abuela, Marie, Amal y yo, nos acercamos rápido. — ¿Cómo está mi madre y mi hermano? —él mostró un gesto tranquilo.—Están fuera de peligro, la señora Western llevará collarín por unas semanas, tiene lastimada la muñeca pero no tiene fractura, el pequeño Georgy, solo tiene rasguños superficiales, llevaba
Elizabeth Western NewYork-Presbyterian— ¿Cómo sabe mi nombre? —pregunté extrañada.—Su padre me mostró hace mucho una foto de ustedes, —él negó—Lo siento, perdone mi mala educación. —Se limpió la mano y luego la extendió hacia a mí. —Soy Ezra Winter, el arquitecto que contrató su padre el año pasado para el proyecto del hospital. —alcé mis cejas y acepté su mano en presentación.—Oh, el arquitecto. —susurré. —He escuchado hablar de usted, bastante. —Y me refería por padre, decía que el arquitecto Winter era uno de los mejores del país, pero que no aceptaba cualquier proyecto. Nos soltamos de la mano y me miró extraño.—Venía a ver como estaba la señora Western y el pequeño Georgy. —me crucé de brazos.—Están bien, lastimados pero bien, gracias por preguntar. —Arrugué mi ceño— ¿Cómo es que sabe que ellos están aquí? —él se tensó. Esto no me estaba gustando para nada. — ¿Tiene espías o algo así?—Amal es mi amigo. —alcé una ceja con sorpresa, no sabía que Amal tuviera amigos en la ci
Elizabeth Western Días después del accidenteCasa de los Western-Ward—Deberías de irte a trabajar, no es necesario que te quedes en casa. —mi madre me llamó la atención. —Tienes una empresa que te necesita.—Nunca pondría a la empresa por encima de ustedes, jamás. —creo que soné bastante irritada y la miré suavizando mi gesto. —Mamá, primero es la familia y siempre lo dijo mi papá. Así que dime, ¿Qué quieren comer? —miré a Georgy que sonreía ampliamente.— ¡Yo quiero cereal! —ambos tenían que llevar los collarines, mi madre tenía la férula en su muñeca y Georgy solo raspones y morenotes en su pecho, pero de ahí, estaban mejorando.—Bien, entonces cereal será. —le revolví el cabello con mi mano y él sonrió. — ¿Y tú, mamá?—Cereal, también. —me incliné y dejé un beso en su frente. Salí de la habitación y bajé las escaleras, Marie apareció cargando al pequeño Amal en brazos.— ¿Necesitan algo? —negué.—Deberías de descansar, tienes muchas ojeras. —le dije caminando a su lado cuando nos
Queridos lectores: Paso a informarles que este día domingo 23 de octubre llega el super maratón FINAL de "El magnate" cerrando finalmente esta bilogía. Son capítulos largos que podrán disfrutar, no les diré cuanto para que sea sorpresa, serán capítulos nocturnos así que espero les guste. Puse todo mi en esta hermosa historia, mi primera novela trágica, pero con un final feliz para los demás. Aprovecho para darles las gracias por esperar y por acompañarme en este camino, por dejar sus mensajes y la ansia del spoiler por saber que más pasaría, agradecida infinitamente por darme la oportunidad de llegar a ti. Nos leemos el domingo por la noche, Mara Caballero