Andrés se disculpó con Madison al saber esto y ella solo pudo sonreír con sarcasmo. — ¿Crees que una disculpa va a arreglar todo esto? Mi hija debe de ser inyectada todos los días exactamente a la misma hora y todo por culpa de una tipa que salió de entre los muertos. — Puedo imaginar que fue difícil para ti. — ¿Realmente lo imaginas? No, no lo creo — las lágrimas de Madison se deslizaron por sus mejillas y Andrés quisó quitarlas pero ella no lo dejo — no me toques, tú no tienes idea lo que sentí cuando me dijeron que mi hija podía morir si tenía un descuido pequeño. La primera vez que se resfrió fue directo a hospitalización debido a que se le desarrolló una neumonía, cuando tuvo varicela fue a cuidados intensivos debido a una septicemia, al tener diarrea tuvo una deshidratación que pasaba día y noche con sueros intravenosos, yo tenía que estar a su lado para evitar que se hiciera daño y que no le diera una infección bacteriana en la piel. Andrés se quedó en silencio y bajó la c
— ¿No? Cariño, creo que no has escuchado bien. Te he pedido perdón.— Te he entendido perfectamente, mi decisión es que no te perdono. Te puedes ir, no me interesa relacionarme contigo de ninguna forma.— ¿Andrés?— No acuda a mi padre — Arián dió un paso adelante — el hecho de que seamos niños no significa que nuestros padres puedan decidir por Aria o por mí, hay cosas en las que tenemos independencia y está es una de ellas. No estamos siendo descorteses y eso es lo que nuestra madre siempre nos dice, rechazar con educación.— Ellos tienen razón, al menos lo has intentado. Ahora vámonos de aquí y ya dejemos en paz a los demás.— Espera papito — Aria se bajó de los brazos de Madison y sostuvo la punta de la camiseta de Andrés — ¿Te vas a ir? Tú sí eres bienvenido, es esa cara de rata la que no lo es.— Aria… Yo… — él miró los ojos de Aria que lo veían con súplica — no quiero ser inoportuno, ustedes disfruten su fin de semana y yo me iré a la ciudad; otro día podemos quedar.— Mamita,
Sarah al escuchar que Andrés le había colgado fue que rabió, toda la servidumbre la miró y prefirió quedarse callada a pesar del terror que sentían en esos momentos.— Háganme espacio — Madison se levantó y se quitó la ropa quedando en traje de baño — ya tengo calor.Andrés miró el cuerpo de Madison, fue en ese momento que se dió cuenta del tatuaje de ave fénix que tenía a lo largo de su pierna, ella se lanzó al agua y salpicó a todos.— Mami, me mojaste.— Lo siento cariño, pero te recuerdo que ya estabas mojada.— Ah, es cierto.Todos ellos rieron y en lo que lo hacían fueron mojados por Andrés, él también se había sumado a la familia grande y Nick lo miró sonriendo.— Papá, creo que deberíamos pasar más tiempo juntos — los ojos de Andrés se iluminaron por completo — claro está, si es que tienes tiempo.— Para ustedes siempre voy a tener tiempo — Andrés se acercó a su hijo y lo abrazó — te amo Nick, no lo dudes nunca.Los cinco caminaron a la casa grande, muchos empleados miraban a
Andrés y Preston estaban lanzando chispas, ambos hombres no se amedrentaban en absoluto y era evidente que ninguno tenía miedo hacia el otro.— No quiero que tengas tantas confianzas con mi esposa, no le vuelvas a llamar Madi que me repugna escucharte.— Pues se va a tener que aguantar porque pienso seguir llamando a Madison como Madi, lo dejaré de hacer solo si ella me lo pide. Me gustaría dejar algo muy en claro, no obedezco órdenes de usted, mi fidelidad se encuentra hacia la gran mujer que tiene como esposa pero prefiere pasar el rato con alguien que vale menos que nada.— Te voy a tumbar todos esos dientes y los haré tragar como chicles.En el momento que Andrés intentó darle un golpe a Preston fue evadido y cayó en el suelo, las manos del último mencionado se encontraban detrás y ante los ataques del señor King no reaccionaba de ninguna forma más que evadiendo.— ¿Qué se supone que están haciendo? — Madison habló desde arriba mientras su ceja estaba bien arqueada — en este momen
>— Espero que te guste — ella puso el plato delante de Andrés y lo besó en la mejilla de nuevo — me esforcé mucho en prepararlo.— Quiero hablar contigo, por favor toma asiento — Andrés miró a Sarah y ella se sentó — mañana voy a ir por mis hijos a la escuela, ellos han comenzado a asistir al colegio Coast Hedge y probablemente venga tarde.— ¿Puedo ir con ustedes? Me gustaría estar más cerca de los niños, sé que son importantes para ti y por lo tanto lo son para mí. — No, Madison me está pidiendo que los niños no tengan contacto contigo y pienso respetar la condición que me impone, no puedo perder a mis hijos por una tontería.— ¿Es en serio, Andrés? Me quieres desechar solo porque Madison te lo está pidien
— Y bien — Madison se sentó en la silla — ¿Qué es lo que tanto te urge hablar conmigo?— Es acerca de nosotros.— ¿Nosotros? ¿De qué estás hablando?— Madison, aún te sigo queriendo y créeme cuando te digo que me encantaría que me dieras otra oportunidad. Sé bien que cometí errores en el pasado pero quiero enmendarlos, contigo a mi lado.— ¿Es una broma? Porque si es así te digo que es de muy mal gusto, en caso de que no lo sea te voy a pedir que vayas al psiquiatra ya que en definitiva has perdido la cabeza por completo.— No es una broma y tampoco estoy loco.— Si lo estás, si crees que con decir unas cuantas palabras bonitas vendrás ante mí y me vas a endulzar el oído en definitiva estás demente. ¿Crees que lo que pasé en tus manos fue fácil? Juraste tantas cosas que fueron palabras vacías, no Andrés, ya no soy aquella chiquilla ingenua que podías envolver con facilidad.— No me daré por vencido, ya di el primer paso y he terminado con Sarah. — ¿En serio? — Madison se sorprendió —
Preston en el camino miró que alguien los venía siguiendo, revisó en la guantera si llevaba su arma pero no la traía ya que era la camioneta de Madison y no la suya.— Niños — él miró por el espejo retrovisor — quiero que ajusten sus cinturones y traten de mantenerse tranquilos, nos están siguiendo.Los gemelos lejos de asustarse se comportaron muy tranquilos, Preston aceleró y mientras trataba de perder el carro decidió llamar a la policía.— Buenos días, hay alguien que me viene siguiendo, traigo dos menores de edad conmigo y son hijos de Madison Benett y Andrés King. Supongo que esos nombres le suenan.— Así es, me puede decir qué color es el vehículo que lo sigue.— Es un carro negro, no trae placas y ya comprobé que me está siguiendo. Necesito ayuda así que le pido que mande varias patrullas a la brevedad.Varias camionetas salieron de la nada y se pusieron delante de Preston, él al ver la clase de hombres que se habían bajado se quedó helado ya que tenían armas del más alto cali
Andrés movió la cabeza varias veces en negación de lo que Madison había dicho.— Lo sabía, no me ibas a creer porque piensas que Sarah es una santa que suda agua bendita. Mejor vete Andrés, aquí no pintas nada.— Pero son mis hijos, los tres.— Puede ser que Nick sea tu hijo, eso no lo voy a negar, pero Aria y Arián son solo míos. Tú no los conoces como los conozco yo, nunca estuviste a su lado y no, no fue mi culpa sino tuya y de tus malas decisiones. Mucho tiempo pensé que si era la culpable, sin embargo no era así, lo que hice fue huir del hombre que un día me juró amor eterno y protegerme.Un policía entró a la habitación y saludó respetuosamente a los King.— Venía a darles informes del hombre que el joven amo King capturó, lamento decirles que él no quiere hablar. Lo que procede es llevarlo a la prisión y esperar su juicio.— No, usted no lo va a llevar a ningún lado — Madison caminó en dirección al oficial — quiero hablar con él.— Señora King, espero que comprenda que eso no e