Regreso a casa esta vez sin cuidado, no me importa que me vean devastada, mal vestida, con maquillaje casi borrado, y con los ojos rojes y el cabello hecho una m****a. La reunión sigue marchando con normalidad, mi mamá charla alegremente con su grupo de amigas, incluida la mamá de Daniel. Se les ve muy felices y concentradas a lo que dice una señora. Subo a mi habitación y busco un vestido para ponerme. El que traía puesto quedó destrozado gracias a que me transformé, me gusta ser loba, pero cuando debo de cambiar de forma sucede que mi ropa favorita queda reducida a pedazos. Ningún vestido que pudiera estar en mi vestidor, se va a parecer al que se rompió. Reviso cada cajón, cada gancho y en ningúno hay uno parecido. Tomo uno de mis favoritos, uno que tiene estampado de flores por toda la tela. Es de tirantes y con un bonito escote en V, éste vestido siempre lo acompaño con unas sandalias blancas de tacón cuadrado que me hacen ver más alta, pero no más alta que Daniel...
¿P
EMMA¿UNA SEMANA? ¡UNA SEMANA! ¡SE IRÁ EN UNA PUTA SEMANA! Intento respirar con normalidad, también intento que la mamá de Daniel no note mi sorpresa y mi miedo reflejados en mi rostro. No puedo creer lo que acabo de escuchar, tengo solo una semana para estar con él y ahora mismo está enfadado conmigo.—Debemos de aprovechar cada segundo que nos queda, ¿no?— digo con dificultad, mi intento por sonar sincera fracasa.—Todo saldrá bien, es difícil separarse. Debes de entender que es por el futuro de Daniel, cariño. Su amor y su conexión de mates prevalecerá así pasen diez, quince o veinte años. No te preocupes, por cierto, ¿dónde está ese niño?— Creo que es hora de decir la verdad.—Estamos enfadados, pasó algo entre los dosy ahora no estamos bien. Ahora que sé el tiempo q
Conduzco hasta donde viven mis abuelos, no está muy lejos de nuestra casa. Mi padre decidió que teníamos que actuar con cuidado y sin ser obvios. Ayer llegaron a casa con normalidad, tranquilos y felices, actuando como si nada los inquietara. Ben y Natasha llegaron media hora después, por supuesto que nos aseguramos de que su regreso fuera seguro. Estaciono la camioneta justo enfrente de la casa de mis abuelos, bajo de ella con seguridad, puede que haya alguien vigilando a mi abuelo y esto puede ser contraproducente. Toco el timbre que está en la puerta y unos minutos después Ross me recibe.—Hola— la saludo, le doy un beso en la mejilla y paso— ¿Y mis abuelos?— mi papá les llamó antes de que yo saliera, así que ellos deben de estar listos.—Salieron hace unos momentos, dijeron que iban hacia la casa del señor Jhason.—Está bien, supongo que puedo localizarlos— no puero comportarme afectado, no si alguien puede estar viéndome.— Nos vemos Ross.—Adiós jo
Los trabajadores de Antho no me reciben con frialdad como la otra vez, me reciben con normalidad y animados. Los perdono porque solo siguen las ordenes de mi tío chiflado, en el fondo sé que es buena persona. Aunque ahira entiendo porque mi mamá lo rechaza y lo ve como la oveja negra y también como el que me influye para que haga cosas malas, siendo sincero me gusta. Me gusta el sentimiento de poder, autoridad y superioridad que estar con la organización criminal de la familia me ofrece y que con gusto hago míos. No recuerdo cuando fue que supe de el tráfico de drogas en toda la ciudad, ni siquiera recuerdo en que momento lo vi normal y como parte de mi vida, solo sé que estoy involucrado hasta el cuello con este tema y que Anthony no me dejará alejarme tan fácil.—Anthony —pronuncio seriamente cuando al fin lo veo, está en la mesa de billar con una copa en la mano, ¿tan temprano y con una copa de alcohol? También he sido así, sonrío inconscientemente, dejé de beber com
Siento unas ligeras caricias en la piel de mi rostro, se siente tan bien, relajante. Las caricias trazan un camino que va de mi cara hasta mi abdomen. Abro los ojos lentamente para adaptarme a la luz del día y sobre todo para ver a la persona que más me gusta en éste mundo: Emma. Interrumpo su tacto tomando su mano y con delicadeza me la llevo a los labios. Le doy tres besos, uno en los nudillos, otro en la palma y otro en el dorso de ésta.—Buenos días —me dice con una pequeña sonrisa nerviosa plasmada en su bello rostro, sus mejillas están pintadas de un ligero color rosa. El cabello rubio está enredado, pero a su vez se le ve sensual y brillante. La miro directamente a los ojos, logrando ponerla un poco nerviosa, lo sé porque la mano que aún sostengo está poniéndose húmeda.—Hola— saludo de vuelta —Te ves hermosa —admito— Me gusta mucho tu cabello rubio— suelto su mano para poder acariciar su melena.— Sé que a las mujeres les gusta hacerse cambi
EMMANi si quiera llevo la cuenta de las tantas veces que he revisado el Iphone el día de hoy. No sé que busco, que necesito, solo sé que Daniel no me ha mandando mensajes ni me ha llamado. Una parte de mí, la más tóxica dice que algo anda mal, ¿un día entero sin saber de él? Y la parte más sana dice que puede que esté ocupado. Miércoles de m****a.—Hola hija— mi madre interrumpe en mi habitación —Deberías de limpiar — me sugiere en el momento en el que mira al rededor —¿Sabes si hay algún problema con los Clark? No sé si te diste cuenta, pero el sábado se miraban nerviosos y en cuanto tuvieron la oportunidad se fueron, todos al mismo tiempo.—No mamá, no se nada— miento, ¿ellos saben lo que pasó entre Daniel y yo? Ahora que lo recuerdo, el lunes escuché la voz de la hermana de Daniel, es muy cálida y animada, ¿por qué no entró a saludarme? ¿Saben todo?—¿Qué pasa, Emma?— viene hasta mi cama y se sienta en la esquina de ésta —Lo digo porque se
DANIELControlo el impulso que crece dentro de mí, me quedo quieto, plantado en el suelo, mientras la lluvia cae sobre mi cuerpo y Emma se aleja. Está vestida con un bello vestido negro que resalta su figura, pero nada de eso me impidió hacer lo que hice. Lo dije, terminé la frase y ella también me rechazó. Quiero correr detrás de ella, quiero abrazarla... pero puedo sentir como es que a cada paso que da, mi corazón se vuelve más pequeño y Dan a su vez, se duerme. La felicidad con la que el lunes me sentía vivo, ya no existe. Me siento vacío y sin ganas de seguir con vida, me siento perdido.No lo pienso más, voy detrás de ella. Se ve igual que yo, camina con la mirada perdida y a paso pequeños. Lo menos que puedo hacer por ella es llevarla a casa sana y salva.—¡Emma!— la tomo del brazo, inmediatamente la quito con miedo. No es la misma sensación de antes, me dolió tocar su piel.—¿Qué carajo quieres?— sus ojos perfectos son como dos hoyos negros, no h
No puedo describir lo que estoy sintiendo ahora mismo, me siento idiota y la persona más despreciable de este mundo. Estoy muy seguro de que esto solo es una mentira, una pesadilla y que pronto voy a despertar. Estoy estacionado fuera de la Casa... donde se supone que teníamos que vivir algún día y ahora ni siquiera tiene sentido. El asiento del copiloto de mi camioneta no podrá llenarse, siempre estará vacío al igual que mi tonto y pobre corazón. Nada de esto lo podré ver igual, sinceramente quiero deshacerme de todo esto.Bajo de la Suburban, me siento mareado y no puedo comprender como es que pude conducir y llegar hasta aquí sin matar o chocar a alguien. Recorro el perímetro de la casa, parece más grade y a la vez tan pequeña... hasta que la veo... ese pequeña casa de madera en la que ella y yo pasamos un par de noches. Nuestra primer noche fue aquí, fue tan hermoso que jamás podré olvidar esa sensación tan alentadora. Toco la madera, como si al hacer ésta acción pu
Por enésima vez, reviso atraves de la ventana. Busco un auto, una silueta, una nota, algo que me confirme mis deseos, pero no hay nada. Solo hay el sonido de un grillo y la calle de lodo, piedras y pasto está solitaria. Una parte de mí, dice que espere, ella va a llegar algún día y me dirá que solo fue una broma de mal gusto y una forma de hacerme pagar por el daño que le hice al rechazarla.—Emma, por favor —digo en voz baja.Carajo, si tan solo hubiese sido sincero con ella, todo sería distinto, pero lo arruiné. Tuve que ser tan idiota como para dañarla, soy un idiota. Cierro la ventana y voy hacia la cocina, donde guardé dos botellas de Whisky. Abro una de ellas y todo de ella su contenido, el líquido me raspa y me quema la garganta, pero no me interesa, sigo tomando el contenido de la botella. Por más de cinco minutos me distraigo de esa forma, el dolor físico y momentáneo mantiene mi mente ocupada, la mantiene libre de la imagen de la chica rubia de la q