Conduzco hasta donde viven mis abuelos, no está muy lejos de nuestra casa. Mi padre decidió que teníamos que actuar con cuidado y sin ser obvios. Ayer llegaron a casa con normalidad, tranquilos y felices, actuando como si nada los inquietara. Ben y Natasha llegaron media hora después, por supuesto que nos aseguramos de que su regreso fuera seguro. Estaciono la camioneta justo enfrente de la casa de mis abuelos, bajo de ella con seguridad, puede que haya alguien vigilando a mi abuelo y esto puede ser contraproducente. Toco el timbre que está en la puerta y unos minutos después Ross me recibe.
—Hola— la saludo, le doy un beso en la mejilla y paso— ¿Y mis abuelos?— mi papá les llamó antes de que yo saliera, así que ellos deben de estar listos.
—Salieron hace unos momentos, dijeron que iban hacia la casa del señor Jhason.
—Está bien, supongo que puedo localizarlos— no puero comportarme afectado, no si alguien puede estar viéndome.— Nos vemos Ross.
—Adiós jo
Los trabajadores de Antho no me reciben con frialdad como la otra vez, me reciben con normalidad y animados. Los perdono porque solo siguen las ordenes de mi tío chiflado, en el fondo sé que es buena persona. Aunque ahira entiendo porque mi mamá lo rechaza y lo ve como la oveja negra y también como el que me influye para que haga cosas malas, siendo sincero me gusta. Me gusta el sentimiento de poder, autoridad y superioridad que estar con la organización criminal de la familia me ofrece y que con gusto hago míos. No recuerdo cuando fue que supe de el tráfico de drogas en toda la ciudad, ni siquiera recuerdo en que momento lo vi normal y como parte de mi vida, solo sé que estoy involucrado hasta el cuello con este tema y que Anthony no me dejará alejarme tan fácil.—Anthony —pronuncio seriamente cuando al fin lo veo, está en la mesa de billar con una copa en la mano, ¿tan temprano y con una copa de alcohol? También he sido así, sonrío inconscientemente, dejé de beber com
Siento unas ligeras caricias en la piel de mi rostro, se siente tan bien, relajante. Las caricias trazan un camino que va de mi cara hasta mi abdomen. Abro los ojos lentamente para adaptarme a la luz del día y sobre todo para ver a la persona que más me gusta en éste mundo: Emma. Interrumpo su tacto tomando su mano y con delicadeza me la llevo a los labios. Le doy tres besos, uno en los nudillos, otro en la palma y otro en el dorso de ésta.—Buenos días —me dice con una pequeña sonrisa nerviosa plasmada en su bello rostro, sus mejillas están pintadas de un ligero color rosa. El cabello rubio está enredado, pero a su vez se le ve sensual y brillante. La miro directamente a los ojos, logrando ponerla un poco nerviosa, lo sé porque la mano que aún sostengo está poniéndose húmeda.—Hola— saludo de vuelta —Te ves hermosa —admito— Me gusta mucho tu cabello rubio— suelto su mano para poder acariciar su melena.— Sé que a las mujeres les gusta hacerse cambi
EMMANi si quiera llevo la cuenta de las tantas veces que he revisado el Iphone el día de hoy. No sé que busco, que necesito, solo sé que Daniel no me ha mandando mensajes ni me ha llamado. Una parte de mí, la más tóxica dice que algo anda mal, ¿un día entero sin saber de él? Y la parte más sana dice que puede que esté ocupado. Miércoles de m****a.—Hola hija— mi madre interrumpe en mi habitación —Deberías de limpiar — me sugiere en el momento en el que mira al rededor —¿Sabes si hay algún problema con los Clark? No sé si te diste cuenta, pero el sábado se miraban nerviosos y en cuanto tuvieron la oportunidad se fueron, todos al mismo tiempo.—No mamá, no se nada— miento, ¿ellos saben lo que pasó entre Daniel y yo? Ahora que lo recuerdo, el lunes escuché la voz de la hermana de Daniel, es muy cálida y animada, ¿por qué no entró a saludarme? ¿Saben todo?—¿Qué pasa, Emma?— viene hasta mi cama y se sienta en la esquina de ésta —Lo digo porque se
DANIELControlo el impulso que crece dentro de mí, me quedo quieto, plantado en el suelo, mientras la lluvia cae sobre mi cuerpo y Emma se aleja. Está vestida con un bello vestido negro que resalta su figura, pero nada de eso me impidió hacer lo que hice. Lo dije, terminé la frase y ella también me rechazó. Quiero correr detrás de ella, quiero abrazarla... pero puedo sentir como es que a cada paso que da, mi corazón se vuelve más pequeño y Dan a su vez, se duerme. La felicidad con la que el lunes me sentía vivo, ya no existe. Me siento vacío y sin ganas de seguir con vida, me siento perdido.No lo pienso más, voy detrás de ella. Se ve igual que yo, camina con la mirada perdida y a paso pequeños. Lo menos que puedo hacer por ella es llevarla a casa sana y salva.—¡Emma!— la tomo del brazo, inmediatamente la quito con miedo. No es la misma sensación de antes, me dolió tocar su piel.—¿Qué carajo quieres?— sus ojos perfectos son como dos hoyos negros, no h
No puedo describir lo que estoy sintiendo ahora mismo, me siento idiota y la persona más despreciable de este mundo. Estoy muy seguro de que esto solo es una mentira, una pesadilla y que pronto voy a despertar. Estoy estacionado fuera de la Casa... donde se supone que teníamos que vivir algún día y ahora ni siquiera tiene sentido. El asiento del copiloto de mi camioneta no podrá llenarse, siempre estará vacío al igual que mi tonto y pobre corazón. Nada de esto lo podré ver igual, sinceramente quiero deshacerme de todo esto.Bajo de la Suburban, me siento mareado y no puedo comprender como es que pude conducir y llegar hasta aquí sin matar o chocar a alguien. Recorro el perímetro de la casa, parece más grade y a la vez tan pequeña... hasta que la veo... ese pequeña casa de madera en la que ella y yo pasamos un par de noches. Nuestra primer noche fue aquí, fue tan hermoso que jamás podré olvidar esa sensación tan alentadora. Toco la madera, como si al hacer ésta acción pu
Por enésima vez, reviso atraves de la ventana. Busco un auto, una silueta, una nota, algo que me confirme mis deseos, pero no hay nada. Solo hay el sonido de un grillo y la calle de lodo, piedras y pasto está solitaria. Una parte de mí, dice que espere, ella va a llegar algún día y me dirá que solo fue una broma de mal gusto y una forma de hacerme pagar por el daño que le hice al rechazarla.—Emma, por favor —digo en voz baja.Carajo, si tan solo hubiese sido sincero con ella, todo sería distinto, pero lo arruiné. Tuve que ser tan idiota como para dañarla, soy un idiota. Cierro la ventana y voy hacia la cocina, donde guardé dos botellas de Whisky. Abro una de ellas y todo de ella su contenido, el líquido me raspa y me quema la garganta, pero no me interesa, sigo tomando el contenido de la botella. Por más de cinco minutos me distraigo de esa forma, el dolor físico y momentáneo mantiene mi mente ocupada, la mantiene libre de la imagen de la chica rubia de la q
Los ojos me pesan al querer abrirlos, la luz me atraviesa las córneas y me cuesta mantener los párpados abiertos. Intento ver donde estoy, pero todo está nublado para mí. Las machas no son conocidas, es un lugar extraño.—Despertaste— la voz de una mujer me acribilla la cabeza, duele demasiado. —Creí que estabas muerto.—¿Muerto?— me llevo la mano a la cabeza e intento darme un masaje— Estoy bien Beth.—Conocí a tu familia —explica nerviosa—¿Qué? ¿Cómo fue que pasó eso? ¿Dónde estoy y por qué estás tú conmigo?— la vista se me aclara, puedo ver todo con nitidez. Estoy en una habitación, tiene televisión, muebles, un escritorio y las cajas, mis cajas con cosas.—Es obvio Daniel, hoy tuvimos nuestras primeras clases— se ríe —pero ni siquiera te despertaste para eso.—¿Qué día es hoy? ¿Lunes?— estoy claramente desorientado.—Lunes en la tarde, cinco con diez minutos para ser exacta— pone su mano sobre la mía —Sé todo Daniel, p
BETHANY —La maldita perra de Karen es la favorita del señor Klein, no puede haber preferencias en las clases, ¿o si?— mi nueva mejor amiga es tan parlanchína que me llega a molestar en ocasiones. Como sea, es mi amiga y me ayuda en algunas cosas, me pasa la tarea de las clases que tenemos juntas, eso sin contar que ella no sabe que soy vampiro y que la manipulo de vez en cuando para que cierre el pico. —Tranquila Dolly, haré que Karen deje de ser la protegida del profesor. —Caminamos por los pasillos de la universidad, ya es hora de ir a casa. En realidad no es mi casa, pero así lo empiezo a sentir. —¿Cómo pretendes hacerlo, Beth? —Confía en mí, yo sé que hacer— la miro directamente a los ojos por unos cuantos segundos seguidos, ella se queda con la bica abierta e incapaz de decir algo más. —Bien— descanso, ella ya no preguntará más. —¿Quieres ir a comer a mi casa?— la comida de la mamá de Dolly es riquísima, comida casera qu