Hola, hola!! Hoy les traje dos capítulos para tratar de compensar!! Espero que les haya gustado! Besooooos
Lorena estaba decidida a meterse en la oficina de Nathaniel y buscar información que pudiera servirle, pero en el camino vio la oficina de la bastarda y una idea mucho mejor le atravesó la mente. Si Nathaniel no era de ella, entonces no sería de nadie y esa vez se iba a asegurar que el castaño quedara tan decepcionado de su amada mujercita, que no querría volver a verla nunca más. Con una sonrisa perversa entró a la oficina y fue directo al computador de la empresa, por un instante pensó que perdería tiempo tratando de adivinar la contraseña, pero al parecer la tonta ni siquiera había puesto una, lo que hizo mucho más sencillo su trabajo. Sentándose frente al escritorio se apresuró a ver entre los archivos abiertos que había ahí que pudiera servirle y fue entonces cuando la campana ganadora se encendió. Ella ya sabía exactamente qué era lo que iba a hacer. Rápidamente abrió la pestaña del navegador donde estaba el correo corporativo de la mocosa y con una sonrisa maliciosa se enca
Maggie vio a Lorena salir de la sala de juntas hecha una furia, los susurros seguían estando presentes por parte de los directivos y ella no podía sentirse más incómoda por la confrontación y la manera en que Nathaniel había reaccionado le confirmó sus sospechas de que esa no había sido la primera discusión con la rubia. Y bueno, ella no era tonta, pudo darse cuenta con facilidad que toda la rabia de la mujer tenía que ver con nada más y nada menos que celos, lo que hizo que una sensación extraña se instalara en su estómago y la pregunta sobre si esa era o no la ex de Nathe,comenzó a girar en su mente. Odiaba no recordar las cosas. Sin embargo, el resto de la junta pasó con normalidad y quedó impresionada al conocer el esquema de estrategia que ella misma había diseñado, estaba orgullosa de la mujer en que se había convertido y ahora más que nunca quería recuperar sus recuerdos. Mientras todos salían de la sala, no se dio cuenta que se había quedado ida, perdida en sus pensamientos
Nathaniel estaba hecho un torbellino de nervios y emoción. Las palabras que había dicho la chiquilla antes de desmayarse no dejaban de repetirse en su mente una y otra vez: Te recuerdo. Esas dos palabras habían conseguido que un maremoto de sentimientos se arremolinaran dentro de él y la desesperación porque ella despertara y le dijera si verdaderamente lo recordaba lo estaba matando, sin embargo, el médico le había dicho que debía dejar que ella despertara sin perturbaciones, por lo que había decidido acostarla en el sofá de la oficina mientras caminaba de un lado a otro esperando a que ella abriera los ojos. Estaba a punto de mandar a la m****a las recomendaciones del doctor y buscar un poco de alcohol, cuando un leve quejido lo hizo girar a ver a la chiquilla que finalmente estaba despertando. Maggie sentía que la cabeza estaba a punto de estallarle, y mientras habría los ojos no conseguía recordar bien qué fue lo que pasó, sin embargo, en el momento en que la figura de Nathani
La espera en el apartamento era insoportable. Tanto Maggie como Nathaniel habían decidido encontrarse con George en su propia casa, pues lo que menos querían eran dejar a Daniel solo y además sospechaban que la conversación que tendrían debía ser lejos de oídos curiosos. —Tengo un mal presentimiento—Las palabras de Maggie consiguieron que él girara el rostro hacia ella y aunque no quisiera admitirlo, él también lo tenía. Estaba cansado de que la vida se empeñara en joderlos cada vez que las cosas parecían empezar a mejorar y estaba seguro que no iba a soportar amenazas ni estupideces del hijo de puta de George, no le importaba si los había ayudado en el rescate, él no confiaba en el tipo. —Nena todo va a estar bien, por mi vida que no voy a permitir que nada vuelva a pasar. Nathaniel no era tonto, sabía qued Maggie tarde o temorano ib a cansarse de toda la m****a que él había llevado a su vida y eso le ateraba. Lo último que quería era perderla y debía demostrarle que él podía cuid
Habían pasado ya cuatro días desde que George se presentó en su apartamento y les contó todo lo que planeaban hacer Lorena y su madre y aunque su primera reacción fue ir de inmediato a reclamarles, la chiquilla lo detuvo y le hizo saber que eso no serviría de nada, ella quería darles una lección de una vez por todas. Él estaba totalmente de acuerdo y es que aún no podía creer los alcances que tenían esas dos mujeres. No entendía cómo era que la obsesión de esa mujer había llegado a tanto como para terminar comprometiendo la empresa a la que le había dedicado casi la mitad de su vida. Y fue justamente por eso que junto al detective Michael, quien además se estaba encargando de la condena de Alexis y donde él y Maggie tuvieron que dar su declaración, había planeado una estrategía para demostrar y dejar al descubierto los actos de traición de Lorena. Y es que la información que Lorena había filtrado, la competencia ya había comenzado a hacer uso de ella, eso lo sabían porque el ex de
Las cosas pasaron demasiado rápido luego de la captura de Lorena, para empezar la mujer no aguantó la presión al momento del interrogatorio y había terminado delatando a Barbaran diciendo que ella estaba enterada de lo sucedido, sin embargo más allá del conocimiento de hecho, la madre de Nathaniel no tuvo más que ver en lo sucedido. O al menos que pudiera probarse. Sin embargo, George estaba dispuesto a testificar y contar como la mujer lo había contratado para engañarla y quitarle su dinero, pero Maggie había decidido que lo mejor era simplemente dejar las cosas como estaban. Nathe había cortado todo tipo de comunicación con su madre, le había quitado toda ayuda económica y la había dejado únicamente con la casa y la mensualidad que Edmund le dejó al morir, ella sabía que para una mujer como Barbara eso era un castigo suficiente. Aparte del hecho de que su hijo no quiere ni verla. Por otra parte estaba George, habían pasado ya 10 días desde que la captura se llevó a cabo y en este
Finalmente el gran día había llegado y Maggie tenía los nervios y la emoción a flor de piel, mientras se miraba en el espejo de cuerpo completo de la habitación de la casa que la abuela Dortehea les había regalado hace unos días. Su panza de ya 3 meses comenzaba a notarse un poco, pero eso no evitaba que se viera hermosa, se sentía hermosa y saber que estaba a punto de unir su vida a la del hombre que amaba lo hacía todo mucho mejor. Dos golpes en la puerta la hicieron girar justo cuando esta se abría y la abuela Dorothea aparecía en el umbral. La anciana al verla le regaló una enorme sonrisa y acortó el espacio que las separaba. —¿Estás lista para el gran momento, nieta? Bueno, la verdad era que aunque estaba nerviosa, si que estaba lista, la emoción y la alegría que sentía eran mucho más grandes que los nervios y el miedo, que también estaba presente, pues era una decisión muy grande la que tomaba. —Lo estoy, nunca he estado más lista antes. La anciana al escucharla hizo muc
Maggie se encontraba en su nueva casa, rodeada de cajas, tratando de organizarse, pues aunque ya llevaban seis meses de mudados todavía tenían muchos regalos del matrimonio sin abrir y con todo el tema del embarazo ella se había vuelto un poco más lenta. Habían pasado algunos meses desde su emotiva boda, y ahora estaban ansiosos por comenzar esta nueva etapa juntos. Pero lo que no esperaban era que esta etapa comenzara de una manera tan inesperada. Maggie había estado sintiendo algunos dolores en el abdomen, pero los había atribuido al estrés de la mudanza y el malestar propio del embarazo, ese que ya desde hace dos meses venía haciéndose además frecuente. Sin embargo, cuando uno de esos dolores se intensificó repentinamente, dejándola doblada de dolor en el pasillo de su nueva casa, supo que algo no estaba bien. Con la voz temblorosa y el miedo y los nervios recorriendo todo su cuerpo, se sostuvo su panza de embarazada que ya era bastante grande y llamó al castaño con todas las