Lucía Navarro
Después del jueguito empezaron a comer, me disculpé para ir al baño ý cuando salgo me encuentro a todos esperando para despedirme, ya que Lorenzo dijo que me sentía mal y que quería irme a casa, cosa que no era cierto y me arrastró a la salida sin dar una explicación.
Me hizo subir a su auto y sin decir ni una mierda condujo hasta su casa y aquí estoy, entrando sobre su hombro como un saco de papas.
Lorenzo Lombardi
—Déjame que me lastimas ¿Quién demonios te crees para traerme a tu casa como que soy un juguete —dice golpeando mi espalda mientras camino con ella dentro de mi departamento.
—Tu dueño —digo bajándola —¿Entonces eras tú quién me escribías cartas en secreto? —pregunto metiendo mis manos en mis bolsil
Lorenzo Lombardi Después de conducir con prisa saltarme los semáforos, ir a varios restaurantes donde se que ha limpiado, al fin hasta ella. U está afuera, abrazada a un imbécil que rodea sus manos en su cintura mientras sonríen y hablan muy de cerca.Me bajo del coche y con pasos apresurados me acerco a ellos.—¿Interrumpo? —pregunto cruzándome de brazos.Ellos se separan y ella me mira de pies a cabeza.—Si, interrumpes —dice molesta.—Y él es... —dice el imbécil señalándome.—Lorenzo Lombardi, su novio —digo acercándome a ellos.—¿Su novio? —pregunta riendo a carcajadas con tono de burla.—No eres nada mío, Lorenzo —dice cruzándose de brazos.—Vayamos a donde podamos hablar a solas —digo acercándome a ella.Ella re
Lucía NavarroAbrí la puerta y ahí estaba; mojado, borracho y con la mirada perdida. No me había dando cuenta de que estaba lloviendo.—¿Puedo pasar? —pregunta señalando con la botella.—No —digo tajante.—Ok, que conste que pudiste evitar cualquier desgracia. Estoy un poco tomado y conduciendo —dice tambaleándose. Casi se cae y le da al timbre.—¡Hija de puta! —grita la vecina de al lado.—¡Entra y cállate! —digo abriendo más la puerta.—Gracias por salvarme la vida ¿En dónde dormiré? —dice caminando por el pasillo de las habitaciones.—En mi habitación, en el suelo.—Qué poca educación tienes —dice abrazando a su botella.No se en que me he metido. Lo quiero de verdad, pero esto no puede ser posible. Lorenzo no es ni será hombre de una sola mujer. Le encanta revolcarse con la pr
Lorenzo LombardiLlevo días tratando de recordar que pasó en casa de Lucía la última vez que estuve. Pero no recuerdo mucho.La caída en el baño.Cuando me puse hablar con el espejo.Cuando el patán y yo casi nos amolemos a golpes al otro día en la mañana.Siento que debo de recordar algo más. Jamás había tomado demasiado hasta olvidar ese día.Debí cancelar esta maldita boda, ni sé porqué le hago el favor a Bianca, si no obtendré ningún beneficio. Pero Lucía no le interesa tener nada conmigo.Todos los días ha estado ignorandome las v
*Narrador Omnisciente*—Al fin... al fin puedo disfrutar de tu cuerpo sin miedo de lastimar nuestra reina —dice Lorenzo a Lucía besando sus labios.—Fuiste muy dramático, amor —dice ella riendo sosteniendo su cara.Ya la bebé tiene 10 meses..—Teníamos que cuidar a nuestra pequeña Lorena.—Já, te amo, gracias por ser buen padre y buen esposo.—Espera, no te adelantes a los acontecimientos, hoy es la boda —ríe a carcajadas abrazándola. —¿Quieres decir que no eres mi esposo?—No, soy tu novio —dice acariciando sus senos por debajo de la pijama —Y cómo tu novio qu
Disfruten el capítulo. ☆☆☆☆Narrador OmniscienteLucía termina de darle de comer a Christine y a Christian para luego irse a trabajar. Los demás ya su padre los llevó al colegio. Los más pequeños se quedarán con su niñera como todos los días.—Amor, debo irme ya —dice Lorenzo dando un beso en la boca de su esposa.—Ui que asco papá —dicen los gemelos al mismo tiempo. Sus padres ríen y continúan hablando.—¿Por qué tanta prisa? —pregunta limpiando las manos de Christian.—Debo entrevistar dos nuevas secretarias, recuerda que la
Lorenzo Lombardi Me pongo un poco de perfume y salgo rumbo a la empresa. Los niños no iran a clase porque el día está lluvioso y su mami quiere estar con ellos encerrada en casa. Salí de casa a regañadientes, quería quedarme con ellos, pero el deber me llama y tenía 2 días sin trabajar. Llego y saludo a todos los que encuentro en el camino directo a mi oficina. Tengo una nueva secretaria que está bien sexy y joven. Tiene 19 años, se llama Laura, tiene un maldito trasero y unos senos que de lejos se ven deliciosos. Pero debo respetar mi matrimonio y a Lucía. No puedo ocultar lo que es obvio, aunque no negaría que hace unos días ella vino a traerme el café. Llevaba un pantalón de tela y se notaba
Lucia NavarHace una semana desde que descubrí la infidelidad de mi marido. Si es que aún le puedo llenar así.Ni quiero imaginar las veces que quizás me fue infiel después que decidimos ser feliz juntos.Pero claro, fui tan estúpida al pensar que cambiaría, que dejaría su vida de mujeriego por mi o mis nuestros hijos. Me siento tan mal, pero no por mí, sé que di lo mejor, fui buena esposa, soy buena madre y una gran mujer. Se que merezco todo lo bueno, cosas exclusivas y solo para mi...Hoy me entregan los papeles para que él firme el divorcio. No quería dar éste paso. Pero no puedo estar con alguien que no respeta su matrimonio ni sus hijos. ¿Por qué no de alejó? No pensó no más que en el placer, en su maldito placer, en mojar su polla y nada más.Yo saldré adelante con mis hijos, no le prohibiré que los vea
Dos años después...—¿Estás hablando en serio, Lorenzo? —pregunta Lucía sorprendida mientras habla por teléfono.—Si, ya todo está arreglado con mi madre y las nanas, además solo serán 3 días mi amor —dice Lorenzo sonriendo.—Si lo sé, pero es que nunca me he separado de mis hijos por tanto tiempo —se queja caminando de un lado a otro.—Todo va estar bien mi reina , así que prepárate que en 15 minutos pasó por ti —dice mirando su reloj.—¡¿Qué?! Pero no he hecho maletas.—Descuida, yo las he hecho —dice y corta la llamada.Lucía no sabía que hacer, no sabía a dónde irían, como debía estar vestida o peinada. Sonreía mientras buscaba en el clóset unos jeans azul claro pegado a su cuerpo, una camisa floreada con un amarre debajo del ombligo, unas zapatillas con un poco de tacos corridos.A pesar del batallón de hijos que se carga