Alexey se detiene frente a la puerta de la que ahora es su habitación y duda en abrirla, no sabe cómo va a reaccionar Tania cuando vea lo que quiere mostrarle, solo rezará para que lo tome bien. —¿Puedes ser completamente honesta cuando lo veas? —¿Muy, muy honesta? —De preferencia.—Muy bien, lo haré. Alexey abre la puerta y le pide a Tania que entre. Ella lo hace y al igual que en el recibidor, la decoración es preciosa, su habitación está llena de pequeños cuadros que seguramente el pintó, observa la rosa que le regaló junto a la mesa de noche y una fotografía de él junto a una chica. Tania no dice nada pero ese detalle la hace sonreír. Podrá haber superado lo que pasó pero las personas siempre seguirán siendo parte de nuestros recuerdos. —Quiero que veas esto. –Alexey toma la mano de Tania y la lleva hasta la ventana. Ella puede observar su jardín desde aquí, el lugar donde justamente le gusta leer y beber café. Sus manos se mantienen unidas y eso la pone un poco nerviosa, s
—¿Dónde pongo esto, Tania? –cuestiona Antón mientras hace malabares con algunas cajas de suculentas. —Ponlas en la mesa del fondo por favor Antón y ten cuidado, algunas tienen espinas. —De acuerdo. —¿Donde ponemos los listones Tania? –hablan al unisono Elian y Emiliano. —Junto a los globos y hay que empezar a inflarlos. El que haga más se gana una sorpresa. –aseguro y ambos corren por el lugar gritando felices. Realmente son dinamita esos dos. Siento que soy abrazada por la espalda y grito cuando comienzo a dar vueltas. Pongo los pies en en piso y me gira para verlo. Su sonrisa me hace sonreír a mi, me abraza y deja un beso en la punta de mi nariz. Tiene una regla sobre no besarme en los labios cuando los niños estan aquí. Ellos son demasiado curiosos y les encanta estar vigilando nuestros movimientos a pesar de que Antón ya les explicó que es normal que los enamorados hagan eso. Por supuesto que nuestra relación no fue secreta por qué para empezar Alexey gritó a todo pulmón qu
—¿Estás lista para adornar la boda más importante de tu vida? –cuestiona y asiento sintiendo emociones mezcladas.—Estoy nerviosa. –confieso–, es la boda de mi hermana y quiero que sea perfecta. —Lo será, he visto el talento que tienes y sin duda quedarán encantados con tu trabajo. Traje las tarjetas para ponerlas en las suculentas, las olvidaste en la mesa. —Oh por dios, ¿En serio? Qué cabeza la mía. Por fortuna te tengo a ti, que no es capaz de salir de nuestra casa sin revisar dos veces más que todo vaya en su sitio. —Se oye tan tierno cuando dices "nuestra casa" es como si estuviese viviendo un sueño. —Pero soy real, jamás he visto sueños tan bien hechos. Alexey besa mis labios apenas un poco y los gemelos comienzan a hacer ruidos de burla, Alexey se pone todo rojo y es tan tierno por qué su piel es tan blanca que logra verse aún más rojo que de lo normal. —Iré a traer lo que falta, no te vayas sin mi. —No iría a ningún lado sin ti, por eso estás aquí conmigo. –aseguro enre
Lila entra a la recepción con el vestido de novia más hermoso que he visto en toda mi vida. Lleva una sonrisa llorona en sus labios cuando me ve, ni mi padre ni mi madre están aquí, el esposo de Sarah es quien la está entregando a Anthony, quien la espera emocionado en la mesa donde está el juez. Apenas puedo creer que mi hermana se esté casando. Imaginé muchas cosas imposibles pero no está debido a que ella juraba que no lo haría jamás, sin embargo ahora está aquí, a punto de convertirse en la esposa de Anthony, el hombre con el que pasó las mejores experiencias de su vida y el cual la abandonó en una isla. Solo de recordarlo me divierte, será una buena historia para contarle a mi sobrinos cuando decida tenerlos. Siento la mano de Alexey tomar la mía y bajo la mirada. Enreda sus dedos con los míos y levanta nuestras manos hacia sus labios. Deja un beso tierno sobre ella y yo me derrito completa. Alexey es tan lindo que apenas puedo creer que haya podido coincidir con él en este mu
—Alexey, no te robes toda la atención. –pide Anthony llegando hasta nosotros.—Es lo que menos quiero. —Necesito que me ayudes con algo, ¿Puedo robarme a tu novio? –cuestiona Anthony y yo asiento. —Volveré pronto. –me dice y yo dejo un beso sobre sus labios antes de que Anthony lo aleje de mi. Camino hasta la mesa pero antes de llegar me detengo en la barra y tomo una botella de agua. —¿Estás feliz? Bailando con ese idiota delante de todos. Presumiendo su romance de película mientras les aplauden festejando que conseguiste a alguien mejor. ¯Estas ebrio, deberías irte. —¿Y ahora tú me vas a dar órdenes? ¿Tengo que obedecer y ya? No eres mi jefa. —No estoy tratando de darte órdenes, Damián. Solo no quiero que arruines la noche de mi hermana con tu imprudencia.—¿Le llamas imprudencia a mi dolor? –cuestiona molesto mientras me toma por los hombros de manera violenta–, ¡Me dejaste cuando más te necesitaba! —¡Me alejaste cuando yo más lo hacía! –respondo zafandome de su agarre-, no
—¿Cómo fue que accedimos a cuidar a los gemelos? –cuestiono mientras Elian y Emiliano corren por el parque. —Leah secuestró a su padre. Al parecer quedó enamorada de Antón y bueno él está muy emocionado. –responde Tania como si para ella hubiese sido tan obvio. —Antón siempre ha sido un buen hombre. –aseguro y su mirada repara en mi. —¿Cómo sabes eso? ¿Eran amigos o algo así? —Bueno no, pero Emma y él se conocían desde hace mucho tiempo. Fueron amigos desde la preparatoria, luego coincidimos en el vecindario. Claro que yo no era muy sociable pero jamás le impedía que ellos dos hablarán. Al parecer a su esposa no le hacía gracia su amistad. Emma siempre quiso congeniar con ella pero no pudo. —¿Dirías que Antón es buen partido para Leah? —Desde que ella lo dejó con los gemelos no hizo más que dedicarse a ellos. Emma estaba enamorada de ese par de niños. Solo pudo disfrutarlos un año. Ella estaría feliz de ver lo grandes que están ahora. —Seguramente ella lo está, desde donde se e
—Muchas gracias por cuidarlos Tania. —En realidad Alexey fue quien los cuidó la mayor parte del tiempo. No pude seguirles el ritmo, son una barbaridad. —Sí, son dinamita pura. No en vano parezco su abuelo.—Para nada, pero entiendo a que te refieres. Yo con un día siento que envejecí por lo menos dos años de la espalda. –aseguro y ríe. —Es un buen hombre, Alexey. Nunca conocí a alguien mejor para Emma que él. Y mira que ella era un imán para hombres, pero el ruso de cara bonita la conquistó.—¿Ella era bonita? –cuestiono y Antón me mira divertido. —Realmente no, o sea no me lo tomes a mal pero Emma no era bonita, pero lo compensaba su manera de ser. Era la persona más dulce que pude conocer en la vida, ella...me ayudó con los niños cuando nacieron por qué mi ex no quería saber nada de ellos. Fueron como sus hijos por un momento, luego se embarazó y todo se complicó. Alexey no volvió a ser el mismo desde que ella se fue. —¿La amabas mucho? —Como no tienes idea, Tania. Pero ella n
—Ese baño me cayó de maravilla. Siento que recuperé diez años. —Mi rodilla no piensa lo mismo, pero al verte así se me olvida que duele. –asegura mientras se pone detrás de mi. Deja pequeños besos sobre mis hombros y luego de a poco baja el tirante de mi blusa. La escena se vuelve aun más caliente cuando lo hace frente al espejo y puedo ver su rostro mientras acaricia mis senos. Dejo el cepillo en su lugar y las piernas comienzan a temblarme, Alexey tiene una habilidad increíble a la hora de tocarme y lo compruebo una vez que sus dedos se cuelan dentro de mis bragas y acarician mis labios. La mano libre me abraza con fuerza a su cuerpo evitando que me deshaga ahí mismo mientras la otra roza de manera circular mi centro. Me vuelvo toda gemidos y jadeos cuando un orgasmo me llena de sensaciones todo el cuerpo. Apenas me recompongo un poco y mis ojos se encuentran con mi reflejo, su mirada deseosa me mira y me hace sentir como una presa delante de su cazador.Alexey baja mis bragas