Narrador Douglas después de un día agotador, ha finalizado con todo lo que tenía pendiente. Ahora, puede tomarse esos días que tanto quería tomarse, para poder llevar a Aria a ese lugar que a el tanto le gusta. Camina por los pasillos, los trabajadores al verlo se quitan del camino, dejándole un paso libre a su jefe. Como jefe, Douglas Fraser es un intimidador, su estructura es imponente, así que sus empleados le tienen respeto. Douglas vuelve a su oficina para dejar listo los papeles con los que continuarán trabajando toda la semana las personas que se quedarán a cargo. Su celular se enciende, el nombre de “Doctor Fitz” aparece en la pantalla, con solo verlo la cabeza y los celos regresan. “¿Qué m****a quiere ese idiota?” —piensa Douglas, así que no responde. El doctor Fitz vuelve a insistir, pero Douglas se niega a responder totalmente. La pantalla vuelve apagarse. Antonio camina casi corriendo por los pasillos, con una terrible noticia. Los empleados no están acostumbrados a
La clínica esa noche recibió muchos pacientes. Al parecer, la gripe está atacando a los mas ancianos, esto se ha provocado por el cambio brusco de las estaciones. Debido al calentamiento global, ahora los inviernos son mas largos y fuertes, es lo que está pasando en la ciudad.Douglas observó toda la noche a Aria. Su pálida piel, luce casi transparente. Realmente está preocupado por lo que pueda pasarle. ¿Por qué? Esa pregunta aún no se la hace así mismo. Cuando el sol comenzó a salir al día siguiente, la madre de Aria apareció.— ¿Qué fue lo que pasó? —interrumpió en la habitación— ¿A caso no planeaba decírmelo?— ¿Quién se lo dijo?— El doctor me ha llamado. ¿Por qué no me ha llamado?— ¿En serio me pregunta eso? ¿Qué pensará Aria de que solo su madre venga a verla? Aria es muy inteligente, no falta para que comience a sospechar de lo que en realidad está pasando, su corazón está demasiado mal, si su padre fallece, puede que no lo resista. No quiero que eso suceda, usted tampoco, se
Narrador La delicada salud de Aria sigue estando demasiado presente en las vidas de todos. Tres hombres siguen demasiado preocupados por ella, pero ella. El corazón de Aria está latiendo por primera vez por un hombre, un hombre del cual nunca esperó que se enamorara. — ¿Puede viajar? —preguntó Douglas a ambos doctores— Tomaré unas vacaciones y quiero llevarla a un lugar tranquilo, lejos de todo. — Puede hacerlo —respondió MonteCarlo— Igual que la vez que fue a Suiza, bajo supervisión. De otra forma, sería bajo su propio riesgo. — Vaya manera de desanimarme —susurra Douglas cansado— Pero está bien, me importa la salud de ella, por, sobre todo. Los doctores miraron como Douglas se alejó de ellos. Ambos podrían pensar que realmente la preocupación de Douglas por Aria es amor, pero no. Saben o al menos imaginan que su lucha por hacer que siga viviendo tiene que ver con el dichoso contrato, nunca estarían mas equivocados. Aria tomó su teléfono cuando los tres hombres salieron de la h
Punto de vista de Aria Aunque llamé a mi madre demasiadas veces, nunca respondió. Aunque busqué a mi tía Estela, jamás la encontré. Como si se los hubiese comido la Tierra. Al bajar del auto, la puerta es abierta por Douglas, al tomar su mano para bajar vuelvo a sentir esa corriente que en cualquier momento piensa consumirme. — Gracias —digo al bajar Douglas no me responde, desde hace dos días no hemos podido borrar esta barrera. No sé de que puede estar molesto el, la única molesta debería ser yo, pero ninguno va a ceder. Me siento sofocada. Cuando alzo la mirada, en la entrada del avión que es propiedad de Douglas, se encuentra la sonriente cara de el doctor MonteCarlo y la seriedad que caracteriza al doctor Fitz. Me siento un poco mas en confianza con ellos presentes. — ¿Cómo te sientes? —pregunta el doctor Fitz — Me siento bien. Creo que si servirá alejarme de todo el estrés de la ciudad —me acerco a ellos lo suficiente para susurrar— Sería mejor si mi esposo no viniera, es
NarradorEl viaje fue demasiado relajante a comparación de su anterior viaje a Suiza. Ahora Aria está bien de salud, dentro de lo posible, así que ambos doctores van relajados, tan relajados que están haciendo mucha platica a Aria.Desde que vieron que eso parece molestar a Douglas, lo hacen a propósito. Al menos el doctor Fitz, el doctor MonteCarlo siempre ha sido así con ella.Después de un largo viaje, logran llegar a Leknes, Noruega.— Wow, es un lugar impresionante —es lo que dice Aria cuando puede apreciar el lugar donde han llegado.— Cuando obtuve mi primer negocio millonario, compré una hermosa casa aquí. Suelo venir cuando necesito relajarme, además de que no hay señal aquí, así que suelo pensar en demasiadas cosas —Douglas se pone a su lado y toma su mano.Aria en ese momento se sonroja, pues no esperaba que hiciera eso. Por detrás, ambos doctores miran la unión de sus manos. Ambos saben que el matrimonio de ellos es una farsa, así que ven esos actos muy innecesarios.— Es
Punto de vista de Aria. Nuestro primer día en este nuevo lugar fue acogedor. El lugar donde nos quedaremos es un paraíso total. El día realmente pasó volando por diferentes razones, como conocer los alrededores de la gran casa de Douglas. No pude hablar con nadie, pues no tuve cerebro para pensar en algo razonable. Mi mente vagaba en los sentimientos que tengo con Douglas. En todo lo que hemos pasado hasta ahora, en como literalmente le debo mi vida. Por la tarde noche, intenté llamar a mi madre demasiadas veces, pero no resultó. No respondió. Eso en si es extraño, pero no podía hacer más, aunque quisiera. — ¿Cómo te sientes? Esa pregunta la he escuchado demasiadas veces, que ahora es muy cansado responderla, puedo apreciar que me tengan cuidado, pero no quiero que siempre que me vean eso se le venga a mente. — Bien, doctor MonteCarlo —respondí con una falsa sonrisa— ¿Dónde está? — ¿El señor Fraser? —me pregunta de regreso— Escuché que dijo que estaría en la oficina, tomaría un
Punto de vistaSeñora Green. Por años mi miedo mas grande ha sido perder a mi hija. Desde muy pequeña, aunque todos me decían y recordaban siempre que miraban a Aria lo linda que era, lo afortunada que soy por tener una hija bella, yo… a escondidas maldecía su belleza, pues prefería verla bien de salud a físicamente.Todo este tiempo siempre estuve para ella, no me arrepiento. Pero si me arrepiento del tiempo perdido con mi esposo. El siempre ha estado para mí, a pesar de la forma en las que nos enamorados, a pesar de que fuimos padres muy jóvenes, el siempre ha hecho cosas imposibles por nosotras.Ahora… verlo de esta forma, me duele mucho.No puedo describir lo que siento, con Aria fue diferente, porque no me arrepiento de nada con ella, con ella puedo decir que siempre di mi máximo esfuerzo. Pero con mi amor, no. No hice lo máximo posible. No lo hice y por eso no quiero perderlo.— Lo hemos recuperado —informa el doctor — Ha sido un paro respiratorio, su cuerpo se está negando a l
PUNTO DE VISTA DE ARIA. No entendí porque el doctor Fitz está usando ese tono de voz con nosotros. Parecía estar usando el sarcasmo, pero de forma hiriente. — ¿Seguiremos con qué? —pregunté No puedo permitir que esto pase, aunque tengamos una amistad, no se puede justificar que por eso piense que se puede meter en mi vida personal. — Con la farsa de un matrimonio perfecto. Se han paseado por todo este lugar presumiendo como si eso fueran. Ahora… estás hablando de tener hijos. ¿Qué m****a está pasando con ustedes? Miré al doctor Fitz sin entenderlo de todo, el doctor MonteCarlo supongo que no supo como reaccionar, porque está básicamente sin saber que hacer. Me mira a mi de reojo y vuelve su mirada al doctor Fitz. — No creo que usted deba opinar sobre mi matrimonio, doctor Fitz. — No tenemos derecho a opinar sobre lo que Aria quiera hacer, Fitz —dijo MonteCarlo — Ella se ve feliz y es lo que importa ahora mismo. No hay nada que podamos hacer. — ¿Cuánto dinero le debes? —me pregu