Arrastrando mi equipaje recorro el pasillo de mi casa que me lleva hasta el elevador. Ya han pasado dos semanas más y a pesar se que intento no llevar la cuenta de ello, la chica desconocida sigue sin llamarme. Es obvio, ella no quiere nada conmigo y sí, me ha tomado un miserable mes para darme cuenta de que solo fue una noche más en su lista. Seguramente ella debe de estar pensando que antro visitará esta noche y quizás pensando en si esta noche la pasará con algún hombre que le parezca guapo o que simplemente le muestre un poco de atención. Llego hasta el ascensor y oprimo el botón, no espero volver aquí, a mi casa después de el 8 de enero, pero ya no regresaré solo. De mi mano vendrá Hannah y después de ese día, ella y yo viviremos juntos, sin embargo, no creo que vivamos mucho tiempo aquí. Es un lugar grande, hay dos habitaciones más a parte de la que ocupo para dormir. Hay un estudio donde de vez en cuando reviso cosas sobre la empresa y también de vez en cuando entro a ese luga
Me recuesto en la cama, al parecer la ausencia de Hannah se a prolongando. Ella es voluntaria en una casa hogar, ahora que sé ese detalle la perspectiva que tenía de ella ahora es mucho más buena. Ella realmente es una buena mujer, mamá no se equivocaba al decirme que ella parecía ser la indicada para mí. Al menos, siento que Hannah no sería comi Estella, no hay anda en ella que se parezca a mi ex novia y casi mi ex prometida. Son tan diferentes que me alegra poder casarme con una mujer que se preocupa por los demás, por ejemplo niños huérfanos. No puedo esperar por darle la noticia a los medios de alguna de las obras de caridad de mi esposa, todos, absolutamente todos me envidiaran al saber la clase de mujer que tendré a mi lado. Es decir, ella es guapísima, tiene elegancia pura, tiene unos bonitos ojos y también un lindo cuerpo que no rasga a los extremos, es simplemente delgada, pero no tanto, por lo cual me dice que quizás nunca a sufrido de algún trastorno alimenticio. Es la pa
Todo transcurre en cámara lenta, estoy confundido y la expresión de la chica desconocida... que ahora tiene nombre, me dice que tampoco le agrada la idea de verme. Estoy parado sin saber que diablos hacer, pero es que... ¿qué digo, qué hago? No puedo llegar y saludar y decirle que me alegro de volver a verla después de que nunca llamó, nu tampoco puedo decirle que... se ve maravillosa hoy a pesar de tener el cabello despeinado y esponjado, tampoco le voy a decir que se ve mejor ahora que cuando la conocí, porque a diferencia de esa noche... no estamos solos. —Mira, amor,—¿amor? ¿Por qué me llama así? —ella es mi mejor amiga, de la que tanto te he hablado— ni a Maxine ni a mí se nos logra dibujar una sonrisa falsa, no tenemos expresión.¿Qué se supone que debería de hacer? Nunca pensé que esto podría ser posible, jamás creí que podría haber una coincidencia como esta. Carajo, ¿en qué estoy metido? Dentro de mí crece un sentimiento extraño, mejor catalogado como enfado, enojo, mucho en
Sin pensar en lo que estoy haciendo o lo que pueda pasar, camino hasta el pasillo de habitaciones, busco cuál podría ser la de ella. Así que camino empujando cada puerta que se me atraviese en el trayecto, pero solo en una hay ruido. —¿Sí?— responden cuando toco y empujo la puerta, el corazón me late con fuerza y desbocado al escuchar que ella ha contestado, ella es, ella está detrás de esta puerta de madera. La única barrera que nos separa es esta m*****a puerta que sinceramente quiero derribar de una patada, quiero, no, necesito verla. Necesito mirarla a los ojos y saber porque fue tan mala como para nunca hacer una llamada —Abre la puerta— sueno brusco y enojado, pero realmente no me importa. No dice nada desde el otro lado de la puerta —Por favor, date prisa, nadie puede verme aquí. —esta vez cambio el tono de mi voz a uno más tranquilo —Carajo, date prisa. —Yo... ¿qué es lo que quieres?— sonrío al sentir que realmente parece asustada por mi presencia, ¿por qué me teme? Es un
Desde esa noche, me imaginé nuestro encuentro, por las noches rodaba por la cama porque no podía dormir, así que en mi mente creaba varios escenarios de como podría ser el día en el que ella al fin me llamara. Imaginé que podría decirme que no me había llamado porque quizás se le había averiado el teléfono y no tenía computadora para enviar un correo y que mi oficina le quedaba demasiado lejos como para tomar un autobús hacia mi empresa. Y que solo por eso no había podido comunicarse conmigo para decirme que lo que había pensado entre nosotros no había sido una noche más al azar en su vida. Que por una extraña razón yo había sido especial para ella y que no podía olvidarse de esa forma en la que los dos conectamos. También imaginé que quizás nos podríamos encontrar en la calle mientras yo daba mi paseo matutino por el Grand Park. Los dos nos sentiríamos felices por volvernos a ver y justo después de eso yo la invitaría a desayunar algo rico en alguna cafetería cercana. Hablaríamos de l
—¿Has venido a burlarte de mí, Maximiliam?— dice apretando sus manos delicadas en puños al costado de su cuerpo, cada palabra de su boca sale llena de rabia, definitivamente este no es el reencuentro que esperaba para ambos, esperaba algo más indo, quizás más íntimo, pero ahora mismo estoy tan enojado con ella. Me siento ofendido, poco atractivo y definitivamente con el orgullo y el ego herido.— Si ese es el caso, te ruego que mejor salgas de mi habitación, no vale la pena escuchar lo que tengas que decir, tampoco quiero que alguien nos vea y malinterprete las cosas.—¿Malinterpretar? No hay nada de malo, puedo decir que te vi y quería saludar más íntimamente.— No estoy pensando en nada de lo que estoy diciendo, simplemente las palabras salen de mi boca como vomito incontrolable, como ese que les da a los ebrios después de beber. Imprimo en la palabra "íntimamente" un tono sarcástico y muy burlo, pero a la vez uso mi voz más sensual, ella se pone visiblemente más nerviosa, no, no más
No, no voy a poder hacer esto, no voy a aguantar ni un solo día en esta casa si esa mujer esta bajo el mismo techo que yo. ¿No puede pagarse un hotel y dormir ahí? Lejos de mí, ¿a caso no tiene familia o una casa aquí? Este es su lugar, debería de tener otra amiga a parte de mi futura esposa. No la quiero aquí y la respuesta a mi petición es que no podré aguantar estar en el mismo lugar que ella, no cuando el corazón me tiebla y me robota en el pecho al verla, eso sentí cuando la vi ahí, de pie en medio de la familia de Hannah y mis hermanos. Casi tiro las flores al suelo, me quedé anonadado, casi me desmayo también. Necesito matenerme lejos de ella o el que va a perderlo todo seré yo, perderé la cordura y la poca razón que me queda. Esa mujer tiene el poder de hacerme sentir las emociones tan al extremo, detesto como me hace sentir y no, no me da miedo que diga algo, solo quise ser hiriente con ella. Por que ella daño mi ego, sentía que debía de hacer lo mismo con el de ella. Me ar
Miro a mis padres salir del auto... verlos aquí solo me dice una cosa, todo esto es en serio, no es un juego eso de que en unas semanas me estaré casando con la hija de los Parker. No puedo echarme para atrás, ni siquiera podría decir la verdadera razón por la cual no quiero hacerlo, pero es que... la forma en la que los señores Parker han estado hablando de Maxine me ha dicho solo una cosa, ellos realmente la quieren y ni se diga Hannah, creo que se quieren como hermanas. Yo no quiero ni puedo destruir una amistad de esa forma, nadie puede saber que me acosté con Maxine aún y cuando Hannah y yo aún no nos conocíamos. Que Juliette hablara sobre la tarta de zarzamora me hizo sentir lástima por Maxine, al parecer siempre fue una niña solitaria y Juliette la acogió, eso suena a que era una niña muy linda, por eso es que no pide resistirme a externar un lindo comentario después de la anécdota de la tarta.—Madre— recibo a mi madre con un beso en la mejilla al igual que un abrazo. —Padre